Luego de la severa miopía de funcionarios de la Contraloría evidenciada con una investigación periodística que reveló cómo realmente se cocinó la compra de alimentos de la pequeña despensa Tía Chela, el organismo de control anuncia reverificación y si amerita hasta una ampliación del análisis. Posibles cambios de los responsables que redactaron el escuálido reporte.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@gruponacion.com.py
- Editora de Investigación Grupo Nación
La repercusión mediática del escandaloso caso de compra de alimentos en Ciudad del Este bajo la administración de Miguel Prieto presionó para que la Contraloría General de la República (CGR) anunciara en la tarde de ayer la revisión de la auditoría sobre el millonario contrato adjudicado a la pequeña despensa Tía Chela. Un escuálido informe de noviembre del 2020 omitió direccionamientos alevosos, parodia de licitación por valor de G. 2.949 millones.
“La instrucción que yo recibí es que voy a revisar, a reverificar esa auditoría”, indicó la directora general de Control Gubernamental de la Contraloría, Gladys Fernández. Adelantó una posible ampliación de la auditoría.
La revisión se dará a raíz de una investigación periodística del programa Tierra de Nadie que dejó al descubierto el limitado informe redactado por los funcionarios de la Dirección General de Control de Organismos Departamentales y Municipales, encabezado por Nelson Salinas.
El flojo informe de la Contraloría no detectó mayores irregularidades en la licitación para adquisición de 25.000 kits de alimentos, los cuales estaban destinados a familias de escasos recursos. El adjudicado de esta jugosa licitación de G. 2.949 millones fue el pequeño autoservice Tía Chela SRL, el que, según declaraciones de la misma madre del propietario, Fermín Ávalos, prestó plata para poder proveer los alimentos.
El órgano contralor en su auditoría solo pudo detectar que Miguel Prieto emitió una orden de pago por G. 1.769.790.000 de forma anticipada a Tía Chela, siendo que este desembolso no estaba estipulado en el contrato ni en el pliego de bases y condiciones.
“La factura se confeccionará de una sola vez, cuando se entregue el 100% de los bienes y/o servicios adjudicados”, reza el pliego de bases y condiciones en el punto 26, el que además en el punto 28 menciona que no se otorgarán anticipos. Este apurado desembolso estuvo totalmente fuera de lugar.
Nuestro equipo había detectado lo que Contraloría no vio. Entre las omisiones está la invitación reducida a despensas de papá e hijo. La Unidad Operativa de Contrataciones de la municipalidad para completar los tres invitados en el proceso notificó a Tía Chela de Fermín Ávalos, a Danielito SRL de Felipe Ávalos (papá de Fermín) y a una amiga de nombre Sady Lorena Martínez, que en ese momento estaba contenta con la administración de Prieto porque se había ganado un contrato por G. 1.298 millones para provisión de alimentos.
La invitación en familia fue una llamativa omisión en el informe de Salinas y su equipo. Considerando otros demoledores informes de auditoría que suelen hacerse en la Contraloría. La capacidad financiera de Tía Chela es otro gran dato desapercibido. El stock inexistente en el pequeño local del autoservice fue indiferente para el equipo asignado por el ente de control.
Llama poderosamente la atención el informe de Ciudad del Este si hace un paralelismo con auditorías como el caso de las compras de Salud al clan Ferreira, en el que se cuestionó duramente la falta de stock al momento de la adjudicación, así como el direccionamiento etcétera, en aquella emblemática licitación por excepción. En esta ocasión se hizo en familia también, pero no fue observado.
El contralor Camilo Benítez manifestó sorpresa sobre los datos revelados en “Tierra de nadie” y adelantó que está evaluando posibles cambios en el equipo de auditores. De hecho, la verificación queda ahora a cargo de Fernández, quien ya anticipó estudio de las muestras en el proceso de valoración.
Actuar de la Fiscalía deja mucho que desear
La senadora Georgia “Nani” Arrúa lamentó la deficiente labor de la Contraloría y del Ministerio Público respecto a esta investigación, que ya lleva más de un año y en la que, a pesar del tiempo transcurrido, no se ha hecho ninguna imputación.
“Es vergonzoso para la Fiscalía que una periodista en una visita a Ciudad del Este haya recabado más datos que la Contraloría, durante no sé cuántos meses y la Fiscalía en más de un año de investigación. Deja mucho que desear la tarea que están realizando, estoy segura de que hay muchas más irregularidades en otros llamados”, aseveró.
La legisladora también mencionó el caso de Tajy Servicios Generales, una firma dedicada a la perforación y mantenimiento de pozos artesianos, que firmó un contrato con la Municipalidad de Ciudad del Este para la provisión de 50.000 kg de harina, 1.250 kg, de levadura, 5.000 kg de grasa vegetal, 1.000 kg de sal fina, entre otros insumos, contrato del que el mismo dueño Buena Ventura Morínigo no tenía conocimiento.
“No verificaron quién le vendió, que los insumos eran una empresa constructora, y es simpático. No verificaron si esa empresa constructora compró esos insumos para vender a Tía Chela. Después está el otro caso de Tajy, que le vendió harina, una empresa que hace pozos artesianos vendiendo harina”, expresó Arrúa.
Así también señaló que solicitó informes a la Municipalidad de Ciudad del Este sobre el manejo del consejo de salud, el que según la senadora, hace muchos gastos por día, y sobre las transferencias a las comisiones.
La administración de Miguel Prieto al frente del municipio tuvo el mismo modus operandi zacariísta, sostuvo la senadora Georgia Arrúa, los medios esteños, y quienes denuncian las irregularidades cometidas en Ciudad del Este.