Santiago Rodríguez, santiago.rodriguez@nacionmedia.com
A menos de una semana para las elecciones generales la organización creada por la candidata de la Concertación Nacional, Soledad Núñez, y actualmente dirigida por sus leales, se prepara para realizar el monitoreo de los comicios donde tanto ella como su esposo Bruno Defelippe pugnarán por cargos públicos. Entre sus filas, la ONG tiene a varios operadores de la chapa “del cambio” quienes muestran su favoritismo a través de las redes sociales.
La ONG Alma Cívica, ligada fuertemente a los candidatos de la Concertación Nacional, Soledad Núñez, quien busca la Vicepresidencia de la República, y Bruno Defelippe, aspirante al Senado, sigue reclutando voluntarios para controlar los comicios del próximo 30 de abril a través de sus redes sociales pese a que el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) le negara la participación en carácter de observadores nacionales.
Esto es especialmente preocupante al considerar que dentro de las filas de la ONG creada por Soledad Núñez se esparcen cada vez más operadores de la Concertación que promocionan a viva voz su preferencia hacia la chapa de sus candidatos y ridiculizan, atacan y hasta niegan cualquier otra propuesta política como la de la Asociación Nacional Republicana (ANR). Un notorio caso es el de Fernando Maidana Benegas, coordinador de la referida oenegé que dicta clases de gobernanza y a través de sus publicaciones en redes sociales refiere que votar a la ANR es “votar a la narcopolítica” y señala que la única opción es votar por los candidatos de su preferencia.
La lista de operadores sigue con la candidata a diputada por Central, Ilusión Peralta, que al igual que los mencionados anteriormente participó de la Misión de Observación Electoral Nacional en el 2021 bajo la dirección de Soledad Núñez en ese entonces. La misma es del equipo de Kattya González, se postula por el Encuentro Nacional y es una militante política muy activa en redes sociales.
Otro de los observadores de Alma Cívica en las elecciones municipales del 2021 que muestra claramente sus preferencias políticas es el cofundador de esta ONG, Diego Sosa Maciel. Actualmente aparece como parte del equipo de comunicación de la campaña electoral de la Concertación. Hay que mencionar además que Sosa Maciel está ligado a Agendia, el emprendimiento consistente en premios de G. 50 millones en el Mitic, concursos articulados por Bruno Defelippe a través de Koga en el Mitic. Así también, el esposo de Soledad figura en consultoría por proyecto Agendia en la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Selene Rodríguez Alcalá es otra de las seguidoras políticas que muestra su favoritismo en redes sociales y participó en el 2021 como observadora de Alma Cívica. Ernesto Rojas, quien alienta el voto para la chapa “del cambio”, mientras ataca a la ANR en sus publicaciones de Twitter, es otro operador político que funge de observador en redes sociales de la ONG.
NO RINDEN CUENTAS
Hay que recordar que la participación de Alma Cívica como observadores de los próximos comicios fue denegado por el TSJE justamente porque entre su comisión directiva figura uno de los candidatos de la referida organización política, Bruno Defelippe.
Es además importante resaltar que, hasta el momento, la ONG evade transparentar el origen los fondos utilizados para la realización de la MOEN en el 2021, en el TSJE tampoco saben cómo se financió el despliegue de 2.000 voluntarios.
Al respecto, la actual directora ejecutiva de Alma Cívica, Olga Caballero Bernal, en comunicación con la Unidad de Investigación de Nación Media señaló que facilitaría la rendición de los gastos mencionados, sin embargo, hasta la fecha eso solo quedó en una promesa sin cumplir.
UNA MÁS DEL ESQUEMA
Hay que resaltar que Alma Cívica es solo una de las organizaciones articuladas por el clan Núñez – Defelippe, que bajo el manto del emprendedurismo y supuestas causas sociales, no hacen más que recaudar millones de dólares detrás de proyectos públicos, en los que existe delineamiento de una agenda internacional, pero reciben una fuerte contrapartida del fondo local; es decir, dinero de los contribuyentes.