Ingeniosas “variantes” de asistentes fueron agregadas en la administración de Arnoldo Wiens, que superan los cargos más ridículos que se conocieron al entrar en vigencia la Ley de Transparencia. Casos parecidos al jefe de ascensoristas o director de fotocopias del Congreso, en el MOPC existen asistentes de mesa de entrada, administrativo y de apoyo administrativo, etc., gracias a un proyecto de “Desarrollo de capacidades de gestión”, manejado por su jefa de Gabinete, Josefina Romero.

El proyecto denomi­nado “Desarrollo de capacidades de ges­tión” del Ministerio de Obras Públicas y Comunicacio­nes (MOPC), que está lide­rado por Josefina Romero, jefa de Gabinete del minis­tro Arnoldo Wiens, supues­tamente tenía la finalidad de contratar a especialistas de modo de “revolucionar” la ins­titución, según lo expresado por la misma responsable.

Pero la realidad es muy diferente a la que pinta­ron cuando establecieron el convenio con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a través del cual se contrataron a 244 personas y para el cuál se gas­taron US$ 10,5 millones, dado que en la lista de incorpora­ciones se distingue un sinfín de asistentes, y muchos de ellos ni siquiera cuentan con título universitario.

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Un total de 68 asistentes, dis­tribuidos en 23 categorías, que en algunos casos sue­nan hasta redundantes, fue­ron los incorporados en la era Wiens. Por citar un ejemplo, existen asistentes administrativos, asistentes técnicos administrativos y asistentes técnicos de apoyo adminis­trativo. Los salarios de estos van desde G. 3.150.000 y lle­gan hasta los G. 7.500.000.

La particularidad de quie­nes ocupan estos cargos es que, como se mencionó ante­riormente, no cuentan con título universitario, pero lo más resaltante es que algu­nos de ellos, a pesar de estar cursando una carrera, no tie­nen nada que ver con las cons­trucciones u obras públicas o afines. Por ejemplo, en la lista proveída por el mismo MOPC, se encuentran aboga­dos, escribanos, licenciados en mercadotecnia o en aná­lisis de sistema ocupando puestos de asistentes admi­nistrativos.

En el programa “Tierra de nadie”, el ingeniero Amílcar Troche, presidente del Cen­tro Paraguayo de Ingenieros (CPI), indicó que estos US$ 10,5 millones pudieron ser utilizados para la formación de ingenieros y profesionales que podrán liderar proyectos en el MOPC en las próximas generaciones. En la ocasión, el ingeniero también señaló que hasta en los llamados a licitación se nota la falta de personal calificado en el MOPC, y esto a pesar de este costoso proyecto de gestión de Wiens y Romero.

Sobre este punto, cabe des­tacar que una semana atrás el MOPC convocó a una audiencia pública en la que participaron técnicos de la cartera de Obras Públicas y del Ministerio de Salud, así como también representan­tes de los potenciales oferen­tes del Gran Hospital del Sur. Los ocho técnicos que asistie­ron no pudieron responder ni una sola pregunta o pedido de aclaración respecto al con­fuso pliego de bases y condi­ciones, y desde el MOPC solo hicieron la promesa de deri­var las preguntas y respon­derlas por escrito.

Esto deja al descubierto que con esta contratación de expertos se gastaron millones de dólares, los que, a la hora de la verdad, no arrojan resultados.

Resultado de “expertos” no está a la vista

INGENIERO AMÍLCAR TROCHE - Presidente del Centro Paraguayo de Ingenieros (CPI)

“Resulta que el MOPC pasó, en los últimos 8 años, de invertir US$ 200 millones a US$ 1.000 millones; por supuesto, de 80 contratos pasamos a 500 y hay que estructurarse para geren­ciar esa cantidad de contratos”, señaló Troche, respecto a la inca­pacidad de la cartera para administrar mayores recursos.

“Se deben tener especialistas en licitaciones, en la recepción y eva­luación de ofertas y proyectos, en fiscalizaciones, supervisiones, en el área económico-financiera. El MOPC no se reestructuró para admi­nistrar este incremento, y con casi la misma estructura intenta resol­ver una inversión cinco veces mayor. Estimo que por estos motivos recurre a estos mecanismos que le permiten contratar especialistas, pero no se ve el resultado en la cancha”, explicó Troche.

Pablo Vourliotis, el clarinetista y saxofonista, sin título, que contrató Arnaldo Wiens como parte de su programa de incorporación de “expertos”, percibe un salario de G. 6.000.000. Se lo ve rutinariamente, a través de las redes sociales, recorriendo el país.
Aracely Arce Núñez es abogada y escribana; sin embargo, se desenvuelve como “asistente administrativa” en el MOPC y su sueldo asciende a G. 7.000.000. Núñez estuvo como candidata por el movimiento de Julio Ullón en la Seccional 356/3.
Evelin Escobar Bogarín es estudiante de psicología, según sus redes sociales; no obstante, fue premiada con el cargo de “profesional administrativo” en el MOPC con un salario de G. 5.800.000.

SILENCIO EN MOPC

De modo de tener explicaciones sobre qué función realizan estos supuestos expertos, el equipo de investigación del Grupo Nación trató de obtener la versión del ministro Arnoldo Wiens y de la arquitecta Josefina Romero, pero estos prefirieron llamarse a silen­cio, dejando al aire una inmensa cantidad de dudas respecto a la utilidad de este proyecto y, sobre todo, sobre la transparencia.­


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