Un esquema en el que una empresa consultora de Bruno Defelippe, esposo de la candidata a vicepresidente Soledad Núñez, acapara asesoramientos detrás de proyectos públicos sin pasar por Contrataciones Públicas, extensivos a los amigos y en el que la industria de las ONG ha sido un factor articulador de algunos contratos, como en el caso de las bicisendas adjudicada a un aliado oenegeísta. En medio del conglomerado de ONG está Alma Cívica, creada por la dupla de Efraín Alegre, hoy día manejada por leales de la pareja, minada de operadores políticos de la Concertación que se financian con millonarios fondos provenientes principalmente del extranjero, ejecutados en la oscuridad administrativa pese a los pedidos de informe y compromisos de transparencia.

Los voluntarios de la observación electo­ral de la ONG Alma Cívica, así como funciona­rios de esta empresa que apa­recen en redes sociales como verdaderos operadores políti­cos de la Concertación Nacio­nal, principalmente de Sole­dad Núñez y su esposo, Bruno Defelippe, sugieren la misión de monitoreo como una farsa, ya que son fanáticos del grupo político, en algunos casos per­ciben salario de la institución administrada e integrada por leales de la pareja y en otros asumen haber recibido favo­res de los mismos.

Con los jugosos contratos detrás de proyectos públicos del esposo de Soledad y de algunos amigos oenegeístas, varios voluntarios identifica­dos como observadores resul­taron ser verdaderos opera­dores de la Concertación. Se manifestaron en redes con la intención de defender el modus operandi, pero ter­minaron condenando más el esquema ya que pertenecen al club de beneficiados en algún proyecto de Koga, empresa de Defelippe, y en otros casos son parte de la ONG y reci­ben paga como responsables de los cursos solventados con financiación de organismos extranjeros, lo que revela que Alma Cívica tiene inclinacio­nes políticas.

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Fernando Maidana, coordinador de programa de ONG creada por Soledad Núñez y que es financiado por PNUD, pide votar por la Concertación.

Ya es sabido que Defelippe vende consultorías detrás de algún proyecto público en los que aparece como articu­lador y así como él, varios de sus amigos distribuidos en ONG satélites coinciden en el privilegio. Se adjudicó de manera directa en Conacyt o detrás del proyecto con el que se benefició algún amigo suyo, como el caso de Diego Sosa Maciel, vinculado al proyecto Agendia, benefi­ciario de Conacyt, Mitic, que asesora Defelippe, en el primer caso. Esto sin contar la pila de contratos a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), puen­teando a Contrataciones Públicas como el concurso en Ciudad Mujer, desarro­llo de marca para las cárce­les, etc.

En la selecta rosca de oene­geístas aliados se pueden mencionar los publicistas Camilo Guanes y Rodrigo Weiberlen, socios de Defe­lippe en Koga, que integran junto con él otro organismo no gubernamental que es la Asociación de Emprende­dores del Paraguay (Asepy), que constituye el brazo polí­tico con el objetivo de impul­sar fondos para emprende­durismo o proyectos como la bicisenda, etc.

En círculo, Bruno Defelippe y Luis Godoy Bonini, ambos de Sendas Py, ONG de bicisendas. Godoy a la vez es director de OCA Arquitectura, adjudicada con proyecto para Bicisendas.

Guanes y Weiberlen, con Oni­ria, se llevaron unos G. 2.352 millones de Itaipú sin licita­ción por asesoría de comuni­cación, materiales visuales, y también son consultores favoritos del BID en el pro­yecto de la Agenda Digital costeada con una deuda país de US$ 130 millones, preci­samente a través del mencio­nado organismo.

En paralelo a lo señalado, aparecen operadores como observadores de la ONG Alma Cívica, que hoy día tiene como directora ejecutiva a Olga Caballero, asociada a OCA Arquitectura, adjudi­cada para proyecto Bicisen­das y en la que está otro amigo oenegeísta afín, Luis Godoy Bonini. Una de las fanáticas seguidoras políticas es Selene Rodríguez Alcalá, por cierto, destacada becaria del pro­grama Becal que en redes dijo haber sido beneficiaria de uno de los proyectos de Koga, empresa de Defelippe, y luego se convirtió en obser­vadora de la ONG de la pareja de políticos.

Diego Sosa Maciel, beneficia­rio de Agendia, proyecto que asesora Defelippe, es uno de los socios fundadores de Alma Cívica, fuerte operador de la Concertación, y es su socio comercial, obviamente; ade­más de observador electoral de la ONG.

Fernando Maidana, que en el pasado ya estaba involucrado en un proyecto que guarda relación con uso de bicicletas a través del Ministerio de la Vivienda, es coordinador de uno de los cursos políticos de Alma Cívica que cuenta con apoyo del Programa de las Naciones Unidas (PNUD), es otro que opera fuerte por la Concertación en redes sociales.

Selene Rodríguez, beneficiaria de proyectos de empresa de Defelippe, fanática de la Concertación y observadora electoral de Alma Cívica.

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