La nueva línea de molienda en la planta de la petrolera estatal en Mauricio José Troche, anunciada con bombos y platillos por este gobierno, nunca inició. Un solo ladrillo fue colocado en el lugar donde a estas alturas la obra prácticamente ya debiera entrar en fase de inauguración. En mayo pasado, el ex presidente de Petropar, Denis Lichi, señalaba el inicio de la construcción; en junio, el presidente de la República realizó un tour por la fábrica para “verificar” los trabajos, todo fue para el show. Hasta ahora no hubo una sola pieza instalada, pese a un calendario establecido en el contrato.

Un calendario bien armado estructura en los papeles un cro­nograma perfecto de la nueva línea de molienda en la planta de Petropar en Mauricio José Troche, construcción que a estas alturas del año iba a sig­nificar un eje revolucionario en la producción de caña de azú­car en la zona y en todo Guairá. La expectativa hasta ahora es una fantasía y el molino nuevo adjudicado por US$ 28,7 millo­nes es un verdadero fantasma a un año de haberse firmado el contrato de la obra.

Un pliego de bases y condi­ciones (PBC) elaborado por la administración del ex pre­sidente de Petropar, Denis Lichi, refrendada luego por una resolución de adjudica­ción firmada por el actual titular de la petrolera esta­tal, Pedro Román Renna, dieron curso de manera ace­lerada al desembolso de G. 41.778 millones, unos US$ 6 millones, equivalente al 20% del valor del contrato en con­cepto de anticipo a favor de la empresa Estructura Inge­niería SA. (EISA), contratista favorita del Gobierno en los buenos tiempos del vicepre­sidente Hugo Velázquez.

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En mayo pasado, Denis Lichi anunció el inicio de obra en medio de un “momento histórico”.

Se apuró el anticipo, pero la ejecución de los trabajos está tardando más de la cuenta y a 12 meses de firmarse el con­trato, la construcción en sí no ha iniciado. El máximo trabajo realizado se tradujo en un terraplenado que sirve de estacionamiento para los transeúntes del lugar.

EL CONTRATO

Con el nuevo tren de molienda, se espera pasar de una molienda de 400.000 toneladas al año a 800.000, todavía se puede leer en una gacetilla de Petro­par difundida en noviembre del 2021 cuando informaron de la adjudicación. El contrato firmado el 9 de diciembre del 2021 entre Denis Lichi y (EISA) establece un cronograma de obra resumida en 12 meses, a partir del inicio de obra.

El presidente Mario Abdo y Denis Lichi, cuando verificaron los trabajos de una construcción que un año después de adjudicarse es un verdadero fantasma.

En mayo del 2022, Lichi y sus colaboradores hablaban de un “momento histórico”, anun­ciando el inicio de la obra para el nuevo tren de molienda en Troche. En junio de este año, los medios estatales también divulgaban gacetillas sobre la visita que realizó el presi­dente de la República, Mario Abdo Benítez, a la planta de Troche para verificar los tra­bajos. Todo fue show, hasta ahora no se ve una sola pieza del gigantesco molino que iba a dinamizar la economía de 40.000 familias del departa­mento de Guairá.

“La obra nunca se inició”, nos viene manifestando Édgar Ortiz del gremio de cañicul­tores de la zona del Guairá. “Hicieron un terraplenado, US$ 6 millones se llevaron esa gente y solo quedó un her­moso terraplenado”, viene lamentando el productor.

Según el contrato, con el ini­cio de obras en los primeros 6 meses se debieran ver algu­nas casetas, tinglados para la línea de molienda, etc. A los 8 meses, ya se hubieran insta­lado grandes maquinarias en el sitio, la instalación, como el acondicionamiento de los molinos, etc. Para así, en los últimos 3 meses, trabajar las automatizaciones, sistemas de protección contra descar­gas, correcciones y las prue­bas necesarias.

Para garantizar el fluido pro­ceso de la obra es que se incluyó el pago de un adelanto del 20% del monto del contrato. Este desembolso se había respal­dado con “la compra de equi­pos, maquinarias e instru­mentos de gran porte, en su mayoría fabricados en el exte­rior”, según se puede leer en el justificativo de anticipo publi­cado en el portal de la Direc­ción Nacional de Contratacio­nes Públicas (DNCP).

DNCP abrió una investigación por un supuesto incumplimiento de contrato.

Sin embargo, justamente sobre la adquisición de estas maqui­narias del exterior, el gremia­lista de los cañicultores, Ortiz, refirió que desde su organiza­ción realizaron sus averigua­ciones comunicándose con las empresas brasileras Simisa, Renk Zanini y Turbimaq, que debían encargarse de la fabri­cación de las mismas. Había mencionado que, desde las dos primeras, indicaron que los pedidos fueron suspendidos por falta de pago y en la tercera (Turbimaq) ni siquiera reci­bieron una orden de compra de parte de la contratista.

Sobre el tema, representan­tes de la estatal se reunie­ron junto con los agriculto­res para buscar una solución a la situación; sin embargo, tales conversaciones solo quedaron en eso, “reuniones y promesas, pero nada en con­creto”, según expresó Ortiz.

Vale resaltar que, según Ortiz, en la última reunión con la gente de Petropar, la encar­gada de la obra, Andrea Sán­chez, y el gerente de la planta de Petropar en Troche, inge­niero Sixto Paredes, mencio­naron que actualmente se encuentran buscando posibles financistas que estén intere­sados en apoyar la construc­ción debido a que la empresa contratista se declaró sin fon­dos luego de meses de haber cobrado el anticipo.

Por su parte, ante el claro incumplimiento de los pla­zos establecidos en el con­trato de la obra y los reclamos de los cañicultores afectados, el pasado 8 de noviembre la DNCP abrió una investiga­ción de oficio por un supuesto incumplimiento de contrato, el cual sigue en curso.

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