Todas las denuncias de La Nación Investiga fueron confirmadas. Contrataciones Públicas también presume falsificación de documentos en caso del humilde constructor de pozo artesiano que vendió 50 mil kilos de harina a la administración de Miguel Prieto. En el caso de Tía Chela, graves irregularidades desde la planificación de la licitación de alimentos hasta la falta de notas de remisión que avalen la entrega total de los 25.000 kits.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@gruponacion.com.py
Siguiendo el hilo de las investigaciones periodísticas del Grupo Nación sobre la gran cocinada de las compras covid de la administración de Miguel Prieto en la Municipalidad de Ciudad del Este, la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) abrió dos investigaciones que terminan confirmando la serie de irregularidades, con el agregado de fuertes indicios de hechos punibles.
El fresco dictamen cuyas conclusiones están plasmadas en la Resolución N° 226/22, firmada el viernes pasado por el director de Contrataciones Públicas, Pablo Seitz, fue remitido a la Contraloría General de la República (CGR), la Procuraduría y al Ministerio Público. El fiscal Juan Ledezma sería muy osado si sigue ninguneando a las instituciones de control que le remiten informes sobre la serie de irregularidades en las compras covid de Prieto.
La compra de 25.000 kits de alimentos a la pequeña despensita Tía Chela, sin capacidad financiera, por G. 2.949 millones y la adquisición de 50.000 kilos de harina al constructor de pozo artesiano don Buena Ventura Morínigo “están viciadas de inconsistencias en contravención a las disposiciones que rigen la materia en compras públicas desde su planificación hasta la etapa de ejecución de contrato. Consecuentemente, ambos procedimientos por la vía de la excepción y los actos administrativos emitidos por el ente municipal son irregulares”, señala la primera parte de la resolución de la DNCP.
El documento de 38 páginas se ocupa de detallar pormenorizadamente cómo realizaron invitaciones a una firma de una misma familia en el caso de Tía Chela, propiedad de Fermín Ávalos, y su papá Felipe Ávalos, dueño de Danielito SRL. Así también, para regularizar el proceso invitaron a Yrupe, negocio de una amiga del intendente que en ese momento tenía una jugosa adjudicación de almuerzo escolar.
Calcaron el esquema en la adjudicación a Tajy Servicios Generales, licitación de G. 306 millones en la que invitaron a Vanessa Florentín (Vanemi SA), sobrina de don Buena Ventura Morínigo (Tajy); así también, invitaron a Richard Ayala, hermano del papá del hijo de Vanessa.
Para los técnicos de Contrataciones Públicas se violaron principios fundamentales de la ley de compras del Estado, desde la modalidad de excepción aplicada a las contrataciones hasta lo que se refiere a libre competencia, calidad y precios. No existen en los expedientes consultas de costos para la estimación de los respectivos precios de adquisición.
El direccionamiento como la colusión de Yrupe para regularizar el proceso también fueron remitidos a la Comisión Nacional de Competencia (Conacom) para el estudio pertinente de las infracciones y posteriores sanciones.
Armaron el proceso sacrificando principios elementales de economía y eficiencia al dejar de lado la capacidad financiera de las firmas contratadas. En todos los casos, el dictamen menciona al intendente reelecto Miguel Prieto como principal responsable y le recomienda realizar sumarios para deslindar responsabilidades administrativas.
LO MÁS GRAVE
Contrataciones dictaminó la irregularidad del llamado por excepción, pero además remarcó que hubo invitaciones fraguadas debido que en los papeles no existen. Además, los adjudicados, tanto Tía Chela como Tajy, se inscribieron como proveedores semanas antes de beneficiarse con los millonarios contratos, lo que indica que el negocio se gestó previamente.
El caso se agrava por la ausencia de las notas de remisión que avalen la entrega total de las mercaderías y que es el motivo por el que deriva el caso a la Procuraduría.
En el caso de Tía Chela, literalmente la DNCP señala: “Por la gravedad de las inconsistencias detectadas desde la planificación hasta la incertidumbre respecto a la ejecución total del contrato, se dispone la remisión de los antecedentes a la Procuraduría General de la República para que actúe en el ámbito de su competencia y verifique la afectación eventual del patrimonio del Estado y de considerar oportuno gestione las acciones necesarias para la aplicación de sanciones civiles y penales a los funcionarios involucrados en contravenir las disposiciones legales vigentes en la materia”.
La adjudicación de compra al humilde constructor de pozo artesiano es aún peor y la DNCP presume la falsificación de documentos, tal como se anticipó en las publicaciones periodísticas. Al no estar enterado el albañil, que solo se dedica a la construcción, no tiene stock ni depósito de mercaderías, no pudo haber declarado capacidad de provisión.
Contrataciones Públicas detectó indicios de hechos punibles, por lo que envió el expediente de investigación de las compras de alimentos covid de Prieto al Ministerio Público y a la Contraloría para que actúen conforme a los hechos.