La licitación para la provisión de almuerzo escolar en el departamento Central habría sido direccionada, motivo por el cual la propia Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) tuvo que impugnar el proceso. Entre las beneficiadas aparece una empresa ligada a la senadora liberal Celeste Amarilla, quien se opuso férreamente al proyecto de “Hambre cero”.
- Por Juan Carlos Lezcano
Una serie de elementos llamativos aparecen en el proceso de licitación para la adquisición de la merienda escolar realizada por la Gobernación del departamento Central, encabezada por el liberal Ricardo Estigarribia, quien adjudicó jugoso contrato a una firma ligada a su correligionaria, la senadora Celeste Amarilla, una de las más férreas opositoras al proyecto “Hambre cero”.
El proceso de compra aparece bajo el ID 434669 en la página web de la DNCP y en total la institución pretende destinar más de G. 107.439 millones (unos USD 15 millones) a la licitación. Precisamente es en este sitio donde se encuentra la documentación en la que se pueden leer los puntos cuanto menos llamativos.
DIRECCIONAMIENTO EN LOS DETALLES
El Pliego de Bases y Condiciones (PBC) publicado por la Gobernación de Central evidencia el posible direccionamiento. El punto más llamativo tiene que ver con la experiencia solicitada para la provisión de alimentos sólidos y líquidos. En cuanto a los líquidos, el proceso requiere que se demuestre “que el oferente ha realizado comercialización de alimentos para personas (lácteos), a través de facturaciones de ventas y/o recepciones finales con entidades públicas y/o empresas privadas por un monto equivalente al 50 % (cincuenta por ciento) mínimo del monto total ofertado, en la presente licitación”. Esta experiencia debe ser dentro de los últimos cinco años.
Con esto, se deja abierta a que cualquier empresa que haya realizado ventas de productos lácteos en el último lustro pueda participar, con lo que en teoría se abre la competencia para que más oferentes puedan acudir. Sin embargo, la cosa cambia drásticamente cuando se hace referencia a la experiencia requerida en cuanto a los alimentos sólidos (ver facsímil).
En cuanto a los alimentos sólidos, el proceso requiere que se demuestre “que el oferente ha realizado la provisión de alimentos para el programa de merienda escolar, a través de facturaciones de ventas y/o recepciones finales con entidades públicas y/o empresas privadas por un monto equivalente al 50 % (cincuenta por ciento) mínimo del monto total ofertado, en la presente licitación”.
Es decir, solo empresas que hayan sido adjudicadas de forma previa para la provisión de la merienda escolar pueden presentarse. Basándonos en el informe presentado en 2023 por la Contraloría General de la República (CGR), esto reduce la competencia a un grupo “selecto” y cerrado de apenas un puñado de firmas.
LOS AMIGOS DE CELESTE
A pesar de los cuestionamientos, la institución encabezada por Estigarribia decidió seguir adelante con el proceso de compra y adjudicó a cinco empresas, todas firmas que forman parte del grupo cerrado de proveedoras de merienda escolar desde hace varios años, de acuerdo al informe de la CGR.
Entre las firmas adjudicadas aparece la proveedora LF Latin Food SA, anteriormente denominada Arcángel SA, de acuerdo a los datos que figuran en la web de la DNCP y representada por María Isabel Gavilán y Patricio Buteler. Esta empresa tiene una cercana relación con la senadora liberal Celeste Amarilla. De acuerdo a la declaración jurada de bienes y renta presentada por la legisladora opositora ante la CGR en 2023, la empresa proveedora del almuerzo escolar le debe unos G. 124 millones, correspondientes a utilidades de ejercicios anteriores. Además, la legisladora se muestra como una amiga cercana de Gavilán en publicaciones realizadas en redes sociales.
Amarilla declaró una drástica reducción de la deuda de la empresa durante los años del gobierno de Mario Abdo Benítez. En la manifestación de bienes de Amarilla del 2018 figura deudas a cobrar a Arcángel SA por G. 3.000 millones y en el 2019 subió a G. 3.425 millones, ella ya era diputada en ese momento. Al asumir como senadora, sus cuentas a cobrar bajaron a G. 125 millones. Durante ese periodo, la firma fue beneficiada con más de USD 3,5 millones de contratos con entidades públicas. En la nueva adjudicación, la firma fue beneficiada con un contrato de más de G. 8.526 millones para la provisión de galletitas dulces.
PROCESO IMPUGNADO
Estas posibles irregularidades hicieron que la DNCP realizara una serie de observaciones y que el proceso de compra pública fuera impugnado, aunque sin suspensión.
De acuerdo a la entidad encargada de controlar los procesos licitatorios, esta compra del gobierno de Estigarribia podría haber incurrido en varias irregularidades. El primer punto cuestionado es precisamente el de la experiencia solicitada.
“Verificado el PBC/Carta de invitación observamos que el criterio respecto a la experiencia podría resultar limitante/excluyente”, señala una de las observaciones.