Con el nombre científico de “habilidades blandas”, fundación que recibió G. 500 millones para formación laboral enseñaba (según contenido programático) a dar las gracias, pedir permiso, ayuda y hasta cómo responder a las bromas.
- Por Jhohanni Fiorini
- Periodista de Investigación del GN
El Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (Sinafocal) otorgó G. 533 millones a la Fundación para la Promoción de los Valores y Prevención de la Violencia (Fundaprova) en el 2019 para cursos en los que aparecen registrados solo cuatro alumnos y con contenido programático que parece una joda, ya que figura cómo dar las gracias. Este nuevo escándalo se suma a una serie de hechos irregulares en los que se ha visto envuelto el ente en el marco de las transferencias a varias ONG que realizó en los últimos dos años.
De acuerdo al convenio firmado con Sinafocal, Fundaprova recibió el dinero para organizar cursos de panadería y confitería, confección industrial, horticultora orgánica e invernadero con 300 horas cada una, además del curso de habilidades blandas (comunicación, motivación) que duraría 200 horas y en el que participarían cuatro personas por curso. En promedio los cálculos muestran pagos de G. 48 millones por los cursos que según los registros se realizaron con menos de cinco alumnos, según informe obtenido vía Ley de Acceso a la Información Pública.
Además de lo escandaloso que resulta pagar tanto dinero para cursos con tan pocos estudiantes, llama la atención el contenido del programa de “Habilidades blandas”, en el que se enseña a dar gracias, pedir permiso, saber escuchar, conocer los propios sentimientos y responder a las bromas. Esta capacitación de seis módulos dirigida al distrito de Itauguá resulta hasta una broma de mal gusto teniendo en cuenta el enorme presupuesto con el que cuenta.
Si miramos la tabla de presupuesto del proyecto en cuestión se puede notar que casi el 40% de los G. 535 millones va destinado a pago de sueldos y honorarios para instructores del curso, auxiliares administrativos y contadores. Es decir, G. 210 millones se usan para esto. Igualmente, otros grandes gastos son el de servicios gastronómicos y alimentos que suman G. 74 millones.
Otra buena tajada del monto se va también en la publicidad y propaganda: servicios y provisión de video (historia de vida de los participantes) que asciende a G. 20 millones. Le siguen en costo los elementos de limpieza por G. 19 millones y el mantenimiento y reparaciones menores de maquinarias, equipos y muebles de oficina por G. 15 millones.
Fundaprova está relacionada con la Casa Madre de Tupãrenda, un programa socioeducativo de reinserción social y desarrollo personal de jóvenes y adolescentes, dirigido por el Movimiento Apostólico de Schoenstatt. Este programa es llevado a cabo por Fundaprova, en conjunto con el Ministerio de Justicia. La presidenta de esta fundación hasta el 2019 fue Ana María Mendoza de Acha, ex senadora del Partido Patria Querida (PPQ), que luego fue reemplazada por el Dr. José Marín Massolo.
ANTECEDENTES
Cabe recordar que el Sinafocal es una institución orientada a garantizar la calidad de las ofertas formativas, la certificación de competencias laborales y la mejora de la empleabilidad, adecuada a las necesidades y potencialidades del contexto económico y social del país. Es decir, debería velar por que las enseñanzas que realiza sean las adecuadas para que los estudiantes puedan encontrar un buen empleo posteriormente.
Asimismo, como ya se ha venido mencionando en otras notas periodísticas anteriores, los cursos hechos por las oenegés cuentan con otra serie de irregularidades, como el hecho de que las centrales obreras que conforman el Órgano Rector del Sinafocal son precisamente las favorecidas con las enormes transferencias para organizar cursos de capacitación laboral, cuando en realidad deberían custodiar el cumplimiento de los derechos de los trabajadores antes que convertirse en institutos de formación.
También hay que destacar que el titular de Sinafocal había dicho que las ONG deben entregar sus rendiciones de cuentas de las transferencias directamente a la Contraloría General de la República (CGR). No obstante, este medio consultó a dicha institución sobre estas rendiciones y en el listado proveído se puede observar que varias organizaciones no transparentaron sus gastos ni en el 2019 ni en el 2020.
También hay que destacar que se observa una clara evasión al proceso de Contrataciones Públicas, ya que Sinafocal ha realizado en los últimos años muchas más transferencias para financiar cursos de capacitación laboral antes que licitaciones. En el 2020 de hecho se aumentó considerablemente el monto correspondiente a estas transferencias (rubro 842), ya que de los G. 9.259 millones ejecutados en el 2019 se pasó a más de G. 20 mil millones en el 2020.