Arnaldo Giuzzio al frente de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) no profundizó investigación de sospechas hacia agentes especiales de la oficina Regional de Salto del Guairá que en escuchas son sindicados de planificar una operación falsa-positiva en contubernio con miembros del crimen organizado. Al contrario, promovió a Cristian Amarilla, jefe de Natalia Berenicce Bareiro, analista que eliminó prueba clave del montaje de cooperación de narcos para intervenciones institucionales, además de que la subalterna se mantuvo en puesto sensible, donde hacen tareas de inteligencia que es la Unidad de Inteligencia Sensible ( SIU). No hay que olvidar que la funcionaria es esposa del “mago de las finanzas” Carlos Chamorro Portillo.
- Unidad de Investigación
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Los presuntos involucrados en el ocultamiento de narcoaudios que comprometían a agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) se acomodaron en puestos sensibles de investigación contra el crimen organizado durante el gobierno de Mario Abdo Benítez. Las escuchas claves fueron encubiertas ya bajo la administración de Arnaldo Giuzzio y, a pesar de los antecedentes del desmantelamiento de la base regional de Salto del Guairá y los sumarios abiertos, con el entonces nuevo ministro los sospechados se reacomodaron en puestos privilegiados.
En julio del 2018 y en el marco del operativo Aguará, presuntos narcotraficantes fueron grabados por la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) de la Senad. En estos audios a los que tuvo acceso La Nación Investiga se escucha cómo estos coordinan el montaje de una supuesta fábrica de marihuana y detallan los montos de drogas a dejar abandonados para que los antidrogas de la oficina regional informen como resultado positivo.
La agente especial Berenicce Bareiro, esposa del “mago de las finanzas” Carlos Chamorro Portillo, fue la analista de las escuchas. Sin embargo, la mujer obvió incluir los audios en que los traficantes hablan del plan de “campaña institucional” que iban a realizar para que los antidrogas de Salto del Guairá se luzcan ante la opinión pública.
En el marco del juicio oral quedó comprobado que las secuencias 1008077620 y 1008079010 no fueron incluidas en el informe final que realizó Bareiro, entregado a su jefe Cristian Amarilla, entonces director de SIU/Senad, y luego remitido a los órganos jurisdiccionales.
“(Nombre inaudible) me llamó para armar algo para esos de la Senad, ¿No te dijo nada Chongo?”, consulta uno de los objetivos, quien explica que los de la Senad pidieron intervenir una “fabrica’i abandonada” que sería armada por los narcos en una colonia indígena.
Llamativamente en esos meses el jefe de la base regional de Salto del Guairá que se iba a quedar bien parado con la incautación falsa era el agente especial Abelino Valdez Ruiz, otro de los “magos de las finanzas” de la Senad y amigo íntimo de Chamorro y Bareiro. Se puede suponer que estas escuchas comprometerían al muy cercano compañero de trabajo de la pareja y posibilitaría el inicio de una causa judicial por presunta alianza con el crimen organizado.
Luego de la operación Aguará – Chase ejecutada el 1 de agosto del 2018, el entonces ministro de la Senad Hugo Vera desmanteló la base saltoguaireña y ordenó el sumario de Valdez y todos sus subalternos. Pero, cuando el 15 de agosto de aquel año asumió Arnaldo Giuzzio como ministro de la Senad, estas personas sospechadas de los falsos – positivos operativos antinarcos se reacomodaron en puestos clave de investigación.
Bareiro fue reconfirmada como analista de SIU, Chamorro que prestaba servicios por las regionales pasó también a la misma unidad, Amarilla se convirtió en director de Inteligencia Estratégica y Abelino Valdez hasta llegó a ser el director de Operaciones. A estos agentes la actual ministra Zully Rolón continúa protegiendo, tanto así que el “mago de las finanzas” hace una semana pasó a ser mano derecha del viceministro Esteban Caselli.
“HAY QUE DEPURAR LAS FUERZAS PÚBLICAS”
El senador patriaqueridista Stephan Rasmussen insistió en la necesidad de trabajar en la depuración de las fuerzas públicas, ya que primero hay denuncias de corrupción en la Policía y ahora también en la Senad.
“Acá hay que trabajar en depurar las fuerzas públicas, porque si Senad o la Policía o Aduanas o quien sea que tenga que controlar todo el tema del contrabando o del narcotráfico está metida con el mismo crimen organizado, el control no sirve para nada”, dijo el parlamentario durante una entrevista con GEN. Seguidamente insistió en que la formación de los agentes estatales es fundamental, así como tener políticas de depuración en las fuerzas de seguridad.
“Corrupción hay en todos lados, pero el problema más fuerte que tenemos en Paraguay es la impunidad. Se cometen los actos de corrupción, pero después hay impunidad, se le compra al juez, al fiscal, la Policía, Antinarcóticos o la Senad y es por eso que tenemos que fortalecer las instituciones y hay que separar los buenos de los malos agentes especiales y policiales”, remarcó el senador Rasmussen.