Hace 6 meses que la administración de Vicente Bataglia sostiene prácticamente en negro a empresas de Alberto Palumbo para asegurarle contrato de dos megalotes de limpieza en los que está como único oferente, que no está pudiendo adjudicar por el escándalo de los “limpiadores mau”.
El Instituto de Previsión Social (IPS) llamó a licitación de limpieza hace unos meses atrás por G. 109.000 millones, pero solo pudo adjudicar una parte correspondiente a G. 50.367 millones, la otra mayor parte que estaba lista para ser concedida a proveedoras de Alberto Palumbo, amigo del vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, quedó suspendida debido a las irregularidades que sacuden a la administración de Bataglia.
Palumbo, conocido como “pulpo” de la previsional por el acaparamiento de licitaciones, presentó ofertas por G. 70.500 millones y asegura unos G. 62.000 millones, por ser único postulante en dos lotes, cuya adjudicación fue suspendida por la previsional, ante las denuncias de favoritismo, “personal mau”, etc., que vienen tomando estado público.
En una suerte de asegurar el negocio, el IPS acudió a la maniobra de mantener sin contrato, sin una adenda, ni un solo papel a su contratista favorita desde hace 6 meses, hecho que va totalmente a contramano a los principios de eficiencia, calidad, competitividad, de las contrataciones públicas.
La situación, además de forzar pendientes de pagos, un servicio sin mayores responsabilidades, genera un desastre administrativo debido a que los desembolsos requerirán de más artilugios, porque en las condiciones actuales no se pueden emitir los códigos de contratación, según mencionaron desde la propia Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
La jugada que realizó el titular del IPS con consentimiento del Consejo arriesga a una gigantesca demanda contra la institución porque obviamente la contratista peleará el cobro. Cabe recordar que en los últimos cuatro años el IPS premió a Alberto Palumbo con adjudicaciones por unos G. 94.000 millones.