La Unidad de Operaciones Motorizadas, conocida como Grupo Lince, creada en el 2017, marcó un hito en la lucha contra la delincuencia en Paraguay. Tuvo un inicio aplaudido por la ciudadanía, pero con una imagen totalmente devaluada en la actualidad. Para el ex comandante de la Policía Nacional Luis Carlos Rojas, se debe tener un cambio táctico para poder dar una respuesta rápida frente a la ola de asaltos que está acechando al país.

  • Por Silvia Aguilar
  • Investigación Grupo Nación

¿La creación del Grupo Lince fue un proyecto para todo el país o solamente para Asunción y Central?

–En su inicio solo estuvo en Asunción y Central, luego se llegó a Ciudad del Este y a Caa­guazú por la problemática que azotaba ahí. El proyecto era crecer paulatinamente.

Lince está para la zona urbana, donde la movilidad de vehículos dificulta el trán­sito, para que se pueda llegar a tiempo a los lugares de auxi­lio. Es un grupo especializado de seguridad preparado para las grandes ciudades.

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–¿Cuál es el costo y cómo son entrenados los agentes del grupo?

–Tienen un entrenamiento especial que dura 3 meses y medio. Esa preparación tiene un costo bastante ele­vado, hablamos de aproxi­madamente US$ 300 mil. El entrenamiento fue pla­neado fuera del presu­puesto de la institución policial, pero su funciona­miento ya estuvo incluido dentro de la institución.

Lince funciona con el presu­puesto anualmente aprobado por el Congreso Nacional.

–¿Con los linces se redujo el índice de delincuencia?

–Sí, la estadística bajó un 70% a un mes de su creación. Fue un trabajo muy técnico y tác­tico a la vez. Lince trabajaba en conjunto con las comisa­rías. Nosotros recabábamos los datos, qué denuncias se presentaban, en qué hora­rio y lugares ocurrieron, y se hacía un estudio georreferen­ciado y de acuerdo a eso Lince patrullaba esos lugares.

Nosotros estudiábamos la problemática delincuencial de Asunción y alrededores. Teníamos que patrullar Artigas, el Bañado Norte, la zona de Zeballos Cué, la Transchaco hasta la cer­canía de la Expo. También Calle Última era una zona sensible, el Mercado 4 y cuidábamos 4 Mojones. En estos lugares, Lince apare­cía en horarios complicados, desde las 5:00, cuando los trabajadores salían, hasta las 22:00. Todo se plani­ficaba y se estudiaba para saber qué cantidad de lin­ces iban a ir.

Hoy en día veo que una sola moto va en esos lugares estra­tégicos, en mi época trabajá­bamos con 2 o 3 linces, y siem­pre estaban cercanos uno al otro, cuando uno detectaba una problemática, aparecían los demás.

–¿Por qué considera que ya no se ve la misma operati­vidad de los linces?

–Acá hay una falta de con­ducción política e institucio­nal. El quiebre se dio cuando asumió Juan Ernesto Villa­mayor. Todos atacaban a los linces por su manera de pro­ceder, decían que eran pre­potentes y actuaban con vio­lencia, en lugar de defender a la institución que protegía a la ciudadanía de los delin­cuentes.

–¿Qué estrategia debe plantear la Policía ante la ola de asaltos?

–Se tiene que trabajar en los datos estadísticos, trabajar mucho en eso, determinar y focalizarse en los lugares que hoy en día son más vul­nerables, sobre todo trabajar en conjunto con la Fiscalía y el Poder Judicial.

Los linces deben volver a fundarse y tratar de tener la misma fortaleza que logra­ron en el gobierno de Hora­cio Cartes, hay que darle la seguridad de su trabajo a los linces. Ahora cualquier empujoncito a los delin­cuentes y te caen encima los DDHH. El lince debe actuar con fuerza e impera­tividad, es la única manera de enfrentar a los delin­cuentes, que no están per­donando nada, actúan con violencia y matan. La Poli­cía debe tener un cambio táctico y dar una respuesta rápida frente a esta ola de asaltos que está ocurriendo.

–¿Cuál es su opinión sobre la labor actual de los poli­cías de comisarías?

–Toda institución se mueve de acuerdo a las directivas que recibe. Necesitamos que los jefes de comisa­rías sean más eficientes, se tiene que elegir a los mejores para que ocupen los lugares. Si escuchamos mucho a los políticos, si nos dejamos llevar por el ami­guismo y la influencia, la institución no va a traba­jar profesionalmente y va a carecer de efectividad. Deben llegar los mejores a la comandancia.

–¿Cómo ve a Giuzzio en el Ministerio del Interior?

–Para mí Arnaldo Giuzzio no tiene la capacidad para estar al frente del ministe­rio. Deber ser alguien que tenga conocimiento de la seguridad pública, debe conocer el manejo de la fun­ción policial, alguien que tenga claro que el coman­dante es el nexo con el Poder Ejecutivo para poder dotar a los policías de las herramientas necesarias para realizar las funciones correctamente.

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