El proceso se prorrogó en numerosas ocasiones para que no se avance en las investigaciones. El abogado del PLRA, Guillermo Duarte Cacavelos, utiliza la recusación a los jueces para frenar el juicio.

Hace ya cuatro años que el juicio ha sido retrasado gracias a las chicanas que interpone constantemente el letrado del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Guillermo Duarte Cacavelos, quien patrocinado por el presidente del partido Efraín Alegre, no quiere que se llegue a la audiencia preliminar. El objetivo de este abogado es imponer trabas para que no se esclarezca lo que ocurrió realmente.

Cacavelos ya ha recusado a la jueza Cynthia Lovera y a la actual magistrada Hilda Benítez. Lo que no deja dudas sobre las verdaderas intenciones del abogado. En este sentido, cabe recordar que durante años se ocultaron reveladoras imágenes de la escena del crimen del extinto dirigente liberal que comprometían a adherentes del líder del PLRA, que movieron varios elementos en el lugar de la muerte.

Podés leer: Voto de censura: “El mensaje que se quiere dar es el hartazgo de la ciudadanía”

Recientemente, mediante los hallazgos de este medio, se constató que indudablemente los mismos integrantes del Partido Liberal que se encontraban presentes en la sede partidaria esa noche fueron quienes modificaron la escena del crimen.

Actualmente, los acusados en el caso y que aguardan su audiencia preliminar son el suboficial Gustavo Florentín, principal sospechoso; el subo­ficial Guido Amarilla y el comi­sario Tomás Paredes Palma.

Tras la filtración de las imágenes de circuito cerrado que consiguió el diario La Nación, también fueron imputados en el marco del asesinato Olga María Paredes, Ramona Mabel Cantero, Fernando Cáceres, Stiben Patrón y Efraín Alegre Irún, hijo del presidente del PLRA.

Este último, igual que Patrón, fue imputado por el Ministerio Público debido a que intentó inutilizar varios datos almacenados magnéticamente en las CPUs del PLRA, con los cuales podían ser visualizadas las imágenes de las cámaras del lugar.

En este sentido, cabe recordar que primeramente la Fiscalía manejaba la hipótesis de que el crimen de Rodrigo Quintana, ocurrido el 1 de abril del 2017, se debió a un asesinato a sangre fría por parte de la Policía Nacional, gracias a los videos de las cámaras de seguridad conseguidos a posteriori, se logró ampliar el proceso y contrarrestar el discurso de Efraín Alegre, que usó el funesto suceso para apuntalar su candidatura en el 2018.

Te puede interesar: Villamayor y el Anexo C de Itaipú: “Esto va generando una grieta más grande en el Gobierno”