Por Santiago Rodríguez
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Ayer concluyó la etapa de postulación para el cuestionado llamado a contratación de personal para 220 cargos en la entidad binacional Itaipú, a través del Proceso Selectivo Externo (PSE). La masiva convocatoria se da en plena etapa de transición de gobierno, con lo que se desató una lluvia de críticas en las que se advierten de posible “cocinada” de cargos públicos antes del cambio de gobierno.
Es de destacar que, con este llamado, se busca ubicar el equivalente al 40 % de total de contrataciones que realizó Itaipú Binacional en los últimos 7 años por vía del PSE.
Las quejas primeramente se centraban en los requerimientos del llamado que parecieran, en algunos casos, haber sido preparados con calzador para algunos colaboradores de la hidroeléctrica cuyos números de cédula fueron identificados en la lista de “Inscripciones Provisorias” en el portal del Proceso Selectivo Externo.
Tal es el caso de Dializ Riquelme de González, funcionaria del Parque Tecnológico de Itaipú (PTI), quien concursa por el puesto de gestora de proyectos; igualmente Tiffany Kamila Peña Montiel, que aparece en videos institucionales como guía turística de la hidroeléctrica y ahora figura como un aspirante para ocupar el único cargo disponible para periodista júnior.
Otro de los funcionarios de la binacional que buscan ocupar uno de los 220 vacantes promocionados por la hidroeléctrica es Aníbal Brizueña, guardia de seguridad que según las denuncias ya se encuentra haciendo prácticas en la institución.
Otra aspirante, en su caso para el cargo de “Gestor de turismo – Arquitecto”, es Liz Tatiana Aquino Garay, quien también figura como parte del equipo Asesoría de Turismo de la institución, a cargo del superintendente de Turismo, Juan Azuaga, amigo personal del sindicado acosador, Gerardo Soria, quien en redes sociales promociona intensamente la masiva contratación.
Un dato no menor es que Azuaga es presidente de la Fundación Ambiental (Funam), ONG donde se dictan cursos de capacitación como el que otorga el diplomado en Gestión de Proyectos Turísticos Sustentables, coincidentemente, que es llamativamente, requisito recurrente entre varios cargos disponibles.
Con esto se deja ver que el llamativo concurso que al principio parecía traer esperanza a los miles de profesionales que hoy se encuentran sin sustento, en realidad es una suerte de concurso de desprecarización donde varios funcionarios ya acomodados en la binacional se postulan nuevamente en una suerte de perversa infiltración. En varios casos, hay solo 1 o 2 puestos disponibles y esto apunta que ya hay dueños de los cargos.
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