La liberación de datos sobre el dinero repartido alrededor del mundo por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) revela la forma en la que ese dinero fue utilizado para financiar a medios y políticos disidentes, bajo la falsa premisa del fortalecimiento democrático. En Paraguay, el esquema se repitió y benefició a medios “independientes”, políticos disfrazados de activistas y también a organizaciones críticas a la ANR.
- Unidad de Investigación
- Nación Media
Políticos disfrazados de activistas, oenegés y periodistas autodenominados “independientes”. El esquema de repartija de dinero de Usaid para financiar a movimientos disidentes se repitió alrededor del mundo, de acuerdo con lo que el propio Gobierno de los Estados Unidos reveló y lo confirmado por diferentes autoridades, incluso en la propia región. En Paraguay, el esquema se repitió. En casi dos décadas, Usaid distribuyó unos USD 93,9 millones en Paraguay, con CIRD como uno de los principales beneficiarios, recibiendo más de USD 15 millones. La mayor parte de estos fondos fueron entregados durante el gobierno anterior, con una ejecución de USD 58 millones, financiando consultorías de clanes familiares de oenegeros y operadores políticos, muchos de los cuales formaban parte de la Concertación Nacional en las últimas elecciones generales.
DESEMBOLSOS A POLÍTICOS Y NEPOTISMO
Documentos entregados – bajo mucha protesta– por el CIRD a la Comisión Bicameral de Investigación de lavado de dinero (CBI) confirmaron estos millonarios desembolsos a sectores críticos a la ANR. Como dato no menos relevante, la CBI detectó que la mayor parte del dinero repartido por Usaid a través del CIRD fue utilizado para el pago de “consultorías”, figura con la que justificaron los desembolsos a políticos y periodistas amigos. Y hasta se dieron casos de nepotismo.
Arrancando por lo último mencionado en el párrafo anterior, Agustín Carrizosa, presidente del CIRD, se asignó unos G. 360 millones dentro de este proyecto con fondos del extranjero. Junto a él aparece su hija, Paola Carrizosa Bradshaw, a la que destinaron unos G. 24 millones. Padre e hija ya se habían asignado otros millonarios sueldos en el marco de un convenio firmado con el Sinafocal en el periodo anterior.
Francisco Alcaraz, quien aparece como coordinador de la Coalición Más Ciudadanía, recibió una asignación de G. 792 millones solo en el marco de este convenio. El hijo del coordinador también aparece cobrando sueldos como parte de un acuerdo firmado con el Sinafocal. Es decir, en las oenegés la cuestión también queda en familia. Mucha crítica al sector público, pero repitiendo las prácticas que dicen denostar. Entre los políticos beneficiados con esos desembolsos a título personal aparece María Esther Roa, abogada que encabeza los movimientos de escrache y quien fue aspirante a la Cámara de Diputados en 2023. Roa recibió, de acuerdo con los documentos, unos G. 35 millones en pleno año electoral.
Hablando de que todo quede entre familia, un caso particular es el de los Fernández Bogado. El periodista Benjamín Fernández Bogado recibió a título personal G. 3 millones, mientras que su hijo Juan Pablo recibió unos G. 70 millones. A esos desembolsos hay que agregar los G. 95 millones que recibió la Fundación Libre, de la misma familia.
La periodista Susana Oviedo, del Grupo Vierci, también aparece entre los que recibieron desembolsos de Usaid a través del CIRD.
OENEGÉS AMIGAS
En el marco de la misma coalición, también se registraron desembolsos a oenegés amigas y otras ligadas a políticos y amigos. Por ejemplo, la Asociación Tecnología, Educación, Desarrollo, Investigación y Comunicación (Tedic) recibió G. 100 millones solo en el marco de este convenio. La organización es encabezada por Maricarmen Sequera Buzarquis.
Tedic comparte dirección con el medio El Surtidor, autodenominado “independiente”, financiado con fondos de la Journalism Development Network, entre otras organizaciones internacionales. Journalism Development Network recibió USD 2 millones en el marco del convenio firmado entre CIRD y Usaid. El dinero supuestamente iba a ser destinado al “fortalecimiento de la seguridad y las capacidades de periodistas de investigación en Paraguay”, pero terminó llegando solo a periodistas y medios amigos.
La lista de beneficiados con desembolsos de dinero proveniente de Estados Unidos continúa con la Organización Semillas para la Democracia, encabezada por Marta Ferrara y con una marcada línea anticolorada. En total, la misma recibió USD 5 millones directamente de Usaid. CIRD entregó dinero de Usaid también a la Contraloría Ciudadana de Minga Guasú, encabezada por Gilberto Zapattini, quien fue candidato a intendente de esa localidad de la mano del efrainismo. La organización recibió G. 50 millones. También se entregó fondos a la Asociación de Micro y Pequeñas Empresas (Amype), que tiene como vicepresidenta a Pilar Callizo, abogada que fue candidata al Senado y apoyó a la dupla de la Concertación. El dinero también alcanzó a la agencia Debroca, encabezada por Rut Sosa Maciel, hermana de Diego Sosa Maciel, mano derecha de la excandidata a la Vicepresidencia Soledad Núñez. La firma recibió más de G. 665 millones.
Tanta fue la repartija que el dinero llegó incluso a la Federación de Industrias Creativas del Paraguay (FIC), que recibió G. 95 millones. La misma es encabezada por Camilo Guanes, quien fue publicista de Mario Abdo Benítez y socio comercial de Bruno Defelippe, excandidato al Senado por la Concertación y esposo de Soledad Núñez.