Con las efímeras explicaciones del Gobierno sobre los avances en la negociación de la tarifa de la energía de Itaipú con Brasil mediante presiones de la prensa, no faltan los comentarios en redes sociales que sacuden un tanto la memoria y generan curiosidad sobre cómo quedó aquel escandaloso hecho del acta bilateral y uno de sus protagonistas más mediáticos: el joven abogado José “Joselo” Rodríguez.
El nombre del joven abogado José “Joselo” Rodríguez pareciera haberse guardado bajo la alfombra, pese a que su intervención en las negociaciones del acta bilateral de Itaipú fue la más mediatizada y casi tumbó el gobierno de Mario Abdo Benítez.
El estatus que se atribuía el joven Joselo en las negociaciones del acta bilateral de Itaipú era de alto nivel y según las conversaciones trascendidas se respaldaba en su vínculo con el vicepresidente de la República, hoy precandidato a la Presidencia, Hugo Velázquez.
Joselo se presentaba como representante de la firma brasileña Leros, empresa comercializadora que estaba detrás de la contratación de la potencia de Itaipú.
Joselo y la hoja de ruta que decía seguir por indicaciones de Velázquez es uno de los mayores escándalos y bochornosos episodios durante la presidencia de Mario Abdo Benítez, que se vivió en agosto de 2019.
José “Joselo” Rodríguez González en ese tiempo solo tenía 27 años, pero a pesar de su corta edad, según mensajes que se filtraron, era asesor jurídico del vicepresidente Hugo Velázquez, con quien además mantenía un vínculo cercano, ya que el joven abogado guardaba una relación de amistad con los hijos del Toro Velázquez, de acuerdo a las afirmaciones del extitular de la Administración Nacional de Electricidad (Ande) Pedro Ferreira y fotografías difundidas.
Además de ser su asesor jurídico, Ferreira afirmó que Velázquez presentó a Joselo como su mano derecha y por pedido del mismo vicepresidente fue intermediario a favor de la empresa brasileña Leros en la negociación de venta de energía con la Ande.
La intervención del joven fue a tal punto que en el acta, firmada en mayo de ese año, logró que altos funcionarios del Gobierno eliminen una de las cláusulas con la que la Ande estaba habilitada para comenzar a comercializar los excedentes de energía a firmas del Brasil.
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Luego de este polémico suceso, el repudio ciudadano no se hizo esperar y las lanzas también apuntaban al vicepresidente Velázquez, el padrino a quien Joselo invocaba en sus “gestiones” como representante de Leros.
A pesar de que fue convocado a declarar ante la Comisión Bicameral de Investigación en el Congreso, así como también en el Ministerio Público, esto quedó en la nada, puesto que desde el principio la misma Fiscalía iba a pasos de tortuga con la investigación, lo que terminó beneficiando a Velázquez y a Joselo, quien volvió a la clandestinidad mediática.
La investigación penal apuntaba a supuestos hechos de lesión de confianza, traición a la patria, tráfico de influencias y estafa contra Hugo Velázquez; sin embargo, el desenlace de esta investigación no arrojó ninguna imputación. La influencia del Toro en la Justicia probablemente fue uno de los elementos claves que le permitió salvarse el pellejo.
Tras semejante capacidad de gestión, lobby y las incertidumbres ante las desprovistas informaciones en el actual proceso de negociación del precio de la energía de Itaipú, varios se preguntan ¿qué pasó con Joselo?
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