Marcelo Pecci encabezó el año pasado el procedimiento de aprehensión de uno de los hombres más requeridos por la justicia americana sindicado de manejar una red de lavado de dinero proveniente de hechos ilícitos con base en Ciudad del Este, pero históricamente zafó de la Justicia debido a cuestionables labores fiscales que salpican incluso al hoy vicepresidente de la República por sospechosas actuaciones fiscales cuando fue adjunto de Alto Paraná.
El asesinado fiscal Marcelo Pecci capitaneó en agosto del año pasado un exitoso procedimiento en el que logró la aprehensión de Kassem Mohamad Hijazi, uno de los considerados como líder internacional del lavado de dinero proveniente del narcotráfico, quien estuvo bajo la lupa de la Justicia por casi dos décadas, pero cuestionables labores fiscales lo mantuvieron impune. Precisamente, esta captura generó hace un mes la orden judicial de extradición a los Estados Unidos del ciudadano brasileño de origen libanés.
El juez penal de Garantías especializado en Delitos Económicos, José Agustín Delmás, había ordenado el pasado 12 de abril la extradición del comerciante de origen libanés, pero la defensa apeló dicha resolución. Actualmente el expediente está en el Tribunal Especializado contra el Crimen y es en medio de esta decisiva instancia que se dio el asesinato del fiscal Pecci, días pasados en una playa de Cartagena.
El crimen a Pecci es considerado por especialistas del derecho y autoridades, como un mensaje por parte de la mafia a la Justicia paraguaya.
Pecci, como parte de la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico y Manuel Doldán, fiscal de Asuntos Internacionales impulsaron un exitoso procedimiento que la fiscal general del Estado, Sandra Quñónez, calificó en ese momento, como un hito importante en la lucha contra el crimen organizado y el lavado de activos, provenientes de actividades crimenales ya que el entonces detenido es un objetivo muy importante en la investigación llevada a cabo en la jurisdicción de los Estados Unidos con el apoyo del Ministerio Público del Paraguay.
No hay que olvidar que Kassem arrastra denuncias por esquemas de megaevasión y presunto lavado de dinero desde el 2004 con base en Ciudad del Este; sin embargo, fue blanqueado con ayuda de la Fiscalía en tiempos en que el hoy vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, era fiscal adjunto del Alto Paraná, según las investigaciones que trascendieron a través de la prensa. En esos tiempos ya, el descendiente libanés habría blanqueado unos US$ 3 millones.
Según la Cancillería, a Kassem Mohamad Hijazi se le atribuyen cargos de lavado de dinero. Sin embargo, la Justicia paraguaya lo blanqueó en el 2008, tras una serie de maniobras fiscales que caratularon la causa como evasión impositiva, no de lavado de dinero. La actuación de Hugo Velázquez fue muy cuestionada debido a selecciones de dictámenes periciales que terminaron favoreciendo al investigado.
Sobre el extraditable calificado como lavador de activos de alto nivel, pesan varios encubrimientos de blanqueo y el depósito de unos US$ 1.600.000 en 2018 y el 2020 en una veintena de bancos.