Los agentes especiales que tuvieron exponenciales incrementos patrimoniales que pasaron al freezer como para poner paño frío a la situación son Carlos Chamorro y su esposa Natalia Berenicce Bareiro, separados de la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). En tanto que el amigo íntimo de la pareja, Abelino Valdez Ruiz, quedó también sin cargo tras ocupar la Dirección General de Operaciones. Cabe subrayar que la mujer fue salpicada en el presunto ocultamiento de narcoaudios que comprometían a agentes de la Oficina Regional de Salto del Guairá, cuando justamente Valdez era cabeza de esta sede.
- Unidad de Investigación Nación Media
Como consecuencia de la presión de la serie de publicaciones sobre presuntos hechos de corrupción que involucran a los agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), la ministra Zully Rolón no tuvo otra alternativa más que separar de sus cargos a los cuestionados funcionarios y llevarlos al freezer, como una medida de poner paño frío a la situación, mientras pasa el terremoto que ya estimaba un alto jefe con el destape de las millonarias compras de un subordinado.
Carlos Chamorro y su esposa Natalia Berenicce Bareiro, al igual que Abelino Valdez, actualmente se encuentran sin un cargo específico. Además, desde la institución confirmaron que los mismos están bajo sumario administrativo, añadiendo que la Contraloría ya anunció un examen de correspondencia para estos agentes.
Chamorro y Bareiro prestaban servicios en la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) de la Senad, el primero fue desvinculado rápidamente de dicha dependencia luego de las reveladoras notas de La Nación Investiga que demostraron cómo él y su pareja, en 4 años, incrementaron en un 700% su patrimonio y el “mago de las finanzas” adquirió recientemente una camioneta Toyota Hilux 2023 de US$ 65 mil, cuando hasta julio del 2022 sus ingresos líquidos no llegaban a los G. 7 millones.
Esta lujosa adquisición es precisamente la que a su jefe del SIU, Daniel Fernández, le alertó que se volvería “un terremoto” cuando su entorno se entere. Es decir, la buena vida y las compras millonarias de Chamorro que no concuerdan con sus ingresos estaban a pleno conocimiento de las autoridades de la Senad, pero todas hicieron la vista gorda. La misma Rolón recibió hace unos meses el informe sobre el “mago” de las finanzas, pero cajoneó.
En tanto que Valdez tiene la gran suerte de encontrar terrenos en megaofertas, porque declara inmuebles por precios que están subvalorados, posee cuatro propiedades. También en medio de la crisis por la pandemia tiró la casa por la ventana en la lujosa fiesta por los quince años de su hija en el Complejo Las Takuaras. Desde su ingreso a la función pública, el ex director de Operaciones tuvo un incremento patrimonial de 10.769%.
Ahora los tres están en el freezer, sin una función específica, ya que fueron abiertos sumarios administrativos, además del examen de correspondencia que se ordenó de la Contraloría. Aunque en medio de este paño frío que Rolón pretende ponerle a la situación, al interior de la Senad se desarrolla una guerra “política, social y laboral” como declaró Chamorro.
NARCOAUDIO
En medio de su intento de defensa, la ministra de la Senad habló ayer de una persecución política hacia la institución, aunque en ningún momento cuestiona los peligros que representan tener agentes corruptos que trabajan en coordinación con el crimen organizado como evidencian los narcoaudios filtrados y publicados por La Nación Investiga.
Recordemos que Berenicce Bareiro, la última en ser apartada de SIU, fue salpicada por un supuesto ocultamiento de escuchas del 2018 que comprometían a agentes especiales de la Oficina Regional de Salto del Guairá, donde por entonces estaba como jefe su amigo Abelino Valdez Ruiz.
Se tratan de las secuencias 1008077620 y 1008079010 del caso Aguará, donde se escucha a narcos organizando el montaje de una “fabrica’i” para que los antidrogas se luzcan. La mujer declaró como analista en el juicio oral desarrollado entre el 2020 y 2021. Confirmó que esos audios no los incluyó en su informe final remitido a su entonces jefe de SIU Cristian Amarilla, como a los órganos jurisdiccionales.
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Más renuncias
La administración de Zully Graciela Rolón al frente de la Secretaría Nacional Antidrogas colapsó. Al interior de la institución se desarrolla una clase de guerra fría entre los agentes especiales, mientras se destapan más los supuestos hechos de corrupción. Grupos divididos en especies de logias pujan por el poder dentro de la entidad.
En medio de esta situación, agudizada en la última semana por los narcoaudios, demuestran que cajonearon grabaciones de gravísimos supuestos hechos de corrupción de ocultamiento de montaje con la colaboración de supuestos elementos del crimen organizado, delaciones y pedidos de coima. Ayer trascendió que otro alto jefe de la Senad está en proceso de renuncia al cargo para evitar investigaciones.