El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) volvió a concederle una multimillonaria licitación a la firma Celexx, empresa que ya había sido favorecida en múltiples ocasiones por la administración de Eduardo Petta. Esta vez fue adjudicada con G. 60.422 millones (US$ 9 millones), en el marco del llamado para adquisición de laboratorios móviles de informática para instituciones educativas, gracias a todo tipo de artimañas que usó la cartera para favorecerla.
Entre estos artificios se destaca que la resolución de adjudicación salió antes que el informe de evaluación técnica realizado por los expertos del MEC. La resolución N° 400/2020 por la cual se adjudica el llamado a licitación a Celexx tiene fecha del 2 de diciembre, mientras que el citado informe salió el 3 de diciembre. Según las autoridades del MEC, se trataría de un error de tipeo.
Este hecho fue comunicado también a la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), que no dio lugar a la protesta. Haciendo uso del argumento del MEC de que se trata de un error material en la consignación de la fecha, la jueza Macarena Medina Vargas y la directora jurídica Eugenia Otazo Aponte, representantes de la DNCP, no hicieron lugar a la protesta del oferente.
Sumado a estas irregularidades, el proveedor también denunció que dentro de los requisitos del pliego se establecía que para los carros contenedores se debían presentar certificados de calidad ISO 9001:2008 de fabricación, esta exigencia, que era excluyente, fue modificada mediante adenda y se aceptó una certificación similar o superior para los contenedores.
Esto se habría realizado debido a que el fabricante de los ítems de Celexx no poseía la certificación inicial, al igual que la certificación Energy Star 8.0 para los productos eléctricos con consumo eficiente de electricidad, que también fue modificada por una “certificación similar o superior”. Como en el caso del “error de tipeo”, la irregularidad sobre las certificaciones también fue denunciada ante la DNCP, que no vio nada fuera de lugar.
Según el dictamen de Contrataciones Públicas, firmado por Medina y Otazo, “no basta la simple alegación general de los hechos que consideran irregulares, por lo que, ante la falta de prueba fehaciente, se constata que no habría indicios precisos ni irregulares que ameriten dar trámite a una investigación de oficio”.
En este punto, hay que resaltar que la protesta fue acompañada de correos en donde la empresa LSQA SA, encargada de las certificaciones, asegura que el fabricante de los productos de Celexx no renovó su certificación ISO, que fue anulada desde agosto del año pasado. Finalmente, Celexx ha sido una de las empresas más favorecidas por el MEC, donde se ha hecho un festín con las millonarias licitaciones de tecnología.