La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) publicó en su portal una lista de pozos construidos para apoyar a la Essap por valor de G. 2.905 millones; sin embargo, la aguatera se adjudica las mismas obras.
- Por Jhojhanni Fiorini
Luego de que este medio constatara que parte de los pozos que figuraban en el portal de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), como construidos por la hidroeléctrica en el 2019, en realidad jamás fueron hechos, ahora la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) dice que en realidad fue esta empresa la que construyó algunos de los pozos que figuran en el referido sitio web.
Es así como por ejemplo la Essap alega que el pozo de agua ubicado en el barrio San Isidro de Lambaré en realidad fue construido con fondos de la aguatera y no con los recursos de la binacional, como figura en el portal de Yacyretá. Lo mismo ocurre con el pozo de la plaza 28 de Febrero de la ciudad de Fernando de la Mora, que la EBY dijo que se cambió por el que debía estar en la parroquia San Pío X.
Este último incluso aparece en una licitación de la Essap del año pasado. Según el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), este pozo fue adjudicado a la firma Formighieri Sociedad Anónima por G. 657 millones en marzo pasado, y las obras se iniciaron en el mes de mayo, en plena pandemia. Es decir, este pozo se construyó un año después de lo que figura en el portal de la EBY.
Asimismo, la web de la DNCP aclara que los recursos para este fondo se hicieron con fuente 30 (recursos institucionales). También entre los pozos en disputa se encuentra el referente al IPS Ingavi, que también figura en el portal de la EBY; sin embargo, este medio fue a consultar a los funcionarios de la Essap sobre qué institución realmente financió esta obra y ellos afirmaron que fue la Essap.
Cabe recordar que estas inversiones forman parte de un paquete de G. 2.905 millones para construcción de cuatro pozos que según la EBY entregó en el 2019 dentro de las ayudas sociales que hizo en concepto de agua potable. El listado fue dado a conocer luego de que este medio demandara a Yacyretá, que en un principio se resistía a proveer estos datos.
Gracias a esto, queda claro que hay una superposición de recursos entre ambas instituciones y es otro ejemplo de la importancia de la transparencia de los recursos de la hidroeléctrica. En este sentido, este medio intentó nuevamente comunicarse con la coordinadora general de la Coordinación Social de la EBY, Noelia Núñez, para conocer si realmente el ente financió el llamado para construir los pozos que aseguran haber hecho; sin embargo, no respondió a las consultas hechas.
Como se mencionó inicialmente, luego de constatarse que los pozos que figuraban en el portal de la EBY en realidad jamás fueron construidos por el equipo del titular de Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos, quien sostuvo que en realidad estas obras se “mudaron” tras un análisis que se hizo al suelo de las zonas donde iban a estar ubicados, comprobando que no eran idóneos por lo que fueron trasladados a otras zonas.
Este fue el caso de los pozos del centro de distribución de la Essap en km 2, Asunción, y el de la parroquia San Pío X de Fernando de la Mora, que fueron mudados a la plaza 28 de Febrero de la ciudad de Fernando de la Mora y de Arsenio Erico del barrio Loma Pytã de Asunción. Sin embargo, el pozo de San Isidro sí se llegó a construir, como verificó este medio, solo que ahora la Essap sostiene que fue con sus recursos.
Como se puede ver, existe una desprolijidad enorme sobre los datos de la construcción de los pozos profundos. Esta información que debería estar claramente detallada ni siquiera está disponible para la ciudadanía por parte de la binacional, debido a que Nicanor Duarte Frutos se rehusó durante toda su administración a facilitar las rendiciones de cuentas (contratos, facturas, etc.), sobre el uso de los recursos de la hidroeléctrica para invertir en ayuda social.
EBY REPARTIÓ EL DINERO SIN CONTROL
Además de la desprolijidad en la construcción de los pozos de agua junto con la Essap, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) también realizó millonarias inversiones a favor de juntas de saneamiento ubicadas en Cordillera, donde supuestamente se realizaron grandes obras durante la pandemia. No obstante, gracias a un recorrido hecho por este medio, se constató que las cañerías donadas no fueron instaladas en su totalidad y que las fechas no coinciden con las del portal de la EBY.
Tanto la Junta de Saneamiento San Vicente como la Junta de Saneamiento Moñairy, ambas de Atyrá, no colocaron todos los caños que le fueron donados desde la binacional. En total ambas instituciones recibieron más de G. 500 millones para poder proveer de agua potable de forma eficiente a sus comunidades, pero los responsables de los dos entes mantienen los insumos abandonados.
Afortunadamente, la Contraloría General de la República (CGR) ya inició una auditoría a los recursos sociales de la EBY. La institución le solicitó a la EBY todas las documentaciones referentes a sus gastos socioambientales después de que el Senado aprobara de forma unánime que se inicie la investigación a la administración de Duarte Frutos, usando como base precisamente la demanda ganada por el Grupo Nación en contra de la hidroeléctrica.