Iván Valdez se vio obligado a presentar renuncia como jefe de prensa del Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD), al divulgarse los mensajes intimidatorios y de amedrentamiento que envió vía WhatsApp a la periodista de investigación que viene revelando el gran festín que se manda el clan Carrizosa – Alcaraz con plata de los contribuyentes.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionmedia.com
Lejos de refutar y aclarar sobre la bolsa de empleo que armó el presidente del Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD), Agustín Carrizosa, en proyecto poscovid, el jefe de prensa de esta ONG, Iván Valdez acudió a la intimidación y el amedrentamiento a la periodista de investigación que viene revelando el gran festín que se manda el clan Carrizosa – Alcaraz con plata de los contribuyentes. Esto se suma al escándalo que sacude a la administración del CIRD por el festín que hicieron con fondos públicos y el joven tuvo que renunciar, según confirmó mediante un comunicado la organización.
Con varios mensajes vía WhatsApp, uno tras otro que incluyen emojis, sticker que resultaron un verdadero acoso, el joven intentó burlarse de las publicaciones de este medio, degradando su rol como responsable de la comunicación institucional del CIRD (ver capturas).
Nuestro medio denunció los mensajes desubicados de Valdez que como se pueden ver desafiaban a la publicación de las capturas de su conversación, ironizando que se use la foto más linda. Tras la publicación nuestra ayer en la edición digital, el joven continuó su arremetida con más mensajes burlescos, incluyendo frases como “lástima que no te pasé otra foto donde salí mejor”, “¿te puedo pasar la foto de mi perro?”, denotando el desprecio por el oficio periodístico que esconde tras su apariencia de profesional oenegeísta comprometido con la democracia.
La reacción de nada menos el comunicador de la ONG “pro transparencia” demuestra una alta intolerancia a la crítica de la prensa y una falta de respeto a la investigación periodística, que tanto dicen valorar repartiendo certificados, premios a los que ejercen este oficio. Esto perjudica aún más la imagen del CIRD que en este momento no encuentra forma de justificar la repartija de honorarios y jornales al clan Carrizosa – Alcaraz aprovechando un proyecto tan sensible como el de “Reactivación económica poscovid”.
Las reacciones de escrache en las redes sociales contra el actuar del joven obligó a que horas después de su exabrupto, presentara renuncia mediante una escueta nota que fue aceptada de inmediato por el presidente del CIRD.
“El CIRD tiene una línea comunicacional seria y respetuosa con la opinión pública. Como institución pedimos disculpas a la opinión pública y a la periodista Rossana Escobar. Hemos recibido la nota de disculpas y renuncia de Iván Valdez y el presidente ejecutivo lo ha aceptado”, dice el posteo de la ONG que comunicaba la desvinculación del comunicador.
SON MALOS
La arremetida contra periodista no fue la única actuación desubicada del excomunicador del CIRD. Tras el destape de la repartija de honorarios en la ONG, Valdez había alertado a organización civil que cuestiona manejo que “los de La Nación son malos”. Al parecer la intención era intimidar para que no apoyen las publicaciones de nuestro medio ya que hay organizaciones que vienen denunciando situaciones irregulares.