Mientras se desarrollaba la investigación que derivó en A Ultranza Py, los referentes del Gobierno en la lucha contra el narcotráfico se mostraban cercanos con supuestos narcotraficantes, pues Arnaldo Giuzzio mantenía reuniones con Marcus Vinicius y Zully Rolón firmaba convenios con Juan Carlos Ozorio, exdiputado hoy procesado. Más grave aún, a Lindomar Reges lo ocultaron de un informe de inteligencia, pese a ser de la misma estructura de Marset, esquema que perseguían.

Las filtraciones de informes de inteligencia siguen dando que hablar, puesto que al ir observando los detalles del inicio de los procesos de investigación saltan más y más hechos llamativos que fueron sucesos públicos y que involucran a los dos ministros de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) del gobierno de Mario Abdo Benítez.

La pesquisa de la estructura de tráfico de drogas montada en nuestro país por el supuesto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset se habría iniciado ya hacia el 2019, y con el avance del proceso esto derivó en el megaoperativo de A Ultranza Py, ejecutado el 22 de febrero del 2022.

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Pero en medio de todo el proceso investigativo, el exministro de la Senad y entonces ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, se reunía con el brasileño Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, quien sería el principal socio del capo narco del Brasil Lindomar Reges Furtado.

El exministro de la Senad y del Interior, Arnaldo Giuzzio, fue relacionado con un presunto jefe narco de Brasil, Marcus Vinicius. Foto: Gentileza

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Además, no solamente lo recibía para que Espíndola presente productos con la intención de ser proveedor del Estado al ofertar chalecos antibalas y vehículos blindados para la Policía Nacional, ya que incluso alquiló vehículos de su empresa para sus vacaciones del último diciembre en Brasil.

Pero mientras Giuzzio se paseaba por el vecino país, acá en Paraguay otro evento más que cuestionable se daba con la actual ministra de la Senad, Zully Rolón, quien además fue viceministra de Giuzzio y su recomendada para continuar al frente de la secretaría.

Lindomar Reges Furtado, con más de 67 procesos en el Brasil, que la Policía en la Operación Smart ligó a Marset y que según fuentes tiene como socio principal a Marcus Vinicius, no aparece en el reporte de inteligencia que la Senad remitió a la Fiscalía en el marco de A Ultranza Py. Es el mismo hombre que se escapó del Paraná Country Club de Alto Paraná cuando Rolón llegó con su equipo para ejecutar la Operación Turf.

Cuando se escapó Lindomar, dijo: “Nosotros teníamos a otra persona como objetivo principal, pero en el listado incluimos a Lindomar por pedido de las autoridades brasileñas”.

Convenio firmado por la Senad y Juan Carlos Ozorio, procesado por narcotráfico. Foto: Archivo

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Aunque no es el único episodio cuestionable, puesto que en diciembre del año pasado Zully Rolón aparece públicamente con el entonces diputado colorado Juan Carlos Ozorio para firmar un convenio entre la Senad y la Cooperativa San Cristóbal con la intención de implementar programas preventivos de consumo de drogas.

Es el mismo congresista que tras el megaoperativo y la filtración de sus audios termina renunciando como miembro de la Cámara Baja. Inmediatamente, los agentes del Ministerio Público lo procesan y piden su detención en el marco de la investigación de A Ultranza Py. Sin embargo, la actual ministra antidrogas solamente atinó a decir que desconocía de los nexos de Ozorio con el narcotráfico, al igual que no tenía conocimientos sobre las conexiones de Lindomar en Paraguay.

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