Según documentos oficiales, el clan Estigarribia colecciona empresas a las que van transfiriendo bienes, conforme a las circunstancias Es así que, tras un pedido de informe sobre acciones registradas por la familia en sociedades anónimas, varios de los inmuebles comprados por la firma de la humilde mamá de los Estigarribia donde inyectó G. 5.000 millones en efectivo junto con una hija (criada) fueron transferidos a Cartago SRL, que tiene la representación de un español vinculado a una de sus empresas.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionmedia.com
Meses después de que se respondieran pedidos de informes sobre acciones en sociedades anónimas del clan familiar de los hermanos Ricardo Alfredo Estigarribia Medina y Sergio Agustín Medina Estigarribia, y poco después de que se identificaran algunos inmuebles en estas empresas, una de ellas, más específicamente RM8 Desarrollo SA, transfirió varias propiedades a otra firma.
Baleo SRL constituida en 2018 por Raimundo Ruiz de Pascual Moreno (español) y Rolando Daniel Schapt, que luego pasó a denominarse Cartago SRL, se quedó con varios de los inmuebles comprados por RM8 Desarrollo SA. Estas transferencias fueron hechas meses después de que empezaran a pedirse informes de sociedades del clan Estigarribia, que a todas luces viene ostentando una mágica prosperidad, cuando el ahora gobernador de Central, Ricardo Estigarribia, era apenas un corredor de quiniela antes de ingresar a la política.
Ruiz de Pascual Moreno es también el accionista inicial de RM8 Desarrollo SA; de hecho, en redes sociales se promocionaba como parte de la firma y en los documentos figura, además, como representante legal de Cartago SRL.
Al remitirse los primeros informes de propiedades expedidos por Registros Públicos, investigación que había iniciado el Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA), se apuraron transferencias a nombre del representante legal de Cartago SRL que, vale reiterarse, en redes sociales promocionaba sus vínculos con RM8 Desarrollo SA.
Cabe recordar que RM8 Desarrollo SA es una de las tres empresas en las que Edith Rosa Medina Verón, mamá de los hermanos Estigarribia, una modista de humilde origen, inyectó miles de millones de guaraníes en efectivo.
Así también, en el grupo de empresas están las Azas SA y Tecno Capital SA. En la primera realizaron millonarios aportes en efectivo Lissi Romina Medina Fretes (esposa de Ricardo Estigarribia) y Gladys Zunilda “Nuni” Medina Galeano, hermana de los hermanos Estigarribia. Mientras que en la segunda inicialmente aparecían como accionistas Víctor Manuel Núñez Samaniego, un funcionario del Ministerio de Educación, junto con RM8 Desarrollo SA. El capital integrado en efectivo de esta empresa asciende a G. 2.500 millones, una cifra que contrasta con lo declarado por el funcionario en su patrimonio.
USD 1,5 MILLONES
Una suma del dinero en efectivo distribuido en las tres empresas mencionadas asciende a G. 9.000 millones, unos USD 1,5 millones, monto inyectado en dos años (2017-2019), años dorados de Ricardo Estigarribia en la Municipalidad de Villa Elisa con una gestión oscura, por encima de las normas de la administración pública sin mayores rendiciones de gastos y un festín de contratos directos a empresas de la familia con recursos provenientes del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) y de los royalties.
Ni una sola publicación de licitación de los dos periodos de intendencia de Ricardo Estigarribia aparece en el portal de Contrataciones Públicas; esto, pese a millonarias contrataciones realizadas de manera directa y por la excepción, es decir, con el argumento de la urgencia impostergable. Entre empresas vinculadas a cuñados, los hermanos Estigarribia repartieron G. 11.464 millones, gracias a Fonacide y royalties.
Según los informes que se habían proveído vía Ley de Transparencia, la madre como la hermana de los Estigarribia están vinculadas a Cartago SRL junto con Ruiz de Pascual Moreno. Esto sugiere una colección de empresas con importante capital inyectado en las que van migrando bienes del clan familiar en la medida que saltan los nombres y cuyo movimiento de dinero solo se podrá cuantificar con investigaciones de los organismos de control que tienen mayores atribuciones para urgir informes financieros.