Mientras el jefe comunal de Ybytymí, el efrainista Casimiro González, se enfoca en amasar fortuna y en la construcción de su edificio a punto de inaugurar, su administración debe cinco meses de salario a los concejales municipales. Algunos incluso tienen haberes a cobrar atrasados desde el período pasado. Señalan que el “mago” intendente solo se llama a silencio mientras sigue con su manejo discrecional de recursos sin la intervención de los entes de control.

La última vez que los concejales municipa­les de Ybytymí cobra­ron sus salarios fue en agosto del 2021. Llegó diciembre, no hubo ni aguinaldo. Este es el día que ellos siguen aguar­dando recibir la dieta que les corresponde. En tanto, el intendente liberal Casimiro González Moreno, prós­pero y de buen pasar econó­mico junto con su esposa, no brinda explicaciones a los edi­les sobre la situación, según nos comentaban los conceja­les colorados Liz Santander y Julián Cantero.

El brillante ascenso económico que experimentó Casimiro González lo vuelve blanco de sospechas. De ser hijo de humil­des agricultores, luego docente con un ingreso de poco más de G. 2 millones, pasó a conver­tirse en un intendente con millonario patrimonio. Un historial que pone en duda el origen de su prosperidad. Sin embargo, esa maravillosa situa­ción económica está lejos de ser una realidad para los 9 conce­jales que no cobran sus habe­res, algunos de ellos desde el período anterior.

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Uno de los afectados, el concejal Julián Cantero, lamentó la falta de compromiso y responsabi­lidad por parte del intendente hacia los miembros de la junta municipal. “Ninguno estamos cobrando desde setiembre, ni siquiera la secretaria de la junta, supuestamente no hay recur­sos”, señaló el edil. En cambio, la abundancia sí llega a Casi­miro González, propietario de 13 hectáreas de un terreno con radio comunitaria, depó­sito de materiales y maquina­rias vistas en obras de la muni­cipalidad.

Intendente no tiene recur­sos para pagar a concejales; sin embargo, levantó un edi­ficio de unos G. 1.200.000.000 en Lambaré.

Por su parte, la concejala Liz Santander mencionó que la mayoría de los miembros de la junta es simpatizante del intendente y que por esa razón él maneja a su antojo. “Nunca explicó nada, y se llama a silencio. En la junta siempre maneja su aplanadora mayo­ría”, expresó.

El despreocupado inten­dente de Ybytymí, más allá de ponerse al día con los 9 conce­jales de la comuna, hace ale­vosas demostraciones de cre­cimiento económico. En una propiedad en Lambaré a nom­bre de su esposa, Estela Ayala, erigió un moderno edificio de cuatro pisos con estaciona­miento subterráneo, que está en etapa de culminación y que, según expertos, lleva una inversión aproximada de G. 1.200.000.000.

El intendente ybytymiense, tratando de defenderse durante una entrevista con nues­tro equipo, aseguró que nada tenía que ver con la propiedad en Lambaré y que su empresa Obrar SRL solo estaba encar­gada de la construcción. Sin embargo, él es el primer agente inmobiliario, hasta influencer que promociona la venta de lotes de su esposa. De hecho, tiene el espacio adecuado para la publicidad, ya que en su pro­piedad funciona una radio comunitaria, Lámpara 89.7 FM, la cual está a nombre de una asociación donde de vuelta la presidenta es Estela Ayala.

Casimiro González, de origen modesto y de las carpas efrai­nistas, nos contaba que trabajó en el Ministerio de Obras Públi­cas desde el 2009 hasta el 2010, tiempo en el que Efraín Alegre estaba al frente de la cartera estatal. Creó su empresa Obrar en el 2008, justo antes de asu­mir por primera vez la Inten­dencia de Ybytymí en el 2010.

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