Una nueva opereta político-comunicacional ha quedado al descubierto en los últimos días con los ataques al senador Gustavo Leite (ANR), quien forma parte de la comisión que busca transparentar los fondos que reciben organizaciones que se dicen sin fines de lucro. Usan medios e internautas aliados para lanzar información sesgada, mientras que las oenegés y sus políticos amigos la utilizan para pedir la cabeza del legislador que molesta al status quo.

Una “filtración” preci­samente el día en el que un senador opo­sitor debía afrontar una posi­ble pérdida de investidura, la repetición a través de medios e internautas amigos y el ata­que a través de los políticos aliados. El caso del ataque político-comunicacional al senador Gustavo Leite es digno de estudio.

Rebobinemos la película. El pasado miércoles 2 de octubre, el Senado debía estudiar la posi­ble pérdida de investidura del senador Enrique Salyn Buzar­quis (PLRA), por supuesto uso indebido de influencias.

El proceso había surgido como posibilidad luego de que el intendente de Asunción, Óscar Rodríguez, expusiera pública­mente mensajes en los que el legislador liberal pedía que el jefe comunal otorgue un cargo a un amigo suyo.

Fue entonces que medios “independientes”, internautas y políticos iniciaron un opera­tivo pantalla y contraataque. El elegido como el blanco fue el senador Gustavo Leite, quien lleva meses siendo molestia debido a su postura crítica con respecto al dinero que reciben las supuestas organizaciones sin fines de lucro.

El 1 de octubre, menos de 24 horas antes de que se estu­diara la pérdida de investidura de Buzarquis, el multimedio Abc Color publicó un audio fil­trado del legislador en el que básicamente hablaba de algu­nas modificaciones pedidas por el presidente de la República, Santiago Peña, al proyecto de ley que obliga a la transparen­cia de las oenegés.

Los medios de Zuccolillo y Vierci se encargaron de sacar a la luz el audio filtrado del senador Gustavo Leite, para comenzar a instalar que el pedido de transparencia a las oenegés era una “persecución”

Llamativamente, apenas unos días antes, muchos de los críti­cos a Leite y quienes lo ataca­ron, hablaban casi del regreso de la dictadura porque habían salido a la luz el dinero que periodistas, medios y “acti­vistas” habían recibido de las oenegés. Curiosamente, la fil­tración del audio de Leite no era mala, como sí era la filtra­ción de los datos de sus aliados.

Poco después de que Abc diera el primer paso, llegaron las numerosas réplicas.

REPITE, REPITE…

“Miente, miente, que algo quedará”, es una frase muy utilizada en el mundo de la propaganda política y que es atribuida a jerarcas nazis. En la práctica, casi un siglo des­pués, la técnica sigue siendo muy efectiva.

Abc dio el primer paso con la filtración del audio el 1 de octubre. Esa misma tarde, Telefuturo, Monumental AM y Última Hora, propiedad del Grupo Vierci, siguió reprodu­ciendo el audio pretendiendo instalar una falta de respeto al presidente por parte de Leite y también para atacar la Comi­sión Bicameral de Investiga­ción de lavado de dinero, de la que el legislador forma parte.

El esquema se repitió una vez más. Al igual que en mayo de 2022, cuando los medios de los grupos Zuccolillo y Vierci ama­necieron con las mismas por­tadas repitiendo el informe ile­gal de la Seprelad para atacar al expresidente Horacio Cartes.

Tras la repetición entre los medios aliados, aparecieron los “activistas” y políticos aliados para proseguir con la siguiente fase del ataque.

Por ejemplo, el diputado encuentrista Raúl Benítez salió ese mismo martes a pedir la salida de Leite y que se desarme la CBI, una herra­mienta constitucional que ala­baba cuando brindaba infor­mes contra el expresidente Cartes.

Enseguida iniciaron los pedi­dos de apartamiento de Leite de la CBI. Entre los que hacían el pedido aparecían oenege­ros aliados de los medios de prensa y de la oposición, como Marta Ferrara, de Semillas para la Democracia.

Ferrara fue una de las que encabezó una reunión meses atrás para bajar línea de cómo debían operar y hacer lobby político y comunicacional contra la ley de transparen­cia de las oenegés.

Otro de los que replicó el pedido de renuncia de Leite fue el periodista Benjamín Fer­nández Bogado, el mismo que durante mucho tiempo dijo ser alumno de Harvard sin haberlo sido y que también recibió fon­dos a título personal y a través de su fundación.

Además de los multimedios empresariales, también volvie­ron los ataques de los “indepen­dientes” como “El Surtidor”, un supuesto medio indepen­diente que se financia con jugo­sos fondos del extranjero. Para el ataque independiente, utili­zaron también a satélites de “El Surti” como “La Precisa”, espa­cio que vendían como especia­lizado en una técnica conocida como “Fact-checking”, trabajo periodístico prestigioso reali­zado con mucha imparcialidad por grandes medios, pero que aquí quedó reducida a ataques ideológicos.

El ataque por el audio siguió durante días, lo que permi­tió que reaparecieran figuras como la destituida exsenadora Kattya González y el olvidado exsenador Hugo Estigarri­bia, otro de los beneficiados con fondos de las oenegés por supuestas asesorías.

Representantes de las oenegés amigas y políticos opositores aliados comenzaron a cuestionar a Leite y a la CBI de investigación de lavado

LA GUINDA DE LA (PRIMERA) TORTA

Para completar el ataque, apa­recieron políticos de la oposi­ción como la exsenadora Desi­rée Masi, que terminaron de ventilar el verdadero fin del cir­cuito político-comunicacional: pedir la cabeza de Leite.

Masi utilizó sus perfiles en redes sociales para asegurar que el senador cartista había utilizado de forma indebida sus influencias para filtrar datos y atacar a oenegés. La exsenadora, autodenomi­nada defensora de la transpa­rencia, olvidó que la informa­ción generada, creada, recibida o guardada por cualquier insti­tución pública es pública, salvo contadas excepciones.

Masi no desaprovechó para atacar a periodistas de Nación Media, ella que tanto dice admi­rar al periodismo, pero que sin tapujo alguno insulta a los comunicadores que dicen cues­tiones que a ella no le gustan.

¿Y la pérdida de investidura de Buzarquis? Bueno, ni Abc, ni el multimedio de Vierci, ni sus aliados de oenegés y la oposi­ción se acordaron del caso. Total, el chivo expiatorio ya había sido encontrado.

La senadora Desirée Masi termina de revelar que la intención real es sacar a Leite del camino, usando el argumento de supuesto uso indebido de influencias. Eso sí, del caso Buzarquis ya ni se acordaron

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