El esquema montado en la Municipalidad de Ciudad del Este para el desvío de millonarios fondos en plena pandemia sigue impune. El caso se centra en personas cercanas al jefe comunal Miguel Prieto, que armaron empresas supuestamente para proveer kits de alimentos a los sectores menos favorecidos en plena crisis sanitaria y económica. La impunidad llegó al punto de que una de las acusadas se compró una casa de lujo en un exclusivo barrio cerrado.
- Unidad de Investigación Nación Media
Mientras otros casos perpetrados en pandemia, como el desvío de fondos de la Gobernación de Central bajo la administración de Hugo Javier González, avanzan hacia resoluciones en estrados judiciales, el esquema encabezado por el intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto, sigue impune.
Y la impunidad llegó hasta el punto de que una de las acusadas aparece sindicada en la compra de una lujosa casa en el exclusivo Paraná Country Club.
KITS QUE NO APARECIERON
De acuerdo con los documentos que conforman la carpeta fiscal, Prieto está implicado en la realización de compras ficticias de 25.000 kits de cestas básicas destinados a familias de escasos recursos, por un valor total de G. 1.769.790.000, causando un significativo perjuicio económico a la municipalidad.
Junto a Prieto están procesados Maggi Elizabeth Fariña Almada, Sebastián Martínez Insfrán, José Félix Cáceres Galeano, Julián Benítez Gamarra, Francisco Arrúa Álvarez, Higinio Ramón Acuña, Cirle Alcaraz Ramírez, Nelson Segovia Acevedo, Fermín Ávalos Britos y Emili Vanessa Florentín Páez.
Y es sobre esta última, Emili Vanessa Florentín Páez, que la historia tiene ribetes particulares. Aunque ya hablaremos del punto algunas líneas más adelante.
La imputación detalla que, el 20 de marzo de 2020, mediante la resolución n.° 3331, la Municipalidad de Ciudad del Este convocó a una licitación por vía de excepción para adquirir cestas básicas, destinadas a ser distribuidas a familias necesitadas debido a la pandemia de covid-19. La empresa Tía Chela SRL presentó una oferta de G. 2.949.650.000. No obstante, la Fiscalía argumenta que la empresa adjudicada no contaba con el inventario completo de las mercaderías ofertadas para la fecha del 23 de marzo de 2020, cuando el comité de evaluación revisó la oferta.
Adicionalmente, no se presentó documentación alguna que demostrara la capacidad de la empresa para suministrar los bienes ofertados de manera inmediata. Tía Chela SRL tampoco disponía de la capacidad financiera, técnica, ni de la experiencia necesaria para cumplir con una licitación de tal magnitud. Según las sospechas de la Fiscalía, la estructura legal de Tía Chela SRL fue utilizada para crear un montaje documental, con el propósito de defraudar a la Municipalidad de Ciudad del Este.
La imputación alega que la empresa supuestamente entregó 15.000 kits el 27 de marzo de 2020, por los cuales la municipalidad realizó un pago de G. 1.769.790.000.
Posteriormente, se habría efectuado una segunda entrega de 10.000 kits de alimentos el 13 de abril de 2020, completando así la entrega de 25.000 kits. Sin embargo, la Fiscalía sostiene que esta supuesta entrega no corresponde a la realidad de los hechos.
APARECE VANEMI SA
En el periodo investigado, se reveló un esquema destinado a ocultar la falta de entrega de mercaderías por parte de la Intendencia Municipal, a pesar de haberse efectuado pagos significativos. Emili Vanessa Florentín Páez, actual asesora jurídica de dicha Intendencia, jugó un papel clave en este entramado. Según la acusación del Ministerio Público, Florentín Páez colaboró en la creación de secuencias ficticias de compraventa por un monto de G. 692.155.023, parte de un perjuicio total de G. 2.130.036.160. A través de su empresa, Vanemi SA, se convirtió en la principal subproveedora de la firma adjudicada Tía Chela, con el fin de encubrir la falta de contraprestación real de productos por el dinero abonado.
De manera similar, Fermín Ávalos Britos, representante legal de Tía Chela, facilitó la estructura jurídica de su empresa a Miguel Prieto Vallejos. Ávalos Britos permitió la ficticia adquisición de 25.000 kits de cestas básicas para familias de bajos recursos, a pesar de no contar con la capacidad técnica, financiera o experiencia para asumir un contrato de tal magnitud. A sabiendas de esta situación, el 23 de marzo de 2020, presentó su oferta y obtuvo irregularmente la adjudicación del contrato, por el cual recibió G. 2.949.650.000. Sin embargo, no se entregaron todas las mercaderías equivalentes al valor pagado, aunque los documentos indicaban lo contrario, lo que contribuyó al perjuicio total de G. 2.130.036.160.
La firma Vanemi SA, bajo la representación de Emili Vanessa Florentín Páez, jugó un rol fundamental en la simulación de stock inexistente mediante la emisión de facturas. El Ministerio Público reveló que Florentín Páez emitió dos facturas a Tía Chela el 30 de abril y el 8 de abril de 2020, sumando G. 692.155.023 por ventas ficticias de mercaderías. El seguimiento de las transacciones permitió descubrir que estas facturas formaban parte de una simulación de cadenas de compraventa. Se detectó el uso de facturas no auténticas provenientes de al menos cuatro subproveedores ficticios, con el propósito de justificar compras que nunca se realizaron, según la acusación.
UNA LUJOSA CASA
Como si todo el entramado no fuera suficiente, el Ministerio Público detectó que la firma Vanemi SA adquirió una casa tasada en USD 370.000 (unos G. 3.000 millones) en el exclusivo y lujoso Paraná Country Club.
La casa fue adquirida, de acuerdo con la Fiscalía, ya en 2019. Misma época en la que la firma, ligada a la asesora jurídica de la comuna, empezó a recibir millonarios contratos entregados por la municipalidad de Ciudad del Este.