La desaparición de personas, y sobre todo de niñas, niños y adolescentes, es una realidad invisible en el Paraguay. De acuerdo con los registros de la Policía Nacional, en lo que va del 2021, hay 846 denuncias de menores de edad desaparecidos, de los cuales 430 siguen con paradero desconocido; en las estadísticas predominan las niñas y adolescentes. El pequeño Héctor Fabián, la niña de Emboscada, y la joven Deisy Azcona son solo algunos casos más emblemáticos de los que se habló anoche en el programa “Tierra de nadie”.

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Los niños, niñas y ado­lescentes desapare­cidos son particu­larmente vulnerables a ser víctimas de adopción ilegal y trata de personas. Sobre este último punto, la defensora de la Niñez Adriana Mare­cos explicó que es una de las principales causales de des­aparición, especialmente de adolescentes. “En nues­tro país encabeza la trata, y en ese sentido la Defensoría Pública estableció directri­ces, y hemos tenido nuevos lineamientos que indican que el defensor público debe acompañar al final en los pro­cedimientos en este caso”, señaló.

El Ministerio Público, la Policía Nacional y la Defen­soría de la Niñez son las ins­tituciones encargadas de intervenir en la búsqueda y localización de menores des­aparecidos, pero su trabajo es ineficiente ya que en los últimos dos años, la cifra de menores con paradero des­conocido asciende a 913.

En el 2019, la Policía regis­tró un total de 217 denun­cias de menores desapareci­dos y de quienes no se supo nada en ese período. Cifra que se duplicó en pandemia; en el 2020 se reportaron 891 casos, de los cuales solo 405 fueron encontrados y 483 siguen con paradero desco­nocido. Con todavía unos meses para que acabe el 2021, el registro de niñas, niños y adolescentes des­aparecidos ya supera el del año pasado.

De los menores desapareci­dos, 3 fueron hallados sin vida en el 2020 y 4 en lo que va del 2021.

La defensora hizo un llamado a los padres para que vigi­len las redes sociales de los menores debido a que es una vía de entrada para que luego se produzca la desaparición. “Los padres deberían estar mucho más cercanos a ese proceso de fiscalización de las redes de sus hijos. Lasti­mosamente, quienes tienen malas intenciones utilizan las redes como herramienta para captar”, mencionó.

El Ministerio de la Niñez y Adolescencia (Minna) no tiene una función protagó­nica en la búsqueda y locali­zación, la institución ayuda con la difusión de fotografías a través de las redes socia­les. En ese aspecto, Adriana Marecos destacó el rol del Minna. “Hemos tenido muy buenas experiencias en cuanto a la localización a través de ese medio”, explicó.

Por su parte, la presidenta de la organización Ni Un Niño Más, Lourdes Servín, habló sobre los trabajos que reali­zan de manera conjunta con la Defensoría, el Juzgado y la Fiscalía. Mencionó que reciben denuncias de desa­pariciones y abusos y derivan inmediatamente a las insti­tuciones competentes.

“Sobre los desaparecidos, tenemos una estadística que nos provee la Policía que, del año pasado hasta agosto de este año, hubo aproximada­mente 1.575 personas des­aparecidas, de las cuales el 79% son niños, niñas y muje­res”, destacó Servín.

Deisy Patricia Azcona Eisenhut tenía 17 años cuando salió de su casa ubicada en pleno centro de Limpio durante la madrugada del 17 de noviembre del 2007, dejando a su madre María Eisenhut una carta que rezaba. “Mamá, no te preocupes. Voy a estar bien. Voy a volver pronto”. Deisy es una de las tantas personas de quien hasta el momento, y tras casi 14 años, no se sabe nada. La señora Eisenhut sigue aguardando su regreso y cuestiona que las autoridades no la ayudaron a buscar a su hija. “Sola es imposible, ni siquiera la Fiscalía me ayudó en ese momento, la fiscala era Clara Ruiz Díaz y ella cerró el caso argu­mentando que yo encontré a mi hija, pero es mentira”, dijo. Eisen­hut comentó que hubo varias sospechas y apuntó al novio en aquel momento de la joven “él sabe algo, pero no quiere hablar, corre cada vez que nos ve”. Pidió a quien sepa algo sobre la joven, datos para al menos saber que se encuentra bien. “Lo único que queremos es volver a verla de vuelta, no estoy enojada con nadie, si alguien sabe que se comunique conmigo, todo se puede arreglar”, expresó.

Héctor Fabián González desa­pareció el 8 de octubre del 2018. A dos años el pequeño sigue con paradero desconocido. Fue visto por última vez en el inte­rior de una estancia, en donde vivía con sus familiares, en la ciu­dad de Benjamín Aceval. El fiscal Armín Echeguren, quien lleva adelante la investigación, manifestó que se realizaron todas las diligencias correspondientes pero no se logró ningún avance. “La búsqueda se ha hecho por aire y también por agua teniendo en cuenta la extensión de la estancia, tiene alrededor de 8 mil hectáreas. Lastimosamente hasta la fecha no lo hemos encon­trado”, señaló.

La madre y el padrastro no aportaron muchos datos a la investi­gación y ambos fueron imputados por violación del deber al cui­dado. Según el fiscal, se habría dado el caso de que los mismos lo dieron en adopción. Héctor Fabián tenía 8 años cuando fue visto por última vez mientras jugaba por los alrededores.

La desaparición de la niña de Emboscada mantiene en vilo a toda la sociedad para­guaya. No hay rastros de la pequeña de 7 años desde hace un año y seis meses. Fue vista por última vez cuando jugaba con sus cabras en la propiedad familiar en zona de Isla Alta. Según la fiscala del caso, Irene Álvarez, la madre denunció la desaparición 24 horas de haber ocurrido el hecho. “Inmediatamente se activaron los pro­tocolos de la Policía y del Ministerio Púbico. Hay un proto­colo amarillo que se envió a la Interpol que es una búsqueda a nivel internacional, eso está activado”. “Para nosotros está dentro del país, pero la propia ley nos impone abarcar todas las posibilidades hasta que tengamos la primera línea cerrada”, destacó la fiscala, quien, además, comentó que no existe mucha colaboración por parte de la familia y dificulta la investigación. La niña presenta condiciones especiales y desapareció el 15 de abril del 2020.