El abogado Enrique López Arce explicó que mientras que en Paraguay escasea la mano de obra en mandos medios, la educación tradicional empuja a que todos apunten a cursar carreras universitarias que muchas veces ya no cuentan con salida laboral. Sostiene que esto se debe a una falta de estudio de la demanda de fuerza de trabajo requerida, y que el próximo gobierno tendrá que tener en cuenta para el desafío de disminuir el alto índice de desempleo alcanzado en los últimos años.

Actualmente en Para­guay existen 426 mil compatriotas con problemas de empleo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), situación que para el abogado especialista en lo laboral, Enrique López Arce, se da por una falta de plani­ficación estratégica a la hora de formar a los profesionales en base a las necesidades de cada departamento.

El experto puntuó que debido a esta falta de pla­nificación hoy existen 5.000 profesionales en cri­minalística y alrededor de 2.500 enfermeros que no cuentan con un lugar de trabajo, y este número va en aumento mientras que en el país lo que se está necesitando es incremen­tar la cantidad de mano de obra en mandos medios como son técnicos farma­céuticos o de aires acondi­cionados, plomeros, elec­tricistas, entre otros.

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Enrique López Arce, abogado.

“Esto ocurre porque nues­tra educación tradicional insiste incluso a los más humildes, que no tienen mucho dinero en el bolsillo, a que deben apuntar a carreras universitarias”, mencionó. El analista agregó que lo más recomendable para personas con escasos recursos no es necesariamente apuntar a la educación universitaria, sino más bien enfocarse en oficios que requieran de un periodo menor de formación y con mayor salida laboral, con el fin de generar ingre­sos, y recién después mirar a la universidad.

“Tenemos una gran mayoría de bachilleres humanísticos, básicos o sociales, pero muy pocos bachilleratos técnicos, cuando lo que nos faltan son mecánicos, plomeros o téc­nicos de aires acondiciona­dos”, dijo el abogado.

Asimismo, se refirió sobre las carreras universitarias denominadas de autoem­pleo, como son nutrición o derecho, de los cuales si bien solo 1 de cada 10 egre­sados son contratados por empresas ya establecidas, los otros 9 formados deben rebuscarse para abrir sus propios consultorios médi­cos o estudios jurídicos debido a que la cantidad de profesionales en esas áreas supera la demanda actual en las empresas.

“Arquitectura también, no es que una empresa le va a contratar. De cada 10 egre­sados solo a 1 le contrata una empresa, los otros 9 deben ofrecer sus servicios para construir una casa, una pis­cina, y por eso se les con­trata”, añadió el profesional.

En ese sentido, López Arce resaltó que para que evi­tar este desbalance entre la oferta de mano de obra y la cantidad de vacancias labo­rales, o que falten técnicos como mencionaba ante­riormente, es necesario un mapa de empleo en el que se identifiquen cuáles son las especialidades mayormente requeridas en cada departa­mento, ya que, como resaltó “no es lo mismo lo que ocurre en Amambay a lo que pasa en Central o en Alto Para­guay. Es diferente el empleo urbano del rural”.

Para lograr este mapa en el que se diferencie cuáles son las necesidades de cada zona, el abogado mencionó que es de vital importancia que la Agencia Nacional de Acre­ditación y Evaluación de la Educación Superior (Aneaes) realice un análisis de cuántos de los egresados están traba­jando en su profesión luego de un año de recibirse, cuán­tos no trabajan y cuántos son empleados en otros rubros, esto con el objetivo de identi­ficar cuáles son las especiali­dades “faltantes y sobrantes” en cada región del país.

“Este informe serio no tenemos hoy, sí tenemos unos estudios prelimina­res hechos para algunas carreras, pero nos falta un informe más completo para elaborar ese mapa”, remarcó el especialista.

López Arce finalizó subra­yando que la elaboración tanto de este análisis por parte de la Aneaes como el mapa laboral como parte de una política pública del Estado son unos de los desafíos que deberá afron­tar el próximo gobierno con la misión de disminuir el amplio índice de desempleo actual.

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