Rodolfo Friedmann usó a su primo Silvio Alfaro, a la esposa de este, Elizabeth Leiva, y a su contadora Lourdes González, para quedarse con las ganancias de los llamados a licitación de almuerzo escolar mediante la empresa Essa, cuando era gobernador de Guairá. Tras dos años de denuncias periodísticas y una serie de evidencias del provecho que le sacaban a las licitaciones, el Ministerio Público ahora lo acusa de lavado de dinero, cohecho pasivo agravado y asociación criminal.
El senador de la República Rodolfo Friedmann fue acusado por la Fiscalía por lavado de dinero, administración en provecho propio, cohecho pasivo agravado y asociación criminal en el marco del caso del negociado de almuerzo escolar en el que están implicados él y cuatro personas más. De acuerdo con los antecedentes, el ex gobernador de Guairá era quien gerenciaba la operación a través de la empresa Eventos y Servicios SA (Essa).
El esquema montado por el político fue destapado por el diario La Nación en octubre del 2018 con la revelación de las exorbitantes sumas de dinero entregadas en concepto de anticipos por el almuerzo escolar a la empresa Essa, privilegios desmedidos con dinero público en beneficio del propio ex gobernador y los suyos. Según la auditoría realizada por la Contraloría General de la República (CGR), solo en el 2016 se registró un total de 203.149 raciones de almuerzo sin distribuir por parte de la firma, lo que equivalía a más de G. 2.295 millones, un alevoso bicicleteo con la plata del Estado.
Supuestamente, regularizaron la entrega con dudosas remisiones y luego de “bicicletear” con recursos de la gobernación. La firma por muchos años fue representada por Éver Aricio Noguera, actual diputado de Añetete y amigo cercano de Friedmann; sin embargo, el cambio de representación se hizo poco antes de ocupar su banca de diputado, dejando en su lugar al señor Hugo Alexander Torales Viveros, también amigo íntimo del senador, que lo delató posteriormente al sentirse estafado en el negocio.
Según Torales, el ex jefe departamental de Guairá aportó un capital operativo de G. 1.700 millones en la empresa Essa a cambio de quedarse con el 80% de la rentabilidad del negocio proveniente de la licitación del almuerzo escolar, en la misma época en que era ordenador de gastos de la gobernación (2013-2018). Como socio comercial estaba, además de Torales, el diputado Noguera, quien vendió su parte después.
La empresa se quedó con todos los contratos de provisión de almuerzo escolar de la gobernación cuando Friedmann estaba como cabeza del cuarto departamento. Mientras sucedía esto, la vida de lujo y ostentación del ahora senador de la República y su esposa Marly Figueredo, también imputada por el Ministerio Público, iba subiendo de tono.
Luego de que este medio hiciera público el caso, la Fiscalía finalmente imputó al también ex ministro bachiller de Agricultura y Ganadería Rodolfo Friedmann y a otras cuatro personas más por administración en provecho propio, lavado de dinero, asociación criminal y cohecho pasivo, por el caso de la merienda escolar en Guairá.
IMPUTADOS
Junto con Friedmann, fue imputada su esposa Marly Eliana Figueredo López por lavado de dinero en calidad de autora. Igualmente, al primo del senador Silvio Álvaro Alfaro, por administración en provecho propio, lavado de dinero en calidad de cómplice y asociación criminal en calidad de autor.
A Lourdes Auxiliadora González, la contadora, por administración en provecho propio, lavado de dinero en calidad de cómplice y asociación criminal en carácter de autora. Finalmente, a Eduardo Domínguez, ex secretario privado de Friedmann dentro de la gobernación, por lavado de dinero en calidad de cómplice y asociación criminal en calidad de autor.
Tras las publicaciones del caso, el abogado del ex gobernador, Guillermo Duarte Cacavelos, intentó defender a su cliente aludiendo que no existía vinculación entre Friedmann y Essa, pero con el transcurrir de los días las pruebas eran cada vez más irrefutables.
A medida que pasaban los días, el “socio comercial arrepentido”, Hugo Torales, fue mostrando pagos que se hicieron desde la cuenta en dólares que manejaba el ex gobernador de Guairá por valor de US$ 35 mil en concepto de joyas. También cheques emitidos por la firma para el pago de cuotas de vehículos cero kilómetros adquiridos por Friedmann, además de pagos a agencias de viajes por vacaciones en Semana Santa.
