Vocero de la Comisión Bicameral de Investigación contra el Lavado de Dinero que cerró un primer informe a mitad de diciembre, el senador Gustavo Leite, uno de los principales propulsores de la Ley de Transparencia del financiamiento de ONG, extendió una conversación con Nación Media sobre el tema. En entrevista rescató que la ley no prohíbe absolutamente nada; al contrario, permite todo y es una herramienta muy importante para conocer la ruta del dinero, plantear reglas más claras en los convenios de cooperación que tienen como contraparte al Estado.

¿Senador, que lo inspiró a impul­sar la Ley de Transparencia de las ONG?

–Si bien puede ser que haya sido la figura más atacada y notoria, este es un esfuerzo de doce senadores que toma­mos la iniciativa, donde tam­bién está el actual presidente del Congreso. Nosotros cree­mos que en Paraguay había un modelo de hacer polí­tica donde algunas oenegés, financiadas casi en su totali­dad desde el extranjero, eran partidos políticos disfraza­dos, con mucha fuerza polí­tica y mediática, intentando avanzar en ideas (que no está mal), lo que está mal es que lo hagan disfrazados. O sea, lo que nosotros buscábamos era igualar la cancha.

¿Querés hacer políticas públi­cas? ¡Bienvenido! Nada está prohibido, todo está permi­tido, pero tenés que contarle a la gente de Paraguay quién te da la plata y en qué gastas tu plata. A la fecha, el 98 % de las oenegés (salvo 1 o 2) no entre­garon sus datos completos.

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–¿Cómo se incluyó en la agenda de la Comisión Bicameral de Investiga­ción del Congreso?

–A raíz de una carta que nos envía la propia Seprelad y nos dice que sería ideal contar con un marco legal que transpa­rente el movimiento de dinero a través de las oenegés, por­que podría derivar en finan­ciamiento político, lavado de dinero y demás, nos abocamos como uno de los puntos.

Elegimos dos grandes grupos. El primero son las oenegés que recibieron fondos de la USAID de Estados Unidos, porque era un convenio firmado entre el Gobierno de Paraguay y el donante, donde el Estado para­guayo ponía plata y donde se sancionó por ley, quiere decir que no había razón para no contarnos sobre qué se hizo y aún así nos retrasaron la infor­mación. El segundo está rela­cionado con la famosa “trans­formación educativa”, fallida, por cierto, donde tenemos el mismo problema: los recipien­tes del dinero de 17 millones de euros de la Unión Europea dicen tener cláusulas de con­fidencialidad y no nos pueden contar a quién le llegó la plata.

–¿Qué dice a la versión crí­tica de que esta ley es pura­mente garrote y no prevé sanciones económicas, mucho menos penales?

–Esta ley fue bautizada como la “ley garrote” cuando se inició el tratamiento. Si bien es cierto que se saca­ron las sanciones pecunia­rias, se sacó un grupo grande de oenegés, las iglesias, las asociaciones de vecinos, entre otras cuestiones que yo entiendo iban a ser pro­blemáticas.

En política, vos necesitás que las cosas se hagan en una pri­mera etapa y las sanciones pueden llegar hasta el cierre de una ONG, pero no como un “garrote”, sino como conse­cuencia de su incumplimiento de la ley.

–¿Cómo cree que impacta la Ley de Transparencia, principalmente en aque­llas oenegés que están muy inmiscuidas en temas de gobernanza?

–Yo soy uno de los críticos sobre la gobernanza al Mades, creo que tiene que ser sacado de la espalda al productor paraguayo y voy a trabajar en eso el año que viene. Pero los acuerdos están firmados, pueden ser buenos o malos, lo que deben ser es transpa­rentes.

Si la ONG XX trabaja para que no haya deforestación o para cuidar un parque nacio­nal, donde hay fotos satelita­les de cultivo de marihuana y esa ONG no se dio por enterada, entonces la gente va a saber que esa ONG está cobrando tal vez millones de dólares para cuidar un par­que nacional donde hay cul­tivo de marihuana. Es bueno que la misma transparen­cia que tenemos que demos­trar los que trabajamos en función pública tenga que ser demostrada por los que quieren enseñarnos cómo se construye democracia.

–¿Qué grado de influencia estima tienen en el Estado las oenegés politizadas?

