Dinero circulante en total clandestinidad; Conajzar confirma que no tienen registros de transferencias de los municipios en concepto de ingresos provenientes de la explotación del juego que copa veredas, comercios e inmediaciones de instituciones en detrimento de la protección a la población vulnerable, como los menores de edad.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@gruponacion.com.py
Un esquema de intermediación a través de pequeños comercios como kioskos, almacenes, bodegas, pollerías sostiene el negocio de las máquinas tragamonedas que pululan en el país y que mueve miles de millones de guaraníes, sin aportar al tesoro público. “Tierra de nadie” reveló anoche cómo operan los “microempresarios” dueños de las cajitas luminosas que se manejan en el anonimato en connivencia con funcionarios de las municipalidades.
Un negocio que desde hace una década, aproximadamente, es boom por su proliferación a nivel nacional y genera millonarias ganancias sin aporte alguno al Estado, confirmado por la misma Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar). El rubro se maneja en la absoluta clandestinidad con el guiño de las municipalidades que en su mayoría declaran la guerra a la nueva modalidad de explotación de máquinas tragamonedas por parte del órgano de control, dependiente del Ministerio de Hacienda.
El negocio tiene tanto éxito de expansión que hasta ocupan peluquerías y estaciones de servicio, según pudimos visualizar en nuestros recorridos.
El año pasado, la Conajzar emitió una resolución, la número 34, por la cual “se autoriza la nueva modalidad de explotación con intervención en la operación del juego de azar de máquinas electrónicas tragamonedas en locales cuya actividad comercial principal puede ser diferente a juegos de suerte o de azar, de conformidad con el artículo 1° del Decreto N° 6206/99 y se aprueba el proyecto de regularización presentado por la firma Icrop SA”.
CIFRAS
Los primeros censos estiman que en el país existen unas 150 mil máquinas tragamonedas que, por lo bajo, en los peores momentos rinden ganancias de G. 2 millones al mes. Mediante consultas realizadas de manera encubierta por nuestro equipo de investigación, incluso confirmamos que el lucro se puede duplicar, es decir, llegan hasta G. 4 millones a G. 5 millones en un mes. De aquí el cálculo de los G. 300 mil millones al mes del circulante en negro en el sector.
No tenemos registros de ingresos en concepto de este juego en particular, confirmó la abogada de la Conajzar, María Galván. De los más de 250 municipios existentes en el país, solo tres informaron que han tenido ingresos por autorizaciones otorgadas para explotación de juegos de azar, sin discriminar por tipo de juegos, y realizaron transferencias ínfimas al tesoro público en los últimos 3 años, según confirmaciones recibidas del ente de control.
El esquema funciona así: los propietarios de las máquinas tragamonedas se manejan en el anonimato, utilizan a los comerciantes para la explotación de las mismas y les pagan una comisión de las ganancias. Detrás de este trato están los recaudadores municipales que pasan a cobrar “impuestos o canon”, de vez en cuando, sin ningún documento o factura de por medio, según datos aportados por los intermediarios y algunos dueños de las máquinas.
En visitas realizadas a bodegas, peluquerías y almacenes en Ñemby y Fernando de la Mora, por ejemplo, los comerciantes señalaron que funcionarios de la municipalidad, entre los cuales sobresalió un tal “Rodney”, van y pegan una calcomanía por las máquinas y cobran G. 100 mil por cada una. Se destacó incluso el “buen corazón” de “Rodney” y otros recaudadores, ya que en la pandemia hicieron una suerte de precio combo para el cobro de “canon”, con descuentos de los mismos, rebajando los pagos de G. 500 mil a G. 300 mil por 5 máquinas.
Nadie sabe de los cobradores de “impuestos”, más que sus apodos o nombres sin apellidos y al parecer tampoco les importa mucho a quien dan el dinero. (Ver en el canal de GEN en Youtube).
Además de la informalidad del negocio, existe un alto nivel de exposición de menores, que caen en el vicio debido al descontrol en la explotación del juego. Sobre el punto, la ministra de la Niñez, Teresa Martínez, comentó que son varios los intentos que realizaron con los municipios para el resguardo de la integridad de los menores, pero no hay avances.
Es que los propios intendentes hacen brazos caídos, dejando que estas máquinas funcionen en la propia calle y, según lo mencionado por los dueños de los comercios, son parte involucrada en el esquema en negro, mediante los funcionarios que, valiéndose del anonimato, pasan a cobrar “canon” sin expedir facturas.
INTENDENTES SE LAS INGENIAN
Circulares alertando a los comerciantes de que ninguna empresa está autorizada por la municipalidad para el cobro de canon, resoluciones rechazando la presencia de la concesionaria de la Conajzar en sus jurisdicciones y cobros con retroactivos son algunas de las reacciones de los intendentes que no quieren desprenderse del negocio y se revelan contra el órgano dependiente del Ministerio de Hacienda.
En Arroyos y Esteros el intendente Lázaro Purísimo Ovelar y los concejales municipales aprobaron el reconocimiento de una Comisión Tragamonedas, como parte de la presión para bloquear el ingreso de la Conajzar.