El año en que el precandidato a la Vicepresidencia por el oficialismo estuvo como ministro de Educación (marzo 2021-marzo 2022) fue el ejercicio fiscal con menor ejecución presupuestaria para edificaciones y reparaciones, dejando escuelas en pésimas condiciones de infraestructura y provocando un importante recorte de fondos del Presupuesto General de la Nación 2022, según consta en reportes del Ministerio de Hacienda. Cuando en marzo pasado los escolares debían volver a clases, el entonces ministro Juan Manuel Brunetti se justificó diciendo que ni si “sumamos todos los fondos no son suficientes” para dejar los salones de aulas en condiciones; sin embargo, lo que tenía tampoco lo utilizó de manera eficiente y eficaz.
Unidad de Investigación Nación Media
La gestión de Juan Manuel Brunetti al frente del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) no solamente legó una infraestructura escolar en pésimas condiciones, sino que es aun peor, hubo recortes importantes del presupuesto para los rubros de construcciones y mantenimientos por la baja ejecución presupuestaria. Hablamos de G. 82.143 millones que se dejaron de asignar a la cartera.
Informes del Ministerio de Hacienda destacan que para el ejercicio fiscal 2021, al Ministerio de Educación se destinaron G. 174.810 millones para construcción de obras y G. 1.046 millones para reparaciones y mantenimientos edilicios. Como ya se mencionó en anteriores publicaciones, el actual precandidato a la Vicepresidencia solamente ejecutó el 28% de los recursos asignados en el Presupuesto General de la Nación.
Esta pésima gestión de inversión en infraestructura provocó que estos recursos, que ya eran escasos, terminen reduciéndose aún más para el PGN 2022, pues según lo consignado en el presupuesto vigente para construcción se destinaron G. 92.338 millones y para mantenimiento unos G. 1.374 millones. En global, estamos hablando de G. 82.143 millones menos, lo que en promedio representan 820 salones de clases nuevos.
La historia de la baja ejecución presupuestaria de Brunetti es conocida porque niños, niñas y adolescentes tuvieron que volver en el 2022 a la presencialidad, pero con salones de clases que no estaban en condiciones para albergar a los estudiantes.
Sin olvidar que el 2020 y 2021 fue un tiempo perdido para el sistema educativo, pues el MEC no invirtió en las mejoras edilicias o en la edificación de nuevas clases, aprovechando que el programa de estudios fue desarrollado en modalidad virtual.