El pasado 18 de enero, el candidato a presidente de la República por la Concertación Nacional, Efraín Alegre, cumplía 60 años de vida en medio de una campaña electoral que le juega más en contra que a favor, ya que se vale de recursos a los que no está muy apegado como es el trabajo, utilizando a gente que sí conoce el sacrificio de mantenerse mediante el esfuerzo diario.

Además de las críti­cas que recibió por el teatro de trabajar imitando picar piedras, lle­vando una carretilla, etc., hay que recordar que los cargos públicos que ocupó desde que se agarró del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) cuando tenía 20 años; hace exactamente una década que no se sabe en qué trabaja Efraín Alegre tras dejar esos puestos con los que se privile­gió y menos aún cómo se sos­tiene o financia sus diferen­tes campañas políticas, por cierto todas con resultados negativos para él.

Tiene título de abogado, pero nunca se lo vio peleando por un expediente en el Poder Judicial. Se acomodó en el PLRA y vive de la política, hace 40 años.

Versiones de Efraín Alegre en la realidad y en la política.FOTO:GENTILEZA

En estos días, ironizó un saludo a nuestro medio tras las publicaciones de la ola de burlas sobre su papel de “trabajador” en campaña política. Sin embargo, no responde cómo mantiene su buen pasar y cómo su familia fue constituyendo redes de exitosos negocios, coinciden­temente tras su paso por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), donde estuvo como ministro.

Tres períodos en el Con­greso, el último entrecor­tado, ya que pidió permiso para ocupar su cargo en el MOPC y con esto es uno de los favorecidos del beneficio conocido como “jubilación vip”. Critica los privilegios en el Estado, hace poco se despachó contra el funciona­riado público, sin embargo, él es uno de esos afortuna­dos que con la mitad de años de trabajo y aporte que debe realizar un empleado común ya cobra una jubilación bas­tante jugosa de G. 12,6 millo­nes al mes.

Imponente casa de descanso en San Bernardino registrada a nombre de la mujer, valuada en su momento en unos US$ 85.000, tras los pasos de Efraín Alegre por el MOPC.

RIQUEZA

El apellido de Efraín le hace honor a su día a día. Tiene un pasar, sin dudas alegre pese a que se desconoce cómo se sostiene económi­camente. Esto en medio de la riqueza acumulada por la esposa, quien religio­samente lo acompaña en sus actividades políticas. Nuestro diario había evi­denciado el modo de vivir de Efraín. Un tipo que bási­camente cumple con tareas domésticas, choferea a la esposa, atiende las gestio­nes en casa.

La esposa, Myrian Irún, sin embargo aprovechó el tiempo y erigió su imperio inmobiliario, llamativa­mente con capitales en con­siderable aumento en tiem­pos en que Efraín concluía su período de ministro de Obras Públicas y Comuni­caciones.

Documentos públicos reve­lan que empresas inmobilia­rias donde estaba como accio­nista la esposa de Alegre, que tenían capital de G. 10 millones hasta el 2009, generaba ganancias con aumento de capital a G. 1.500 millones al cierre del 2013. Nuestro diario encontró imponen­tes residencias, casa de des­canso como parte del alegre pasar de Efraín, pero con la cara visible de la mujer como propietaria.­

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