Milagros ocurrieron en las finanzas de la familia del actual gobernador de Central, Ricardo Adolfo Estigarribia, luego de que este asumiera la intendencia de Villa Elisa. A la madre, humilde costurera de barrio, la hermana y la esposa del jefe departamental con USD 1,5 millones distribuidos en sociedades anónimas, se suman las maravillas en inversiones que consignó el ahora intendente de la ciudad, Sergio Agustín Estigarribia, en tiempos que, según su esposa, el mismo percibía sueldo de G. 2 millones.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionmedia.com
El actual intendente de Villa Elisa, Sergio Agustín Estigarribia, sucesor de su hermano Ricardo Adolfo Estigarribia, hoy día gobernador de Central, es otro miembro del clan Estigarribia que se convirtió en un verdadero “mago” de las finanzas.
Todo el milagro en las finanzas del clan Estigarribia fue luego de que Ricardo Adolfo tomara la administración de la Municipalidad de Villa Elisa. La madre, una humilde modista de barrio, la hermana y la esposa sin antecedentes laborales, de la nada, transformadas en empresarias con millonarias inversiones en sociedades anónimas. El hermano de Ricardo Adolfo, quien lo sucedió en el cargo en la comuna, no es la excepción y supo explotar su talento en las finanzas.
Según las declaraciones juradas que Sergio Agustín Estigarribia al asumir el cargo de intendente presentó ante la Contraloría General de la República (CGR), en menos de dos años compró bienes cuyo importe asciende a G. 950 millones. Esto consiste en una importante quinta en la ciudad de Benjamín Aceval adquirida en 2015 que valoró en G. 700 millones, dos camionetas por G. 250 millones en 2016 y 2017, respectivamente.
Lo llamativo es que en esos años el ahora jefe comunal tenía un ingreso de G. 2 millones mensuales equivalente al mínimo vigente, según consignó en sus declaraciones juradas su esposa María Esther Millán. La mujer es una modesta funcionaria del Ministerio de Salud con sueldo de G. 3,6 millones, pero que junto con su pareja no escatiman recursos en una vida de lujos, cuyo financiamiento no condice con sus orígenes ni el salario que pudieron haber percibido en la función pública.
No se registran vínculos laborales en el sector privado de Sergio Estigarribia. La actividad más visible que se le reconoce son sus trabajos con maquinarias de la planta asfáltica de la Municipalidad de Villa Elisa sin ser funcionario, en los tiempos de la intendencia de su hermano Ricardo Adolfo. Luego se ubicó como concejal municipal y más tarde heredó el puesto del ahora gobernador de Central.
Tampoco figuran inversiones anteriores en empresas. En el mencionado contexto surge una enorme interrogante de: ¿Cómo el próspero Sergio Estigarribia compró millonarios bienes si no existen rastros siquiera de ganancias formales que pudieran justificar sus activos que orillan los G. 2.000 millones en un tiempo récord de 7 años?
EL PRÓSPERO CLAN ESTIGARRIBIA
De costurera de barrio, la madre de los hermanos Estigarribia de nombre Edith Rosa Medina Verón junto con una hija de corazón Gladys Zunilda “Nuni” Medina Galeano, y Lissi Romina Medina Fretes, esposa del actual gobernador de Central, ambas sin antecedentes laborales, tienen distribuidos al menos USD 1,5 millones en sociedades anónimas. Esto sin contar la decena de propiedades identificadas a nombre de empresas a las que están vinculadas.
Es un misterio cómo la humilde madre de los hermanos Estigarribia consiguió G. 4.000 millones para inyectar en la firma RM8 Desarrollo SA. Misma incógnita surge para la inversión en efectivo de G. 1.000 millones que hizo la hermana de ambos, Gladys Zunilda “Nuni” Medina Galeano. Con RM8 Desarrollo SA conformaron otra empresa de nombre Tecno Capital SA con un capital integrado en efectivo de G. 2.500 millones, según escrituras de constitución proveídas por la Abogacía del Tesoro. En la sociedad aparece como accionista Víctor Manuel Núñez, funcionario del Ministerio de Educación, pero la empresa no fue declarada por el funcionario estatal ante la CGR.
En el grupo de empresas con millonarios aportes en efectivo está Las Azas SA en la que figuran como accionistas Lissi Romina Medina Fretes (esposa de Ricardo Estigarribia) con acciones integradas en efectivo por G. 600 millones, junto con Gladys Zunilda “Nuni” Medina Galeano, hermana de los hermanos Estigarribia con aporte en efectivo de G. 900 millones.
Vale reiterar, ambas sin antecedentes laborales. No es menos importante que la fortuna del clan Estigarribia emergió tras los millonarios contratos de almuerzo escolar, obras, mantenimiento, talleres que Ricardo Adolfo como Sergio Agustín repartieron de forma directa a sus cuñados, operadores y familiares de funcionarios leales mediante empresas de fachada.