Marlene “Chispita” Orué, una de las sindicadas incendiarias del Congreso Nacional, y su pareja Armando Sosa Traverzzi, sostenidos con jugosos honorarios por la administración de Efraín Alegre, terminan convirtiendo en banquete dinero de los contribuyentes. Saltan facturas hasta en vísperas de fin de año.
- Por Santiago Rodríguez
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Una de las sindicadas cabecillas de la quema del Congreso Nacional en el 2017 es Marlene “Chispita” Orué, tanto ella como su pareja, Armando Sosa Traverzzi se cuelgan de jugosos honorarios pagados por la administración del titular del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre, gracias a cursos de capacitación a simpatizantes.
Según el informe de gastos presentados del PLRA publicado en el portal de Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), la pareja se alzó con G. 172 millones en concepto de cursos de capacitación entre el 2019 y el 2021. Hay que mencionar que actualmente el partido administrado por Alegre se encuentra en una fuerte crisis económica debido a deudas con sus compradores de bonos y, por tanto, los únicos fondos estatales que recibe dicho partido son los destinados a estas capacitaciones, recursos con los que se mantiene a sus operadores e incendiarios del Congreso.
Según las planillas de gastos, tanto “Chispita” como su pareja emitieron hasta 5 facturas en una misma fecha en cada caso. Entre ellas se puede citar, la del 4 de diciembre del 2019, en las que a nombre de “Chispita” figuran G. 24.500.000 y de Armando Sosa G. 19.110.000, por lo que en conjunto en ese día facturaron G. 43.610.000.
Lo mismo ocurrió el 31 de diciembre del 2019, cuando en conjunto facturaron G. 6.250.000 apenas unas horas antes de las fiestas de fin de año; también el 30 de julio del 2021 (G. 28.190.000), el 17 de setiembre del 2021 (G. 4.000.000) y el 21 de octubre del 2021 (G. 26.920.000).
De esta forma se puede ver cómo operan los “profesores” del partido administrado por Efraín Alegre que recorren el país pregonando un supuesto cambio cuando en realidad tales capacitaciones quedan limitadas a un pequeño grupo de simpatizantes, convirtiéndose en un festín para los allegados del candidato de la oposición.
Es de resaltar que tanto “Chispita” como su pareja, son fuertes operadores, apoderados del PLRA e incluso, Orué, es reconocida como una de las fanáticas más allegadas a Alegre, se pasa despotricando contra la corrupción, dice que no tiene patrón, mientras factura millones a costa de los contribuyentes.
En su antecedente se registra un caso de rebeldía tras ausentarse en su juicio durante el proceso de la causa de la quema del Congreso y por tanto, tuvo que pagar una multa de G. 60 millones, “por estar en Encarnación”, según declaraciones de su defensa. Si tiene una fuente de ingreso facilitado por Efraín Alegre, gracias a la plata dulce que proviene del bolsillo de los contribuyentes, gente como “Chispita” puede desafiar como quiere a la justicia, a las normas porque tiene cómo solventar sus infracciones.