Alma Cívica, una de las varias oenegés creadas por los excandidatos opositores Soledad Núñez y Bruno Defelippe, no solo aparece ligada a varias organizaciones financiadas por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), sino que también funcionó como una plataforma política activa. Entre otras, formó parte de la Coalición Más Ciudadanía, encabezada por el CIRD, que recibió millonarios fondos para financiar a “activistas” opositores con evidentes objetivos políticos.
- Unidad de Investigación Nación Media
La ONG Alma Cívica, fundada por Núñez y Defelippe, fue una aliada clave de la red que recibió fondos de Usaid lo que evidencia una estructura de financiamiento político encubierto, considerando que la organización de la pareja de excandidatos perdidosos de la Concertación era una de las bases políticas más importantes que disponían. La ONG estaba minada de operadores políticos de la Concertación Nacional y en la fase previa a las elecciones generales planteó ser una de las organizaciones fiscalizadoras de la jornada electoral.
A la vista estaban que estos recursos de los contribuyentes estadounidenses fueron utilizados para respaldar a políticos disfrazados de “activistas” y a medios y periodistas con inclinaciones opositoras.
Más aún, Alma Cívica era una plataforma política para Núñez y Defelippe, facilitando conexiones con figuras políticas clave y promoviendo su agenda. Durante las últimas elecciones generales, empleó operadores directamente vinculados a los intereses de la pareja para militar por sus candidaturas.
COALICIÓN MÁS CIUDADANÍA Y FINANCIAMIENTO EXTRANJERO
Según publicaciones en sus propias plataformas, Alma Cívica participó en actividades de la Coalición Más Ciudadanía, Menos Corrupción, encabezada por la Fundación CIRD y financiada con dinero de Usaid. Esta coalición, integrada mayoritariamente por políticos opositores disfrazados de “activistas”, recibió millones de dólares para impulsar sus iniciativas políticas.
En casi dos décadas, Usaid distribuyó unos USD 93,9 millones en Paraguay, con CIRD como uno de los principales beneficiarios, recibiendo más de USD 15 millones. La mayor parte de estos fondos fueron entregados durante el gobierno anterior, con una ejecución de USD 58 millones, financiando consultorías de clanes familiares de oenegeros y operadores políticos, muchos de los cuales formaban parte de la Concertación Nacional.
Dentro de ese esquema, Alma Cívica trabajó en la observación electoral junto a Sakã, un desprendimiento del CIRD, evidenciando aún más la interconexión política de estas organizaciones.
MÁS FINANCIAMIENTO EXTRANJERO
Núñez y Defelippe también formaron parte del directorio de Enseña por Paraguay, otra oenegé que recibió fondos de Usaid. En 2020, la misma recibió unos USD 350.000 por parte de la agencia estadounidense.
MÁS VÍNCULOS POLÍTICOS
Entre los candidatos al Senado que apoyaron a Núñez en las elecciones generales de 2023 aparece la abogada Pilar Callizo, quien es vicepresidenta de AMYPE (Asociación de Micro y Pequeñas Empresas), oenegé convidada con la repartija de dinero para “capacitaciones” administradas por el CIRD.
El programa “Aprendedores Públicos” de Alma Cívica busca identificar, capacitar y acompañar a futuros líderes interesados en influir en asuntos públicos en Paraguay. Este programa está vinculado con Apolitical Foundation, una organización internacional financiada por figuras como George Soros y Bill Gates, quienes han sido señalados por su influencia en políticas globales.
Apolitical Foundation declara dedicarse al fortalecimiento de la democracia, pero su financiación proviene de la Open Society Foundation de Soros y la Bill y Melinda Gates Foundation. Esto vincula indirectamente a Alma Cívica con estos actores internacionales, cuestionados incluso por caso de censura, lo que plantea interrogantes sobre la verdadera independencia de la ONG.
El multimillonario Elon Musk incluso amenazó con demandar a Soros por su injerencia en políticas globales, que según él socavan derechos fundamentales. Además, investigaciones revelan que las organizaciones financiadas por Soros en países como Irlanda y Escocia están promoviendo medidas de censura bajo la excusa de combatir los “delitos de odio”.
INJERENCIA Y DESESTABILIZACIÓN POLÍTICA
Recientemente, la periodista Vicky Richter expuso cómo Usaid financió censura y activismo político en Brasil, influenciando las elecciones de 2022 contra Bolsonaro. Millones de dólares fluyeron hacia ONG que promovían narrativas izquierdistas, como el Instituto Felipe Neto, que recibió financiamiento mientras los aliados de Bolsonaro eran destituidos.
De manera similar, Alma Cívica, vinculada a Núñez y Defelippe, aparece conectada con organizaciones cuyos financistas han impulsado estrategias políticas con claros intereses ideológicos. Esta red de financiamiento extranjero confirma que la ONG operó con intenciones políticas encubiertas, promoviendo agendas opositoras bajo la fachada de activismo cívico.