Luego de perder el 40% de la producción en el 2022 a causa de los retrasos en la obra del nuevo tren de molienda en la Planta Alcoholera de Mauricio José Troche de Petropar, el representante de los cultivadores de caña de azúcar, Édgar Ortiz, indicó que los 1.800 productores trochenses requieren apoyo en fertilizante por valor de G. 19.200 millones para prepararse para la siguiente zafra. Desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería mencionan que el monto solicitado es demasiado elevado y siguen analizando el monto que en concepto de apoyo podrán brindar a la asociación.
- Por Santiago Rodríguez
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El 2022 representó un año duro en materia económica para los productores de caña dulce de la localidad de Mauricio José Troche, quienes perdieron el 40% de su producción (G. 122.500 millones), debido al retraso en las obras para el nuevo tren de molienda licitado por Petróleos Paraguayos (Petropar). Debido a esto el presidente de la Asociación de Cañicultores de Troche, Édgar Ortiz, comentó que desde su gremio solicitaron al Estado fertilizante por valor de G. 19.200 millones en concepto de ayuda para prepararse para la siguiente zafra.
Según Ortiz, existe un total de 12.000 hectáreas de plantación de caña dulce registradas en la localidad, y el año anterior se alcanzó una producción de 800.000 toneladas, de las cuales la Planta Alcoholera de Petropar apenas pudo procesar 300.000 generando una enorme pérdida. Debido a esta situación, hoy los agricultores deben rebuscarse por estrategias que los ayude a cubrir los gastos, ya que, por cada hectárea de plantación, se requieren 600 kilogramos de abono para una óptima fertilización del suelo, según explicó el agricultor.
“Dependiendo de la tierra con una buena fertilización se puede incluso alcanzar las 100 toneladas por hectárea”, explicó el cañicultor y mencionó que actualmente los cultivadores están poniendo apenas el 50% del abono necesario debido a la situación en la que se encuentran. Sin embargo, explicó que con esa cantidad de fertilizante no se estaría llegando ni siquiera a las 50 toneladas de materia prima por hectárea, lo que significaría una nueva pérdida para los 1.800 productores registrados.
En ese sentido, el gremio solicitó asistencia al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para que apoye con 200 kilogramos de fertilizante por hectárea, con lo cual, según Ortiz, igualmente no alcanzarían la cantidad ideal de abono que requieren, pero sí se podría alcanzar una cosecha aceptable de al menos unas 60 toneladas por lote con lo cual sí podrían conseguir una ganancia.
“No es mucho, pero por lo menos ya podemos salvar algo con eso, para no perder la producción”, sostuvo el cañicultor.
Al respecto, el jefe del Departamento de Agroenergía del MAG, ingeniero Crispín Arévalos, expresó que desde la cartera de Estado están al tanto de la situación en la que se encuentran dichos productores y que están analizando la cantidad de fertilizantes con los que podrán apoyar a los mismos.
“Estamos previendo un apoyo para ellos, la cantidad aún no tenemos definida debido a que los precios de los insumos aumentaron. Por eso, primeramente, debemos definir con base en el presupuesto que tenemos”, dijo el ingeniero y añadió que la cantidad solicitada por los afectados es “demasiado grande” y que difícilmente puedan cumplir en su totalidad, y que el total del aporte aún está a definirse.
Asimismo, Arévalos mencionó que no sabría decir un tiempo exacto en el que los agricultores recibirían los insumos solicitados. Mientras tanto, los cañicultores deberán seguir buscando estrategias de auxilio con las cuales puedan salvar la siguiente cosecha, ya que no hubo forma de salvar la producción perdida a causa de los retrasos en la obra licitada por la petrolera estatal.
Hay que recordar que la situación en la que se encuentran los cañicultores de Troche se debe principalmente al retraso en la construcción de la nueva línea de molienda de caña de azúcar en la Planta Alcoholera de Petropar. Para dicha obra, la estatal desembolsó US$ 6 millones en concepto de anticipo para la empresa adjudicada, Estructura Ingeniería SA (EISA).
Según el cronograma de trabajo fijado en el contrato, dicha obra ya debería estar en etapa conclusiva; sin embargo, según los lugareños, hasta ahora en el sitio solo se puede observar un enorme terraplenado que es utilizado como estacionamiento por los funcionarios de la institución.