Sin disimulo, operadores políticos de la campaña de la propia exministra de Trabajo Carla Bacigalupo desde cuya cartera y respectivas dependencias salían las millonarias transferencias y seccionaleros del equipo del expresidente Mario Abdo Benítez se beneficiaron con jugosos sueldos, mediante proyectos de reactivación económica ejecutados por el Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD), esquema al que se suma la Federación de Entidades Vecinalistas del Paraguay (Fedem), su aliada en proyecto “Más ciudadanía, menos corrupción”.
- Unidad de Investigación
- Nación Media
Más apariciones de operadores del equipo político del expresidente Mario Abdo Benítez, privilegiados con sueldos en proyectos sensibles de reactivación económica, reconfirman que los convenios entre el Ministerio de Trabajo y algunas oenegés están más que contaminados ya que implica uso discrecional de recursos públicos evadiendo procesos de Contrataciones Públicas.
Sin mayores protocolos, operadores del abdismo que precisamente estaban en intensa campaña política por la candidatura de la exministra de Trabajo Carla Bacigalupo y otros, recibían plata dulce en el marco de los famosos cursos de capacitación. Esto gracias a la intermediación de una oenegé anticorrupción como el Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD), que acapara contratos con el Ministerio de Trabajo y sus dependencias, modus operandi a la que se sumó la Federación de Entidades Vecinalistas del Paraguay (Fedem), ONG aliada del proyecto “Más ciudadanía, menos corrupción”.
Algunos convenios adjudicados al CIRD en la cartera de Trabajo a los que hemos accedido ascienden a cifras siderales en la última década. Unos G. 67.501 millones suman los proyectos entre el CIRD y Trabajo que pueden ver en la infografía, de los cuales el 86% le corresponden al período Abdo Benítez. Más los contratos otorgados a la Fedem llegan a G. 68.801 millones, casi USD 10 millones.
Mientras que, de la nada, sin mayores condiciones ni estructura la Fedem, oenegé recluta del CIRD en plena pandemia se alzó con G. 1.300 millones por proyectos de “Formación y capacitación laboral online para comunidades de escasos recursos” y “Formación y capacitación laboral para comunidades de escasos recursos” que consistían en cursos de cocina, albañilería, cajero, electricidad, mecánica de motocicletas, corte y confección. Gracias a estas transferencias contrató a Nazario Inocencio Mena, excandidato a presidente por la seccional colorada N.º 27 por la chapa de Abdo Benítez.
Mena fue un fuerte operador de la campaña de Bacigalupo por la senaduría nacional. Organizaba reuniones políticas, repartía paquetes de regalos alusivos a sus respectivas candidaturas que contenían coladores, cucharones, pandulces, gaseosas, entre otros. El político figura con cobro de honorarios profesionales de G. 8,5 millones en los convenios con el Ministerio de Trabajo y Sinafocal.
La hija de Mena de nombre Mirtha Mabel Mena, también cobró honorarios de G. 8,5 millones en ambos convenios citados. Sponsoreaban hasta programas de TV, figuran pagos por publicidad y propaganda a la periodista Eugenia Natividad Romero de G. 2,2 millones en el convenio con Sinafocal y G. 4,5 millones con el MTESS. Estos gastos resultan ilógicos, cuando estas instituciones cuentan con áreas de comunicación para la difusión de sus iniciativas.
El presidente de la Fedem, Miguel Sanabria Irepa, también era fanático de la exministra Bacigalupo, participaba de sus actos políticos, luego de los jugosos contratos que le dio la extitular del Ministerio de Trabajo. Al ser consultado sobre su presencia en actos políticos de quien le liberaba millonarias transferencias respondió “que solo fue una vez y por invitación de Mena”.
MODUS OPERANDI
Fedem replicó el mismo esquema (CIRD) con la contratación de operadores y así financiaban de alguna manera la campaña política del equipo de Abdo en las últimas elecciones. Esto según las rendiciones de cuenta del proyecto de Reactivación Económica Poscovid de G. 6.093 millones a los que hemos accedido.
La parentela del presidente del CIRD, Agustín Carrizosa, se colgó del proyecto poscovid y se alzaron con jugosos honorarios al igual que el hijo del coordinador anticorrupción, Francisco Darío Alcaraz.
Según las rendiciones del proyecto, la hija de Carrizosa, de nombre Paola Carrizosa Bradshaw, percibió jornales de G. 4,5 millones; la pareja de Carrizosa, María Berta Rojas, facturó en total G. 212 millones por consultorías, asesorías e investigaciones; la cuñada del presidente del CIRD, Marta María Rojas Aveiro, figura con facturaciones por total de G. 109 millones, también por consultorías, asesorías e investigaciones y Carlos Francisco Alcaraz, hijo del coordinador anticorrupción del CIRD, figura con honorarios de G. 4,5 millones.
Candidatos por cargos en seccionales de Mariano Roque Alonso, Lambaré, Areguá como el caso de Osvaldo Ocampos Muñoz, Óscar David Gibbons e Isabelina Velázquez; operadores entre los que se pueden mencionar a Diego Barreto Zelada, Rossana Mendoza Balmori, Dora Liz Ortega, Moisés Justiniano Piccinini, Santiago Salvador Acosta y Lida Graciela Monzón, registran cobros en proyectos poscovid, gracias a la gestión del CIRD.
Mariano Bareiro Soria, miembro de la directiva de Fedem, confirmó la contratación de Nazario Mena y refirió primeramente que “es licenciado en contabilidad y como tal, él (Nazario) es contratado por nosotros para unas contabilidades”, sin embargo, en la misma conversación, Bareiro cambió su versión mencionando que Mena “es contador y fue contratado como docente en el área de emprendedurismo y derechos laborales. No fue contratado como contador, fue contratado como docente en Sinafocal”.
Sobre los escándalos que sacuden al CIRD, oenegé que los agrupa en proyecto anticorrupción, Bareiro hizo juego de cintura esquivando postura y se limitó a la versión de que pidieron informes.
Por su parte, al ser consultado sobre un rol de docente, Mena señaló: “Yo no enseño, soy consultor, hago proyectos”.