–Y en los últimos 10 años, sin duda, han sido los precurso­res de leyes de proyectos de ultratransparencia para un sector de la política, pero no para ellos. Para mí ese fue el detonante: cuando vos a los otros les exigís que sean perfectos, les sancionás, los escrachás, y con la plata que pones en los medios los hacés parias, y vos te escondés detrás de eso dando leccio­nes. Claro que les golpeó que nosotros digamos: “Bueno, de ahora en adelante todos igua­les. Querés hacer política, adelante, bienvenido. Podés hacer lo que quieras, podés proponer lo que quieras, pero tenés que contarnos quién te da la plata y a quién le pagás”. Ese “¿a quién le pagás?” es la asignatura pendiente, pero se va a saber.

–¿Se degradaron estos acuerdos internacionales al reducirse mayoritaria­mente en pago de honora­rios de amigos y clanes?

–Y ahí hay tres responsables: el Ejecutivo, el Legislativo y los que usaron eso. Los que usaron eso tal vez son los ganadores del momento, pero están descubiertos.

El Ejecutivo y el Legislativo deben tener mucho más cui­dado en mantener nuestra soberanía.

–¿Usted cree que del otro lado tienen noción de cómo se despilfarró el dinero de sus contribuyentes detrás de estos convenios, llá­mese Estados Unidos, Unión Europea?

–No, yo creo que no, porque si pones en la balanza, ¿qué es USD 50 millones en 3 años para Estados Unidos, es una gota en el mar, y que es 17 millones de Euros o más 42 millones de euros porque la Unión Europea es mucho más grande en sus programas de cooperación.

Yo creo que ellos ni saben, pero nosotros nos vamos a encargar de que sepan y nos vamos a encargar de que pidan auditorías pun­tuales del efecto de la coo­peración; porque si yo coo­pero contigo y vos estás peor, soy malo; no es bueno lo que estoy haciendo ni aunque te regale plata.

–¿Qué dice al cuestiona­miento que se le hizo por su vínculo con una ONG en momentos que venía traba­jando el proyecto de tras­parencia? ¿Debió contarlo desde el comienzo?

-No tenía que contarlo desde el comienzo, porque no había ley. Los datos de la Asocia­ción Civil Comunidad Cená­culo del Paraguay que es una asociación internacional de fieles están registrados en la Arquidiócesis de Asunción, porque fue la arquidióce­sis la que permitió decreto mediante actuar como una asociación de fieles y está registrada en DNIT, era todo lo que había.

Toda la mentira que “no está registrada en la Senad” no había necesidad. “No está registrada en Salud”, no había necesidad. Si Leite es impul­sor de una ley para controlar las oenegés y la primera ONG que trae a la CBI 6 años de reci­bos detallados de quien donó y en qué se usó, soy de alguna manera un tonto, que me hice una ley para controlarme a mí mismo.

Yo estoy muy orgulloso del trabajo que hace mi esposa al frente de esa asociación, ayuda a personas que no tie­nen o no tuvieron, o su fami­lia gastaron toda su plata, intentando que su hijo o hija se deje de la droga, y es un problema en nuestra socie­dad y nadie puede negar. Se hace lo que se puede con mucha voluntad y con cero gastos de sueldo que es la diferencia con las oenegés que yo personalmente tengo una sospecha de que están incidiendo en políticas públi­cas por encargo de potencias extranjeras que sería tam­bién una violación 126 de la Constitución.

–¿Cómo cuidarán el tema de la reglamentación, con­siderando que en el equipo de estrategia involucrado hay miembros de oenegés?

–Me parece que, sin juzgar la intención del Ejecutivo, no debería de haberse otorgado esa atribución, creo que no hicieron nada todavía, da la pauta de que no tienen inte­rés en hacerlo. Pero ninguna reglamentación puede ir en contra de la ley, entonces pase lo que pase si la reglamenta­ción va en contra de la ley, tenemos que acudir de vuelta a la Justicia.

“El año que viene también vamos a revisar el destino de los USD 775 millones para la excelencia de la educación, a través del Fonacide”.


“La falta de reglamentación no impide el cumplimiento de la ley que ya está vigente desde el momento en que el Poder Ejecutivo la promulga. Son informes semestrales, espero que en junio del año que viene empecemos a ver”.

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