CAMIONETA PAGADA CON ALMUERZOS
El fiscal Osmar Legal fue quien confirmó que Friedmann compró una camioneta Mercedes Benz con cheques de la empresa Essa cuando era gobernador. Si bien el parlamentario compró el vehículo, el contrato fue firmado por Marly Figueredo, quien tenía conocimiento del origen del dinero con que se pagó el rodado, que costó US$ 50 mil.
Friedmann compró la camioneta el 26 de diciembre del 2016 con la plata de Essa para regalarle a su esposa, ya que al día siguiente era su cumpleaños. Legal explicó que gran parte de la plata del esquema iba a parar en cuentas en guaraníes y en dólares de una financiera en Guairá, desde donde también se pagó por obras de arte por US$ 35 mil y un viaje a Río de Janeiro de la pareja Friedmann-Figueredo.
Con otro cheque de la empresa Essa, en abril del 2018 había completado el pago del viaje para llevar a su familia a Río de Janeiro. Friedmann pagó US$ 5.848 a una agencia de viajes para sus vacaciones en Brasil, con dinero de la proveedora del almuerzo.
MANEJABA EL NEGOCIO SIENDO SENADOR
En setiembre del año pasado, el periodista Jorge Torres Romero, conductor de “La caja negra”, difundió audios y chats en los que se destapaba cómo el ex gobernador de Guairá, operaba desde su banca de senador a favor de la empresa Essa, para adjudicarse contratos de provisión de almuerzo escolar no solo en el departamento de Guairá, sino también en Paraguarí, Caaguazú, e incluso en la Itaipú Binacional para proveer de comidas a los funcionarios.
En dichos audios, es el primo de Friedmann, Álvaro Alfaro, quien hace de nexo entre el senador y el ex socio comercial del mismo, Hugo Torales, para realizar las gestiones necesarias para expandir los servicios de Essa a otras gobernaciones y municipios.
Una de las primeras y más alevosas revelaciones que comprueban que Friedmann, en su período de senador, operó para ganar licitaciones, ocurrió en julio del 2018, luego de su juramento, en la que Álvaro Alfaro se comunicó con Torales para apurar la firma de un nuevo contrato con la Gobernación de Guairá, ya que Friedmann cobraría de forma anticipada parte del monto que le correspondía.
Sospechoso enriquecimiento del ex gobernador no fue investigado aún
Una materia pendiente para el Ministerio Público es el proceso de investigación para el actual parlamentario de su enorme fortuna que al parecer tiene oscuros orígenes. Su propio padre confirmó que nunca le dio anticipo de ninguna herencia y que el hijo era apenas un asalariado más de la azucarera familiar.
El senador dijo a la Contraloría General de la República que en el 2014 tenía un sueldo de G. 18 millones en la azucarera. Sin embargo, según el papá, el hijo solo cobró salario hasta el 2012 entre G. 15 millones y G. 16 millones.
En este sentido, otro de los hechos que fueron descubiertos por el equipo de investigación de este medio es que, a pocos meses de asumir el cargo de gobernador, Friedmann creó junto con su madre, Guadalupe Alfaro, la empresa Nápoles, posteriormente llamada Estonia SA, con un capital activo de G. 5 mil millones.
Rodolfo Friedmann puso G. 3 mil millones, mientras que su madre G. 2 mil millones. Cuando se investigó a la madre del senador, se descubrió que la misma no pudo haber aportado para la mencionada empresa, ya que no cuenta con disponibilidad monetaria. Es más, solo tenía un pequeño puesto de venta de minutas frente a la azucarera de la familia en Villarrica.
Lo llamativo de este caso es que el senador declaró un sueldazo de G. 45 millones en Estonia SA, monto que casi equivalía al doble de sus ingresos en la función pública. Alegó que la firma se trataba de una exitosa importadora; sin embargo, no existen datos en Aduanas.
Además, la Contraloría General de la República había iniciado un estudio de correspondencia del que hasta ahora no se sabe.