En julio de 2020, la Contraloría envió al Ministerio Público el reporte de indicios de hechos punibles de la administración del liberal Raúl Fernando Negrete en la Municipalidad de Ypacaraí. Los informes revelan que usaron fondos provenientes de royalties en eventos que no corresponden, emitieron cheques por cifras millonarias que no figuran en las rendiciones de cuentas, aparecen hasta observaciones de pagos de iluminación en predio privado. Hace unos meses, otra auditoría había detectado irregularidades en el servicio de almuerzo escolar, pero nada de esto afecta al intendente que continúa con una cuestionada gestión en la impunidad.

La Dirección de Audi­toría Forense de la Contraloría Gene­ral de la República (CGR) remitió en julio de 2020 al Ministerio Público un con­tundente informe sobre indicios de daño patrimonial en la Municipalidad de Ypa­caraí que, aparentemente, no parece afectar mucho al intendente de esta ciudad, Raúl Fernando Negrete, pese a que corresponden a pre­suntas irregularidades de su gestión. Tres años después, nada trascendió del trámite que se pudo haber hecho en el ámbito penal y el jefe comunal continúa impune en los daños que se le atri­buyen, acumulando nuevas auditorías que lo cuestionan en ejecuciones del rubro de almuerzo escolar.

El perjuicio patrimo­nial detectado por la CGR asciende a exactamente G. 1.987.403.206 y correspon­den al 43 % del presupuesto ejecutado en el tercer cua­trimestre de 2018 y al pri­mer y segundo cuatrimes­tre de 2019, de los fondos provenientes de royalties y Fonacide.

Considerando el informe de auditoría, se puede resumir un festival de gastos, algu­nos sin las rendiciones per­tinentes y un bicicleteo con la plata de royalties. Se usa­ron recursos hasta en mejo­ras de propiedad privada, en contravención a las normas de ejecución.

El reporte remitido a la Fis­calía en julio de 2020 cita 9 indicios de hechos punibles en la ejecución de fondos de los royalties y Fonacide.

Al parecer hasta se manejaba la plata de la municipalidad proveniente de las compen­saciones como una caja chica de la que prestaban recursos a discreción. En el detalle figura, por ejemplo, la devo­lución de un monto de G. 439 millones que se había depo­sitado en la cuenta de royal­ties y compensaciones, pero esta cifra no es proveniente del Ministerio de Hacienda, sino que equivale a “devolu­ción de recursos financieros”.

Hasta realizaron mejoras en propiedad privada, haciendo pasar por plaza una propiedad cercada con alambre de púas

La administración de Negrete emitió cheques en 2019 por valor del G. 719 millones que no fueron expuestos ni decla­rados en la planilla de rendi­ción de cuentas de aplicación de fondos. Estos no corres­ponden a gastos de los fon­dos y las operaciones se rea­lizaron sin conocimiento de la Junta Municipal. En su defensa, la administración municipal había referido que “los cheques correspon­den a préstamos de recursos financieros temporales auto­rizados mediante resolución del jefe comunal, que fueron repuestos”.

Los argumentos de Negrete y su equipo no habían resul­tado satisfactorios para la Contraloría, porque los fon­dos provenientes de los royal­ties no están estipulados para la realización de préstamos, además de los riesgos que ello implica en caso de que no sean devueltos.

De los casi G. 2.000 millones detectados como perjuicio patrimonial por la Contra­loría, G. 315 millones corres­ponden a gastos realizados para el “Festival del Lago Ypacaraí”, en total contra­vención al objetivo de la Ley 3984/10 para la aplicación de los fondos de royalties. A la vez, esta cifra contiene un montón de detalles con llamativos conceptos entre los que se pueden mencionar reiterados pagos en instala­ción de equipo de ilumina­ción al que se suman otros ítems que es el de adecuación del sistema de iluminación, compra de banderas, tro­feos, etc.

Con la plata de los royal­ties, la administración de Negrete hasta pagó la ilumi­nación de una cancha en pro­piedad privada y ubicada en otro distrito, en Areguá. En su descargo, la municipali­dad había alegado que es un usufructo para el funciona­miento de una plaza pública; sin embargo, con la consti­tución al lugar los audito­res encontraron un espa­cio totalmente cercado con alambre de púas.

ALMUERZO ESCOLAR

Cabe recordar que otro informe de auditoría de la Contraloría culminado en marzo de este año señala varias irregularidades en el suministro del almuerzo escolar por parte de la admi­nistración del intendente liberal Negrete.

Redujeron los tiempos de entrega, realizaron suminis­tros extrainstitucionales sin las notas de remisión corres­pondientes, por lo que no se sabe si realmente se distri­buyeron los almuerzos. Las observaciones de la Contralo­ría sobre la previsión del ali­mento escolar también refie­ren condiciones lamentables en la preparación. Las como­didades, requisitos técnicos estipulados en el Pliego de Bases y Condiciones de una licitación de G. 750 millones, solo quedaron en los papeles.

Las frutas que se repartie­ron como postres en presen­cia de los auditores estaban descompuestas; sin embargo, todo esto queda en la nada ante las instituciones que debieran intervenir la situa­ción en Ypacaraí.

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