La Dirección Nacional de Transporte (Dinatran) tira la casa por la ventana en el recibimiento a los delegados del Mercosur para tratar los problemas del transporte. Pese a la vigencia de un decreto presidencial que prohíbe ostentaciones, incluidos los servicios de catering, así como regalos, la administración de Juan José Vidal licita compra de pines, banderines, calendarios y agendas para obsequiar. Esto sumado a los inflados precios de cafetería como la leche a G. 26.333 el litro y la limonada a G. 38.200 el litro.
El proceso de licitación de gastronomía y ceremonial a precios de oro en la Dinatran ignora la vigencia del Decreto Nº 4899 que reglamenta la Ley Nº 6622/20, por la cual el Ejecutivo establece medidas para racionalizar el gasto público y evitar los derroches de dinero en las instituciones públicas por la crisis sanitaria y económica en el país con la pandemia del covid-19.
Entre los puntos más llamativos del decreto se destaca la prohibición de adquirir obsequios destinados a los funcionarios o a personas ajenas a las instituciones. Sin embargo, en la Dinatran tienen 39 ítems en licitación para el servicio ceremonial, cuatro tipos de regalos que serán distribuidos a los participantes de las reuniones con las delegaciones del Mercosur.
En la lista de obsequios figuran banderas paraguayas hechas de ñandutí, a las cuales le asignan un costo total de G. 1.764.000, según consta en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP). Calendarios, pines con el logo de la Dinatran, que vaya a saber quién usará en el exterior, además de agendas personales son parte de la lista de regalos.
Los obsequios protocolares que son licitados por la Dinatran evaden por completo las medidas de ahorro que se implementaron en el país para mitigar los efectos económicos de la pandemia. Y el derroche no solo queda en ese detalle, sino en la adquisición de arreglos florales, que también quedó prohibida con la reglamentación.
LIMONADA DE ORO
Nuestro diario publicó ayer las comidas y bebidas a precios de oro en el marco de estas reuniones para debatir la problemática del transporte a nivel Mercosur.
Una locura. El precio de compra por litro de leche que se pone de referencia es G. 26.333, valor cuadruplicado con relación al mercado. Casi todos los alimentos ofertados están súper inflados.
El extremo del sobrecosto llega al punto de que prevén comprar limonada a G. 38.200 el litro, así como jugos de pomelo, naranja, durazno, etc.
En el llamado de servicio gastronómico con 27 ítems también sobresale el precio de los fríos y calientes, que por plato cotizan a G. 172.000, entre carnes, pastas, caldos, milanesas, canapés variados, arroz a la griega, entre otras opciones suntuosas.
Y no podemos dejar de mencionar que el plato de almuerzo por persona tiene un costo estimado de G. 93 mil, mientras que el “servicio de cocktail”, a G. 143.333 cada uno. La cena también está incluida y costará G. 113.333 por persona.
Por otra parte, el costo de la gaseosa de 500 ml y el de dos litros que incluyeron dentro de la lista también tienen costos llamativos. La primera, con un valor aproximado en el mercado de G. 5 mil, la Dinatran estableció a G. 10.600; mientras que la segunda, con valor que ronda los G. 11 mil en las góndolas de supermercados, fijaron a G. 18.217.
TITULAR DE DINATRAN AHORA DICE QUE TERMO DE LECHE NO ES DE 1 LITRO
En la mañana del lunes bien temprano se comunicó con nosotros el director nacional de Transporte, Juan José Vidal, diciendo que el termo que se utilizará para cotizar la leche no contiene 1 litro como en un principio había señalado.
Días atrás, en conversación con Vidal, al ser consultado sobre cómo se realizará la cotización por termo, mencionó que el termo que se utiliza en eventos protocolares tiene un litro, tanto para el café como para la leche; sin embargo, ahora dice que no es así.
El cambio de versión de Vidal se contradice con los papeles. El pliego de bases y condiciones expresamente señala lo siguiente: “Provisión de leche: entera y descremada por litro, debe ser servido en reuniones”. Será proveído en termos.
El pésimo servicio del transporte público es un problema que lleva a cuestas la Dinatran hace años. Sin embargo, hoy existen en su agenda otras prioridades en qué invertir y los únicos perjudicados son los mismos que van a terminar pagando el banquete de oro de la Dinatran: los contribuyentes.