En entrevista con radio monumental, el ministro granjero Arnaldo Giuzzio reconoció que sus ingresos no alcanzan para pagar la cuota mensual que él mismo consignó en sus Declaraciones de Bienes en la Contraloría y habla de cuotas anuales al BNF, gracias a la producción. Sin embargo, en su manifestación patrimonial no figuran estos “ingresos”, más que el activo de la cría de tilapia que cotiza en G. 42.500 y 16 hectáreas de caña de azúcar por G. 2.560.000.
Con alborotadas reacciones en redes y entrevistas mediáticas el ministro granjero del Interior Arnaldo Giuzzio, se hunde cada vez más en el intento de explicar lo insostenible que es su millonario préstamo en el que respalda su adquisición de tres inmuebles por G. 1.200 millones, al año y medio de ser titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Como nunca visto siquiera en las peores crisis de seguridad que azotó al país durante su gestión como ministro de seguridad, Giuzzio madrugó ayer para lanzar en redes sociales amenazas de denuncias contra el ex presidente Horacio Cartes, ante la evidente debilidad de su ecuación matemática para justificar el préstamo que avala su nueva faceta de granjero. Esto lo llevó de paseo por varios medios de comunicación, mientras en el día las críticas no paraban por los robos y asaltos que se sucedía.
En una de las entrevistas que consiguió Giuzzio, en radio Monumental, reconoció que su salario no es suficiente para cubrir los gastos que él mismo declaró ante la Contraloría General de la República y aseguró que la cuota de su préstamo de G. 1.375 millones del Banco Nacional de Fomento no es mensual sino anual. “Es mentira que yo pago mensualmente, si es así no me va a alcanzar”, señaló.
Esto se contradice con lo que él mismo manifestó al ente contralor, dado que en su declaración jurada consignó que este préstamo es a un plazo de 113 meses con cuotas de G. 12.168.141, pero ahora cambia su versión y afirma que estos pagos son anuales.
CON TILAPIAS Y CAÑA DULCE
Ofuscado ante el escrache por las ridículas cuotas que consignó en la Contraloría, dijo que este préstamo no lo paga de su sueldo de G. 22 millones sino del fruto de su emprendimiento como productor dedicado a la cría de tilapia y plantación de caña de azúcar. No obstante, estos ingresos no fueron declarados ante Contraloría, lo que destapa una nueva irregularidad en la declaración jurada del ministro. “Este retorno viene con la venta de la producción, o sea, no de mi salario”, afirmó Giuzzio.
Sin embargo, no hay rastros en el documento oficial del ingreso “producción” en el que se escuda ahora. Lo único que aparece es el valor referente a la actividad de la cría de tilapia cuyo importe es G. 42.500 y de 16 hectáreas de caña de azúcar de G. 2.560.000.
Giuzzio adquirió tres inmuebles en Caaguazú en el 2020, año en que se desató la pandemia y en que todos los sectores económicos se vieron duramente afectados. Sin embargo, el ministro tuvo una mejor suerte dado que pudo comprar tres inmuebles de 37 hectáreas en total por G. 1.200 millones.
Sin duda alguna, Giuzzio tiene un talento innegable para el rubro agropecuario ya que como pocos, logró que su producción le genere el dinero suficiente para pagar la cuota del préstamo que le permitió iniciarse como emprendedor de este rubro, según sale a decir en los medios; contradiciendo su declaración jurada de bienes.
Giuzzio se sigue complicando al momento de dar explicaciones sobre sus bienes, ya que de acuerdo a su declaración jurada, su salario es insuficiente para cubrir sus gastos mensuales que superan los G. 29 millones si sumamos las cuotas de sus préstamos y sus gastos de alimentación, vestimenta, entre otros.
Así también, si el ministro paga el préstamo del BNF con los ingresos que produce como granjero, por qué no los declaró ante la Contraloría. Solo aparecen dos montos irrisorios de la actividad agropecuaria.
Persiste la falta de claridad en las cuentas del ministro que debe velar por nuestra seguridad, sin embargo, nos deja impresionados con su efectividad como granjero, cualidad que le puede servir más bien para el Ministerio de Agricultura.
Giuzzio es históricamente cuestionado por su inoperancia
Desde sus años como fiscal o como ministro del Interior, la gestión de Arnaldo Giuzzio en la función pública siempre ha sido objeto de crítica por los escuálidos resultados positivos.
Mucho ruido y poca efectividad es el calificativo que persigue a Arnaldo Giuzzio, actual ministro del Interior, desde que era fiscal anticorrupción. De hecho, en ese tiempo había sido bautizado como el fiscal de los casos inconclusos, ya que sus investigaciones quedaban en la nada, al igual que su última promesa de mejorar la seguridad del país.
Los medios describen a Giuzzio como un ex fiscal que no pudo meter preso a absolutamente ninguno de los peces gordos, como políticos y funcionarios corruptos que investigó, incluso terminó blanqueando a algunos como el caso del hombre de confianza de Nicanor Duarte Frutos, Heriberto Galeano, que había sido acusado por enriquecimiento ilícito.
En setiembre pasado, pidió un plazo de 90 días y aseguró que al cumplirse ese tiempo, acabaría con la inseguridad del país; sin embargo, los asaltos y otros hechos delictivos siguen formando parte de la agenda del país.
La permeabilidad del Ministerio del Interior, al mando de Giuzzio, incluso sorprende, dado que los hechos de sicariatos, que antes solo se registraban en la zona norte del país, en el 2021 se trasladaron a Asunción y Capital. Como nunca antes sucedieron estos hechos criminales que a octubre del año pasado ya se registraron al menos 19 sicariatos.
De la administración de Giuzzio no ha salido un solo operativo que mejore la situación de inseguridad que se vive en el país; sin embargo, llamativamente sigue recibiendo el respaldo del presidente Mario Abdo.