Según los precios que había anunciado el Ministerio de Obras Públicas en la construcción de puestos de emergencia, el dinero que la administración Arnoldo Wiens usó para comprar más de 3 millones de litros de combustible sin control hubiera servido para edificar cuatro hospitales de contingencia para albergar a pacientes covid-19.

El Ministerio de Obras Públicas y Comuni­caciones (MOPC), a cargo de Arnoldo Wiens, incrementó el consumo de combustible en 3 millones de litros entre el 2018 y el 2019, lo que representa US$ 3,2 millo­nes, cifra que podría ser usada para construir hasta cuatro hospitales de contingencia covid-19, que requieren de una inversión de US$ 800 mil cada uno como los construi­dos en el Ineram y el Hospital Nacional de Itauguá.

Según publicaciones del pro­pio MOPC, cada hospital para tratar a personas con corona­virus requiere una inversión de ese monto; es decir, que en vez de haber usado todo ese dinero en comprar cantida­des siderales de hidrocarburos sin control, la cartera podría haber preparado de mejor forma la infraestructura del sistema de salud para hacer frente a la actual pandemia.

Lastimosamente, el equipo de Wiens prefirió gastar una enorme cantidad de su presu­puesto para comprar más gasoil. De hecho, el monto en litros de combustible es tan alarmante que podría ser usado para dar la vuelta a la tierra miles de veces.

Respuesta del MOPC donde señala que mantiene una deuda con Petropar por el combustible usado en el 2020.

La situación se torna aún más alarmante teniendo en cuenta que la administración de Wiens dejó morir su anterior sistema de control de combustible en el 2018, el mismo no fue reno­vado en el 2019, período en que se registró el aumentazo de los hidrocarburos. El viceministro de Administración y Finanzas del MOPC, Carlino Velázquez, había justificado que no se haya vuelto a licitar el servicio de con­trol de móviles de la cartera en los últimos dos años debido a que no se contaba con un pre­supuesto para ello.

Recién el año pasado, durante la pandemia, contaron con el monto que fue adjudicado en diciembre. El llamado que se hizo de forma abreviada por subasta electrónica incluía el desarrollo del software para el control del consumo de com­bustible de los distintos vehí­culos del ente, algo bastante extraño teniendo en cuenta que ya en el mercado se venden estos sistemas y no es necesario crearlos desde cero.

Para explicar esto desde la car­tera afirmaron que es debido a que hay máquinas muy viejas que no tienen forma de medir el combustible. Otro punto cues­tionable es que, siendo un servi­cio ya existente hace bastantes años en nuestro país, solamente se haya presentado un oferente, que además es desconocido en el rubro. El ganador del llamado, Consorcio Sentinan Paraguay, conformado por las empresas Urbis SA y Grupo Empren­dimientos del Sur SA, no ha ganado otra licitación según los datos de la web de Contra­taciones Públicas.

DEUDA PENDIENTE

Otro dato llamativo que se suma a las irregularidades es que, mientras en plena pandemia licitaban nuevamente el servi­cio de control de combustible por US$ 3,7 millones, el MOPC seguía comprando hidrocarbu­ros de Petropar sin contar con el presupuesto para pagar por el producto en ese momento, como bien lo explicaron en una nota tras un pedido de acceso a la información pública hecho desde este medio.

“No se ha abonado lo correspon­diente según convenio debido a falta de rubro; no obstante, esta dependencia realiza los trámi­tes pertinentes para el retiro en lo que corresponde a com­bustible, a fin de que esta ins­titución no pare con sus obje­tivos establecidos, a la vez se informa que esta unidad cum­plió en remitir las documen­taciones de pagos al departa­mento correspondiente para el fin expuesto una vez que se obtenga el presupuesto reque­rido”, reza la respuesta de Édgar Morán, director de Bie­nes y Suministros del MOPC.

Es decir que el ministerio de Wiens todavía mantiene una deuda pendiente con Petro­par que no se ha saldado aún, mientras tanto, realizaron un aumentazo del consumo de combustible y licitaron por casi US$ 4 millones el sistema de control, que al parecer llegó tarde.

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