Hermanos, primos, sobrinos del cuestionado Gerardo Parodi entraron por la ventana a Petropar gracias a empresa contratista, y ante posible suspensión de nuevo llamado de G. 48.600 millones para tercerización, movilizó a los gremios.
- Por Santiago Rodríguez
- santiago.rodriguez@nacionmedia.com
El Consejo Intersindical de Petropar, donde se aglomeran los distintos gremios de funcionarios de la petrolera, se movilizó ante la amenaza de suspensión del llamado para contratación de una “firma especializada para el apoyo en la gestión de recursos humanos temporales”. Entre los movilizados se encuentra Gerardo Parodi, miembro del Sindicato de Trabajadores de Petropar (Sitrappar) y cabecilla del clan familiar presente en la nómina de empleados de la empresa Dynamus; es decir, favorecidos con estos puestos tercerizados.
Gerardo Parodi actualmente se desempeña como asesor del presidente Denis Lichi, tiene un salario que ronda los G. 21.776.036, según indica el portal de datos abiertos de la Función Pública. Puesto que le brindó de suficiente peso como para ubicar a su hermana, Pamela Monserrat Parodi Vargas, dentro de la empresa Dynamus, según se puede comprobar en la web de consulta del asegurado del Instituto de Previsión Social (IPS).
Sin embargo, su hermana no es la única que figura dentro de la nómina de la empresa tercerizada, sino que también está Diego Medina Parodi (primo), Roberin Ríos Parodi (sobrino), Ana Paula Parodi (hija), Scarlett Samaniego Parodi (sobrina) e Isaías Vargas Parodi (sobrino), todos ellos dentro de la empresa Dynamus, contratada para servicios tercerizados de personal en Petropar por G. 36.600 millones.
Por otra parte, también se puede mencionar el caso de Luis Beltran Guerin López, sindicalista que figura como jefe dentro de Petropar con un ingreso actual de G. 12.481.128. El mismo también tiene ubicado a un primo suyo, no dentro de la empresa privada, sino que dentro de la estatal misma. Se trata de Eugenio Guerin Salinas, quien se desempeña como asistente de jefe y percibe G. 12.596.827 dentro de la institución.
Esto deja ver el especial interés que se tiene en que el mencionado llamado a licitación siga su curso, ya que con él pueden colocar a sus allegados dentro de puestos privilegiados con dinero público que es la verdadera razón por la que se movilizaron las distintas agrupaciones de funcionarios para generar zozobra por supuestas amenazas de pérdida de empleos.
Hay que recordar que el llamado impulsado por la administración de Denis Lichi prevé el gasto de G. 48.600 millones, siendo que la misma convocante ya posee un contrato activo con el mismo fin hasta junio del año que viene y con el valor de G. 36.600 millones. Gasto que la petrolera cree prudente ante el “crecimiento desmedido” que argumentó el director de gabinete de presidencia, Wiliam Wilka.
Los sindicalistas hablan de “vital importancia para el funcionamiento de la empresa” la contratación de los tercerizados. Cabe subrayar que entre los puestos solicitados dentro de la licitación se encuentran cargos para operadores de call center, playeros, jefes de turno y personal administrativo.
Lo que no se entiende es por qué si son de “vital importancia” las contrataciones son temporales.
Vale aclarar que todos los nombres citados en esta nota corresponden igualmente, a parte de los 50 “monos” cuyos puestos de votación fueron trasladados hasta Cordillera, departamento donde el titular de Petropar es candidato por el movimiento oficialista Fuerza Republicana. Estos traslados se dieron mediante aumentos salariales y otros beneficios para los votantes.
Por otra parte, entre quienes fueron trasladados para votar en Cordillera, podemos encontrar a otros miembros de los distintos sindicatos de Petropar, como son: Emigdio Coronel Torales, Norman Willians Safstrand Ojeda, Hugo Arnaldo Ayala Argüello y Gustavo Enrique Arámbulo Cabrera. Todos ellos premiados con un incremento en sus ingresos dentro de la estatal luego de su “salto”.
NO ES LA PRIMERA VEZ
Esta no es la primera vez que Gerardo Parodi es señalado por ubicar a sus parientes gracias a sus contactos dentro de Petrotar. En el 2019 nuestro medio publicaba por medio de una investigación que Ernesto Antonio Parodi, hermano de Gerardo, figuraba como jefe, con un sueldo en ese entonces de más de G. 12 millones.
CON PRESIÓN DEFIENDEN MILLONARIO LLAMADO
Luego de que varias licitaciones de Petropar fueran frenadas en la Cámara de Senadores el pasado 9 de junio, la petrolera realizó de vuelta un llamado a licitación para la contratación de una firma especializada en gestión de recursos humanos temporales. En la mañana de ayer, el senador Enrique Riera intentó volver a detener este llamado.
“Esta sería la cuarta licitación que estamos suspendiendo de Petropar, justo en el momento en el que el combustible se disparó”, señaló Riera durante su intervención en la sesión ordinaria.
Por otra parte, agregó que “si juntáramos los G. 1.500 millones, los G. 6.000 millones, el 20% del negocio anterior, más esta de G. 48 mil millones, tenemos suficiente dinero para subsidiar el combustible y que no le cueste más al Estado paraguayo, entonces esta es una pésima administración”.
Sin embargo, pese a todos los argumentos expuestos, el pedido para tratar el tema sobre tablas no juntó los votos necesarios y fue desestimado.
Arman un show frente a la planta de Petropar
Tras las declaraciones de los senadores Enrique Riera y Eusebio Ramón Ayala días atrás, donde anunciaban sus intenciones de frenar el llamado por el cual Petropar busca la contratación de una nueva firma especializada en recursos humanos temporales, los distintos gremios sindicales de la petrolera se pronunciaron para advertir una desvinculación masiva de 260 funcionarios si es que este llamado se llegase a frenar.
Así, en la mañana de este jueves los distintos sindicatos de la estatal fueron convocados para montar un show en forma de manifestación con el cierre de portones en la planta de Petropar ubicada en Villa Elisa a fin de ejercer presión, ya que en esa misma mañana, en la Cámara de Senadores se presentaba la solicitud para frenar dicho llamado.
Los mismos argumentan que temen por la estabilidad laboral de sus compañeros, cuando dichos empleos están contemplados dentro del contrato entre Petropar y la empresa Dynamus. A dicho contrato le queda aún un año más de vigencia para que se cumplan los 30 meses establecidos.