- Por Rossana Escobar M. (rossana.escobar@nacionmedia.com)
En el peor año de COVID-19 en Paraguay, cuando la ciudadanía luchaba por sobrevivir, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, heredó una lujosa casa a los hijos de su primer matrimonio; uno de ellos es su representante en distribuidora que vende asfalto a contratistas del Estado.
El inmueble está ubicado en zona de la Recoleta de Asunción, dentro de una propiedad de 2.500 m2, fue adquirido en el 2003 y no consignado en su Declaración Jurada de Bienes al asumir el cargo de senador en el año 2013.
Esta propiedad, según actualizaciones registradas en Catastro, fue heredada a los dos hijos de su primer matrimonio en el 2020, lo que demuestra el foco de interés del mandatario durante la dura crisis sanitaria por el COVID–19, cuando miles de compatriotas suplicaban medicamentos en los hospitales y familias enteras quedaban enlutadas.
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Pese a ser el presidente de la República, Mario Abdo Benítez vive en un país muy distinto al que batallan miles de paraguayos que sobreviven con lo justo. Así sugieren los lujos que se pegaron el mandatario y su familia, con inversiones de millones de dólares, reparto de cotizados inmuebles y una empresa creada por el mismo con un meteórico ascenso, gracias a rutas impulsadas por su gobierno.
Son 4 lotes que suman 2.500 m2 según figura en el portal de Catastro. Una imponente residencia que abarca de calle a calle, con pileta, fue erigida en la propiedad en medio de una exuberante vegetación. Tiene un lote anexado, también con pileta, que según pudimos ver sirve para algunas visitas de relax.
Los mencionados inmuebles fueron adquiridos por el presidente Abdo antes de asumir como senador en el año 2013; sin embargo, los mismos no aparecen en su primera Declaración Jurada de Bienes ni en ninguna de las siguientes.
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Un documento oficial que llegó a nuestro poder señala que por escritura número 72 el hoy presidente de la República compró los 4 inmuebles a favor de sus dos hijos del primer matrimonio; es decir, de su unión con Fátima Díaz Benza. Es así que los herederos de la gigantesca residencia son Mario Abdo Benítez Díaz Benza y Santiago Abdo Díaz Benza, quienes a partir del 2020, tras la mayoría de edad, figuran como dueños de las cuentas corrientes 14-1140-12/13 y 14-1140- 06; 14-1140-09 de la zona de la Recoleta, en Asunción.
Referentes del sector inmobiliario consultados mencionaron que el precio por m² del terreno en la zona referida oscila los US$ 500, con lo que solo el valor de la tierra hoy ronda los US$ 1,2 millones. Misma cotización por m2 de construcción señalaron profesionales del sector, con lo que el valor del patrimonio fácilmente supera los US$ 2 millones.
Cabe recordar que en estos días, gracias a documentos proporcionados vía Ley de Acceso a la Información Pública, nos enteramos de que el presidente de la República puso como su representante en la distribuidora de asfalto que declaró hasta asumir el cargo precisamente a su hijo, Mario Abdo Díaz Benza.
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Esta empresa creció exponencialmente en ganancias durante su gobierno, de G. 6.695 millones de utilidad neta en el ejercicio 2017 subió a G. 92.647 millones en el 2021, solo en este período. La prosperidad de la empresa declarada por el presidente es gracias a la cantidad de asfalto que vende a las contratistas del Estado beneficiadas con multimillonarias licitaciones de construcción de rutas.
No declaró
¿Por qué la importante residencia no figura en las declaraciones juradas del presidente de la República? Desde la Contraloría General de la República indicaron que si los hijos eran menores en el tiempo que se presentó la manifestación de bienes, necesariamente se debía consignar el patrimonio; sin embargo, esto no sucedió en el caso de Abdo y la omisión quedó en la nada.
La primera declaración jurada de bienes de Abdo fue en julio del 2013, al asumir el cargo de senador. Los inmuebles fueron adquiridos antes de esta presentación. Sus hijos Santiago y Mario tenían 12 y 15 años en ese entonces, recién cumplieron la mayoría de edad en el 2016 y el 2019. Si rige lo mencionado por la Contraloría, en todas las declaraciones juradas del presidente debió haber manifestado los lotes citados más arriba.
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Cabe subrayar que el mandatario tiene 6 declaraciones juradas publicadas en el portal de la Contraloría. Figuran dos iguales del año 2013, otra del 2015, otra del 2016 y dos del año 2018, al darse de baja en el Congreso y al asumir la Presidencia de la República, pero en ninguna se registra la casa heredada a los hijos del primer matrimonio.
El artículo 3ro. de la Ley 5033 que reglamenta el artículo 104 de la Constitución Nacional de las Declaraciones Juradas de Bienes y Rentas de los funcionarios públicos refiere que debe consignarse el detalle de la totalidad de los bienes ajenos que administre o que se encuentren bajo su custodia. Sin embargo, Abdo Benítez no lo hizo.