La Gobernación de Central fue la mayor compradora de merienda y almuerzo escolar a las dos proveedoras que manejaba la hoy senadora liberal Celeste Amarilla, empresas que ahora están representadas por una amiga suya y un socio en otra sociedad anónima que declaró de su propiedad ante la Contraloría General de la República, situación que se torna aún más suspicaz ante la furibunda reacción de la parlamentaria contra el Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae), que busca centralizar y endurecer controles en uso de estos recursos.

Rossana Escobar M., rossana.escobar@nacionmedia.com

La senadora liberal Celeste Amarilla intenta deslindarse del negocio en licitaciones de alimento escolar; sin embargo, sus abruptas reacciones sobre decisiones del Gobierno vinculadas al rubro siguen generando polémica y sus antecedentes como vínculos con quienes facturan al Estado por almuerzo y merienda escolar resultan sensibles para el cargo que ocupa.

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Proveedores del rubro incluso la señalan como competidora en el negocio.

Y es que la desmesurada reacción contra el Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae) que prevé centralizar uso y endurecer controles de este recurso en la compra de almuerzo y merienda escolar, inicialmente en la distribución del departamento Central y el área metropolitana, siguen generando sospechas sobre los intereses reales de la parlamentaria.

En este contexto cabe remarcar que la actual senadora manejó las empresas Pinoty SA y Arcángel SA (actualmente LF Latinfood SA), muy cuestionadas en licitaciones de merienda y almuerzo escolar que generaron millonarios contratos con un alto porcentaje de adjudicaciones por parte de la Gobernación de Central, que precisamente se constituyó en el principal cliente de ambas proveedoras.

Según los registros de Contrataciones Públicas, el 53 % de las facturaciones que sumaron las dos firmas fueron a la Gobernación de Central, territorio en disputa del negocio y que Amarilla cuestiona porque la intención es “cortarle las alas” al actual jefe departamental, Ricardo Estigarribia. De los G. 254.000 millones en adjudicaciones acumuladas por las mencionadas empresas en la última década y en los tiempos que estuvo Amarilla, G. 136.000 millones corresponden a contratos de provisión para Central.

Amarilla dijo una vez más a los medios de prensa que vendió sus acciones de LF Latinfood SA (ex-Arcángel SA); sin embargo, Patricio Buteler, su socio en la empresa Tortugas Py SA y su amiga Isabel Gavilán aparecen como representantes legales de la proveedora que sigue con contratos vigentes por distribución de alimento escolar. Además de que la legisladora arrastra cuentas a cobrar tanto a Pinoty SA como a LF Latinfood SA que de unos G. 9.000 millones quedan un saldo de G. 1.700 millones aproximadamente, según se puede constatar en la última declaración jurada presentada ante la Contraloría General de la República.

Los datos son reveladores de lo que significa para el negocio la centralización y el mayor control de quienes operan en las licitaciones de merienda y almuerzo escolar. El departamento Central es uno de los mayores clientes para los proveedores; en este caso, para empresas representadas por amiga y socio de la senadora Amarilla.

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