La ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión, instruyó auditoría interna sobre la situación del acueducto Agua para el Chaco. La tercera fase de construcción fue inaugurada en junio del año pasado por el ex presidente Mario Abdo Benítez, en tiempos de campaña electoral, sin embargo, seis meses después, el 23 de diciembre, dejó de funcionar hasta la fecha. El presidente de la Essap, Luis Bernal, indicó hace unos días a los medios que la obra tiene “varios desperfectos de origen” principalmente que las cañerías no soportan la presión del agua, por lo que en conjunto con otras instituciones analizan reinstalar el sistema.

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El millonario proyecto acueducto Agua para el Chaco, con el que se esperaba solucionar la esca­sez de agua en las comuni­dades del Chaco paraguayo, sigue frustrado y sin ope­rar desde diciembre del año pasado. La ministra de Obras Públicas, Claudia Centu­rión, instruyó una audito­ría interna para identificar los alcances del problema y determinar responsabilida­des en la construcción de la costosa obra que requirió una inversión de USD 130 millo­nes, pero solo funcionó algu­nos meses luego de que fuera inaugurada su tercera fase.

El 13 de junio del año pasado, en plena campaña electoral en la que el expresidente Mario Abdo se postulaba para la pre­sidencia del Partido Colorado inauguraba en el reservorio de Loma Plata, el tercer tramo del acueducto y con eso se esperaba hacer llegar el agua recolectada en la planta de tra­tamiento de Puerto Casado hasta las familias de Filadel­fia y Mariscal Estigarribia. Sin embargo, la felicidad fue tem­poral porque el acueducto está fuera de servicio desde el 23 de diciembre del año pasado.

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El presidente de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay SA (Essap), Luis Bernal, refirió en entrevis­tas a los medios que, junto con el MOPC, el Ministerio de Defensa y la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), técnicos especializados de organismos internacionales y autoridades locales estarán monitoreando la obra para encontrar alguna alterna­tiva a la problemática de la escasez de agua en el Chaco Central.

Según mencionó Bernal, la obra presenta “varios problemas técnicos” para los que, en conjunto con el MOPC, la SEN y el Ministe­rio de Defensa, se encuen­tran “barajando algunas opciones”, sin embargo, advierte que estas opciones requerirán una nueva inver­sión por parte del Gobierno, y más tiempo que significará más sufrimiento de los cha­queños en el acceso al agua potable.

Pobladores de distintas localidades del Chaco, entre las que se encuentran varias comunidades indígenas, sufren por la falta de agua y continúan bebiendo de tajamares

MÁS DE UNA DÉCADA

Los compatriotas chaque­ños llevan más de una década en la expectativa de tomar agua potable mediante la mega obra. Cabe recordar, que la construcción del acue­ducto Agua para el Chaco, se inició en el 2012 y hasta el momento demandó USD 130 millones, de los cuales USD 60 millones provienen de una donación de la Agen­cia Española de Cooperación Internacional para el Desa­rrollo (Aecid), USD 20 millo­nes de un crédito del Banco Interamericano de Desa­rrollo (BID), y los USD 50 millones restantes de fon­dos locales.

La primera fase de la cons­trucción tuvo varios procesos y abarcó la red de distribución del agua desde Puerto Casado, donde se recoge el agua en la planta de tratamiento ubi­cada a orillas del río Para­guay, y es distribuida hasta el reservorio ubicado en Loma Plata, a 203 km de distancia. Esta primera parte demoró 7 años en ser construida, es decir hasta el 2019 y costó en total G. 99.033 millones.

En el 2019, el MOPC realizó un nuevo llamado para la construcción de las fases 2 y 3 del acueducto por G. 41.448 millones, en el que fue selec­cionado el Consorcio Chaco (Tocsa y Rovella) por el monto total de contratación de G. 48.923 millones.

La gente del Chaco se rebusca en agua de tajamar y pasan un vía crusis para surtirse del liquido vital. La inauguración del acueducto fue un show

La fase 2 consistía en la construcción de 2 reser­vorios con capacidad para 2.500.000 litros en Loma Plata, desde donde se bom­bearía el agua hasta otros dos tanques con capacidad para 2.000.000 litros ubica­dos en Filadelfia; mientras que para la fase 3, inaugu­rada en abril del año pasado, se construyeron 82 km de aductoras, un reservorio de 1000 m³ en Mariscal Esti­garribia y una estación de bombeo en Filadelfia, con el que se pretendía distri­buir el agua a las distintas comunidades del departa­mento de Boquerón.

Sin embargo, pese a la enorme inversión de tiempo y dinero, el acueducto Agua para el Chaco que iba a acabar con la falta de agua en las comu­nidades chaqueñas, sigue sin funcionar.

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