El Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD) no solo articuló una “coalición por la legalidad” en el marco de un proyecto anticorrupción que se enmarca al multimillonario convenio de nuestro país con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) que, en la práctica, es una coalición anticolorada, sino que sorprendió a algunos de sus aliados que dicen desconocer sobre los USD 9,3 millones para el programa de “Mejora del control ciudadano” del cual forman parte.

Como comúnmente decimos en nuestro país, en una suerte de “sincericidio” algunos de los miembros que integran la “coalición por la legali­dad” del programa Más Ciu­dadanía, Menos Corrupción que lleva adelante el Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD), en el marco del cotizado conve­nio firmado en el gobierno de Abdo Benítez, manifestaron su animadversión contra el cartismo, principal obje­tivo a luces de estos grupos capitaneados por políticos de la oposición en su mayo­ría, pero que fingen de repre­sentantes de la sociedad civil organizada.

Así también, tres referentes de estas organizaciones que se comunicaron con nues­tro equipo vía mensajes de WhatsApp manifestaron sorpresa sobre las millona­rias contribuciones econó­micas detrás del proyecto anticorrupción que los aglu­tina como “coalición por la legalidad” y que se enmarca al convenio de USD 50 millones que firmó el gobierno de Abdo con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), de los cuales USD 44,4 millones es el aporte estimado del orga­nismo internacional.

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Francisco Alcaraz, exfuncionario de confianza de Abdo Benítez, clave en articulación de una coalición que en la práctica es anticolorada

El acuerdo que fue firmado en setiembre de 2020, tiene vigencia hasta el 30 de setiembre de 2025. Toda­vía no hemos accedido a la ejecución, adendas y rendi­ciones debido a que no esta­mos teniendo respuestas a nuestras consultas reali­zadas de diversas maneras al Ministerio de Relaciones Exteriores, que es el repre­sentante de Paraguay como país beneficiario.

Estos referentes que se comunicaron con nosotros dejaron en claro que sus gru­pos no recibieron transfe­rencia económica alguna del CIRD y si bien dijeron estar anonadados por los USD 9,3 millones previstos para el indicador del convenio que es el de “Control ciudadano mejorado”, dicen descono­cer y se manifestaron muy débilmente sobre una posi­bilidad de exigir rendicio­nes de cuentas, pese a que pregonan transparencia, lucha contra la corrupción y la impunidad.

Mensajes de WhatsApp fil­trados a nuestro equipo revelan que en realidad es un secreto a voces el apoyo económico para las organiza­ciones de algunos referentes, especialistas en escraches aliados contra la corrupción, irónicamente con una ONG corrompida como el CIRD cuyo presidente y su clan familiar mamaron de fon­dos públicos discrecional­mente en pandemia gracias a millonarios convenios con el Estado.

“Mejora de control ciudadano”, uno de los indicadores del convenio, estipula apoyo de una estructura gigante, incluidos medios de comunicación

Nombres y apellidos constan en los chats que nos facilita­ron, reclamos de que mien­tras algunos “luchaban” otros hacían negocios con la causa, incluso refriegues de que el negocio de cabecillas de algunos grupos terminó por

dividir algunas organi­zaciones. Esto confirma de alguna manera que hay per­sonas que lucran con estas movilizaciones, manifesta­ciones direccionadas. Es un negocio, además de ser una operación política contra un sector del Partido Colorado disfrazada de una “coalición por la legalidad” minada de políticos hambrientos de votos.

Cuando consultamos por qué no se desmarcan de los políticos que usurpan estos espacios ciudadanos o del negocio que se hace, algunos de los referen­tes optaron por el silen­cio y otros simplemente alegaron que es porque la corrupción llegó a un nivel extremo.

Plan financiero del convenio estima jugosa contribución para organizaciones, como las oenegés

No hay que olvidar que el coordinador del proyecto anticorrupción que articula la “coalición por la legalidad” es Francisco Alcaraz quien era funcionario de Abdo, parte de su gabinete, vincu­lado a las consultoras que fac­turan en el programa.

Alcaraz está siendo inves­tigado por supuesto caso de seguro de favor en el Instituto de Previsión Social (IPS), gracias a su contadora y a la vez consultora del proyecto anticorrupción que coordina. Fungió ser humilde asala­riado con ingreso mínimo, sin embargo, las primeras inves­tigaciones del ente previsio­nal hallaron jugoso contrato con el CIRD vigente hasta el 2025 por G. 792 millones.

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