El ex ministro Arnaldo Giuzzio, destituido por vinculaciones narco, dejó a un incondicional en un puesto de élite en el acceso a datos de inteligencia en investigaciones contra actividades criminales. Juan Manuel “JJ” Jara, alias Pepino, muy cuestionado por filtraciones de escuchas telefónicas que favorecieron a narcotraficantes, fue director de inteligencia de Giuzzio en la Senad, luego fue arreado por este al Ministerio del Interior cuando asumió como ministro y quedó en una función altamente sensible: “La Coordinación General con Organismos de Inteligencia”.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionemedia.com
Cayó por vinculaciones narco al descubrirse que recibió favores de presunto narcotraficante, uno de los más buscados por el Brasil, pero a pesar de esto, se puede decir que el ex ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y del Interior Arnaldo Giuzzio sigue manejando unidades de inteligencia de investigaciones contra actividades criminales, en las que se incluyen precisamente operaciones antinarcóticas.
En estos días reconfirmamos que Giuzzio frecuenta la Senad y se pasea por la institución como si fuera un funcionario en cumplimiento de sus obligaciones.
Aprovechando el beneficio que le otorga la Ley 6667 que rige para los ex altos funcionarios de la entidad antinarcótica de contar con servicio de seguridad hasta dos años después de haber dejado el cargo, abusa de su privilegio para seguir husmeando en la Senad, además de otras oficinas de inteligencia del Estado donde tiene infiltrado a un personaje clave en las pesquisas al crimen organizado, cuando precisamente el mismo fue destituido por su vínculo con Marcus Vinicius Espíndola, uno de los presuntos capos narcos de mayor interés del Brasil.
Giuzzio se había ido de vacaciones junto con su familia en un vehículo que le prestó Espíndola, sindicado narco a quien el ex ministro casi lo metió como proveedor en su ministerio.
Detrás del destape de las visitas frecuentes de Giuzzio a la Senad surgieron otros datos que comprometen la actividad de más instituciones. Hace exactamente una semana, se lo vio también marcando presencia en la Dirección de Inteligencia del Palacio de Gobierno, acompañado de Juan Manuel “JJ” Jara, alias Pepino, incondicional del ex ministro que quedó clavado en un puesto dentro del Ministerio del Interior creado exclusivamente para él.
“JJ” fue director de inteligencia de la Senad en los tiempos de Giuzzio y a quien este creó la “Coordinación General con Organismos de Inteligencia” en el Ministerio del Interior al asumir como ministro. Es así como, el incondicional se ubicó de intermediario entre las direcciones de Inteligencia y del Centro de Investigaciones contra Actividades Criminales (CIAC), accediendo de manera directa a informaciones concernientes a las pesquisas delictivas, al crimen organizado y a narcotraficantes.
Por su cargo, a “JJ” se lo ve participar en reuniones de élite donde se tratan temas muy delicados de seguridad, estrategias, convenios y programas transnacionales contra la delincuencia organizada. Este nexo es perfectamente reducible a una fuente de información privilegiada y reservada, más aún para una persona que recibió favores de implicado en narcotráfico al que puede interesar datos provenientes del Estado.
No hay que olvidar además los antecedentes de “negligencia” que salpicaron a la Senad en tiempos que se venían trabajando operativos antinarcóticos y cuando Giuzzio estaba al frente de esta institución junto con “JJ” como director de Inteligencia. El boicot al operativo Araí I es un ejemplo, un trabajo que llevó más de 4 años tuvo que frenarse en el 2020 al descubrirse que se filtraron informaciones concernientes a las escuchas telefónicas. Hasta hoy no hay ningún sumario sobre el caso, denunciaban colegas como el comunicador Alfredo Guachiré en redes sociales.
Los antecedentes, malos procedimientos y hasta favores narcos que afectan al ex ministro Giuzzio, bien pueden indicar el riesgo que corren las instituciones de combate al crimen organizado con la presencia e infiltración de sus leales. Por algo en el ministerio del Interior como la propia ministra de la Senad, Zully Rolón trataron de dar versiones que no dejen muy en evidencia las andanzas de Giuzzio ni de su incondicional.
La ministra de la Senad quiso alivianar la gravedad de las visitas de Giuzzio a su institución alegando que es solo para acercar el vehículo de su uso al mantenimiento. Mientras que, en el Ministerio del Interior nos costó obtener información sobre el cargo que ocupa “JJ”; después de muchas consultas a prensa y protocolo, nos confirmaron que es el coordinador de inteligencia de esta cartera.