En un comunicado en el que se hunde más, el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), encabezado por el economista Fernando Masi, confiesa que publicaron una investigación sin contar con datos científicos, asume error en el material sobre “superproducción” de cigarrillos en el cual se consignó un perjuicio de unos US$ 400 millones para el Estado y la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET).
Gravísimo. En un espacio reservado, el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep) reconoce que la gran publicación “Superproducción Tabacalera en Paraguay. Impactos Domésticos y Transfronterizos”, difundida en abril del 2021, se realizó sin contar con los datos oficiales de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y se desdice de la evasión impositiva en la industria tabacalera consignada en el material.
Una metodología frágil e irresponsable para sostener investigaciones y un daño gravísimo se evidencian con la mencionada publicación, ya que este organismo asume que concluyeron el informe sin los números pulidos y científicos por parte de la SET. El gran destape sobre la “superproducción” de cigarrillos en el Paraguay muere ante los informes irrefutables de la institución que maneja los números, en este caso la SET.
“Con los datos disponibles se procedió a utilizar una metodología de estimación de volúmenes de venta, aconsejada por el Institute of Health Research and Policy de la Universidad de Illinois-Chicago y aceptada internacionalmente para los estudios de economía del tabaco. Sin embargo, con posterioridad a la publicación del trabajo, la SET envió al Cadep datos oficiales de volumen de ventas declaradas de cigarrillos, cuya información había sido ya solicitada por el Cadep en marzo del 2020”, reza parte del comunicado con el que el propio Cadep termina enterrando totalmente el “trabajo de investigación” que hace un mes difundía con bombos y platillos.
ACUSACIÓN FALSA
Pero lo más grave es la acusación falsa que se generó a partir de fórmulas no adecuadas a nuestra legislación, que arrojaron resultados fantasiosos sobre la actividad del rubro.
“Examinados los mismos, el Cadep pudo verificar que no existen discrepancias entre el volumen de ventas declaradas de cigarrillos y la producción estimada en el período señalado, por lo que no cabe una estimación de una evasión potencial del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) por parte de las empresas tabacaleras. Por tal motivo, el Cadep se retracta del punto del informe que señalaba: “Entre el 2008 y el 2019 la oferta neta estimada de cigarrillos ha sido alrededor de 6 veces más que la venta declarada de cigarrillos. Esta brecha es equivalente a una evasión impositiva estimada entre US$ 380 y US$ 400 millones de dólares anuales en ese período”, admite el organismo.
En una suerte de intento de justificación de un trabajo irresponsable, el Cadep argumenta que todo estudio siempre es discutible. “Como institución académica, el Cadep entiende que toda investigación, estudio o análisis arroja hallazgos que siempre pueden ser discutidos, debatidos y criticados dentro de las prácticas académicas de rigor. Estas prácticas indican que las instituciones académicas siempre estarán dispuestas a realizar correcciones, aclaraciones y/o ampliaciones de estos hallazgos”, dice.
El comunicado remata diciendo que “en esta circunstancia en particular y ante nuevas evidencias documentales, el Cadep realizará las rectificaciones que correspondan con relación a su estudio sobre la producción tabacalera en Paraguay”.
TRIBUTACIÓN LE DIO CÁTEDRA
“La investigación académica”, difundida en abril pasado por Cadep y que había sido respaldada por investigadores de una universidad de Chicago, Estados Unidos, señala que Paraguay produjo seis veces más cigarrillos que las ventas declaradas entre el 2008 y el 2019, desnudando hechos de evasión del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) y contrabando de cigarrillos. Esta publicación había generado la rápida reacción del viceministro Óscar Orué, quien desde un primer instante sostuvo la imprecisión del citado informe y dio cátedra tributaria a los expertos de este centro de análisis económico.
“El precio utilizado por el Cadep corresponde a un precio promedio extraído o estimado a partir de criterios de Economist Intelligence Unit (EIU). Dicho precio se utiliza para una aproximación o estimación de los volúmenes de venta, la cual difiere ampliamente de las declaraciones de volúmenes de ventas reportadas en el formulario 160”, había señalado en su momento el titular de Tributación.
Con cuadros, un comunicado relatado cronológicamente sobre los pasos para calcular impuestos había emitido la SET para explicar que el Cadep utilizó una fórmula equivocada en su “gran investigación”. “Ellos hicieron una comparación teniendo en cuenta las ventas en guaraníes, dividiendo el precio promedio de venta al público cuando en realidad ese precio promedio de venta al público no es el correcto, se debería haber tomado el precio de fábrica”, llegó a subrayar Orué a los medios de prensa.
“Les explicamos a ellos, quedamos en que íbamos a hacer una gacetilla, vamos a remitirles los puntos en los que nosotros encontramos errores en este estudio y ellos van a tener en cuenta también porque con base en un dato erróneo se estima un monto demasiado elevado que lógicamente no solamente perjudica al sector, sino principalmente a la administración tributaria que hace el control mucho más exhaustivo que a otros sectores, teniendo en cuenta que el Impuesto Selectivo al Consumo tiene una precinta que al momento que sale de fábrica es colocado a los efectos de poder determinar cuánto es el impuesto que tiene que pagar”, había manifestado el titular de la SET y hoy esto es reconocido por Cadep.