Quedan unos ocho meses para que Mario Abdo Benítez abandone el Palacio de López, dejando un período administrativo marcado por cuestionamientos en escandalosas compras públicas, actas secretas y acuerdos entreguistas, falta de insumos médicos y vacunas durante la etapa más cruel de la pandemia, y la prioridad de construcción de rutas que le permitió acumular fortunas manejando la estructura del Estado. Este escenario provocó indudablemente que el proyecto político abdista fracase en las elecciones del domingo último, y fue el que más duro revés recibió en su candidatura a presidente de la Junta de Gobierno.

  • Unidad de Investigación Nación Media

Hace más de 500 años Nicolás Maquiavelo ya sostenía que al pue­blo resulta fácil de convencerle de una cosa, pero difícilmente se los mantenga convencidos con el transcurrir del tiempo, sobre todo cuando las accio­nes son tan vehementemente reprochables. En el 2018 Mario Abdo Benítez logró convencer al pueblo colorado y luego en las generales a todos los paragua­yos que podría ser una figura alejada de los vicios y defensor de los altos intereses nacio­nales. Sin embargo, es impo­sible a más de cuatro años de su asunción darle otro voto de confianza tras tantos escánda­los de corrupción y actos entre­guistas que se sucedieron en esta etapa.

CORRUPCIÓN Y PANDEMIA

La llegada de la pandemia generó una fuerte crisis eco­nómica y sanitaria, pero, aun­que la vida de miles de para­guayos estaba en juego desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social se facilitó un esquema para direccionar lici­taciones a proveedores amigos y utilizar con discrecionalidad los recursos.

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Aunque a pesar de la fuerte crisis económica que sacu­dió al Paraguay, la que siem­pre quedó bien parada fue la familia presidencial. En los últimos cuatro años que la empresa de Abdo, Almace­namiento y Distribución de Asfaltos SA (Aldia), multi­plicó sus ganancias gracias a las licitaciones en serie que desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) se llevaron adelante para la construcción de rutas, por más que la prioridad en el contexto de pandemia haya sido otra. Durante el ejercicio fiscal 2021 generó utilidades netas de G. 92.647 millones, 13 veces más a las utilida­des netas que tuvo antes que Abdo llegue a la silla presi­dencial.

Otro de la familia que logró prosperar en pandemia fue su concuñado Flavio “Kike” Santander, y su ex esposa Fátima Díaz Benza ingresó al negocio de la industriali­zación del cannabis tras una extensión de licencias que se realizó por un decreto del Ejecutivo.

En este gobierno también se vio cómo se dilapidó el dinero del pueblo en procesos más que cuestionados, ejemplos son el caso de los limpiadores “mau” del Instituto de Pre­visión Social (IPS), o el tan esperado tren de molienda de Petropar, que hace más de un año que fue adjudicado pero que hasta ahora no se inicia­ron las obras en la planta de Mauricio José Troche, aunque se desembolsó US$ 6 millones de anticipo.

NARCOEXPORTACIÓN

El crimen organizado ha hecho de Paraguay su base de operaciones para el pro­cesamiento y posterior envío de cocaína al mundo, princi­palmente a Europa y África. Con la desarticulación de una unidad de inteligen­cia y control que la Secre­taría Nacional Antidrogas (Senad) tenía en los puer­tos fluviales se potenció. En los últimos años más de 57 toneladas de “cocaína para­guaya” ya fueron decomi­sadas en distintos proce­dimientos ejecutados por agencias internacionales.

ENTREGUISTA

Abdo también estuvo envuelto en escándalos donde estaban en juego la soberanía nacional. En cuanto a Itaipú se dieron dos fuertes atentados a los altos intereses nacionales, el pri­mero fue a pocos meses de asumir la Presidencia con el Acta Entreguista, donde se contemplaba sobrecostos a una cota de US$ 250 millones en perjuicio de los intereses del Paraguay.

En agosto pasado se aceptó la reducción de la tarifa de Itaipú en claro beneficio del vecino país, que contrata el 85% de la producción de la hidroeléctrica. En materia energética también este año se dio el caso de venta de com­bustible a Bolivia con rebajas incluidas y a menor costo de mercado local.

Donde también estuvo en juego los intereses econó­micos del Estado fue en otro acuerdo secreto extrajudicial para pagar US$ 7 millones a la empresa argentina de male­tín Texos Oil, que finalmente quedó estancado porque se decretó que era de cumpli­miento imposible.

Otro escándalo mundial son las negociaciones con el equipo de Juan Guaidó para saldar la deuda con Petró­leos de Venezuela SA (Pdvsa), revelado por el periódico estadounidense The Was­hington Post. Allí también estuvo involucrado un alle­gado a la familia presiden­cial, un abogado que pujaba por una comisión de US$ 26 millones.

Por razones dolorosas que defraudaron la confianza del electorado colorado una mayoría aplastante le dio la espalda a Abdo, y su pro­yecto político fue derrotado el domingo pasado.

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