La administración de Julio Fernández sigue sin aclarar ciertos puntos muy cuestionados en el pliego de bases y condiciones, sobre todo en lo que hace referencia a la facturación mínima y que, según las protestas, favorece a uno de los oferentes.
La licitación con ID 399.837 para la adquisición de escáneres de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) está cargada de indicios de irregularidades, denuncias y aparece en estado impugnado, sin suspensión.
Para la compra de dos escáneres tipo portal, los que costarán a la institución G. 73.419.170.000, se realizó un llamado que aún está en etapa de convocatoria; sin embargo, ya hay más de 130 consultas por sospechas de direccionamiento, además de protestas e incluso una denuncia, que hacen referencia al pliego de bases y condiciones (PBC).
Uno de los puntos más cuestionados del PBC es el que hace referencia al mínimo de facturación que debe acumularse desde el 2016 hasta el 2020. “El oferente deberá presentar referencias que confirmen un desempeño satisfactorio en la provisión y/o instalación, y/o mantenimientos correctivos y preventivos de equipos de rayos X con empresas públicas y/o privadas, por un monto equivalente al 10% del valor de la oferta como mínimo de los últimos cinco años”, detalla el pliego.
Este 10% mencionado en el PBC corresponde a un total de G. 7.341 millones, monto que es difícil de alcanzar en tan poco tiempo, según mencionaron en las consultas numerosos posibles oferentes, debido a que es la primera vez que se adquirirá en el país este tipo de escáner en particular y, sumado a esto, que no se considerará a los rayos X de uso médico.
Además, afirman que con este requisito tan específico, una sola firma, que es Preven-Tec, es la que lleva la ventaja, puesto que ya vendió en oportunidades anteriores equipos similares a los que solicita Aduanas.
Esto sin mencionar que Preven-Tec, desde el 2016 hasta la fecha, se alzó con numerosos contratos para proveer escáneres, realizar mantenimientos y asegurar este tipo de maquinarias, adjudicaciones que le permitieron alcanzar más de G. 26.800 millones, monto que supera ampliamente a lo solicitado como mínimo por Aduanas.
Numerosos son los pedidos por parte de los potenciales oferentes, de ampliar la cantidad de años a tener en cuenta para alcanzar dicho monto, y, a pesar de que Aduanas prometió que analizaría esta posibilidad, hasta la fecha no se da una respuesta definitiva sobre este punto. La mayor cantidad de postulantes, obviamente, favorece la competitividad del precio, que al parecer a la administración de Fernández no le preocupa mucho.
“Entendemos que la experiencia de los 5 años anteriores requerida refleja la temporalidad necesaria para demostrar las capacidades del oferente para ejecutar el contrato, por lo que se mantiene lo establecido en las bases del llamado”, fue la respuesta que dio Aduanas a una de las tantas consultas y pedidos realizados por los interesados en participar de este llamado.
Cabe destacar que unas 48 consultas siguen sin ser respondidas por el equipo técnico de Aduanas, el que tuvo que extender el plazo de contestaciones hasta el 4 de noviembre y postergar la recepción de ofertas al 10 del mismo mes debido a las cataratas de dudas y cuestionamientos existentes en el llamado.
Esta compra de dos escáneres forma parte del conjunto de 10 escáneres anunciados en abril pasado por Julio Fernández, director de Aduanas, el que prometió que dicha adquisición les permitiría ejercer un mayor control a los contenedores que ingresan y salen de nuestro país; sin embargo, el proceso de licitación ya es algo dudoso, por lo que resulta difícil de creer que las inspecciones serán más exhaustivas.